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Debo hablar con Camila y aclarar las cosas, por eso la cité al estudio.

— Shawn, Camila está aquí — Andrew asomó la cabeza por la puerta. Suspiré.

— Gracias. Dile que pase.

— De acuerdo, estaré en el Starbucks que está a unas calles de aquí por si necesitas algo más.

— Está bien. — Asentí y se fue. Segundos después, Camila entró con una expresión seria.

— ¿Qué ocurre? — Preguntó.

— Hace varios días que no respondes a mis mensajes, y quiero aclarar las cosas.

— ¿Qué quieres aclarar? Ya está todo más que claro, Shawn. Esa chica es mucho más especial que yo y estás en todo tu derecho, pero no me trates de estúpida, porque sé lo que vi, y no estaba borracha.

— Camila... — Intenté interrumpirla.

— No, Shawn. Si esta reunión es para terminar nuestra relación, prefiero ser yo quien termine contigo antes que tú conmigo. Ya has destrozado mi corazón y no quiero que termines de romper lo que queda. — Sus ojos se llenaron de lágrimas. — Ahora que estamos aquí reunidos, quiero que me confieses sinceramente qué hice mal. Porque lo di todo, aunque no lo creas. ¡Hice mi esfuerzo y te lo di todo! — Cubrió su rostro con las manos y rompió a llorar.

Me levanté apresuradamente y me acerqué a ella.

— Cariño, no, no quiero terminar contigo. Me haces más que feliz, eres mi persona favorita. Por favor, no terminemos. — Aparté sus manos de su rostro. — Por favor, escúchame.

— ¿Y ella, Shawn?

— Ella es mi mejor amiga. Es solo eso.

— ¿Desde cuándo? Nadie se vuelve mejor amigo de alguien de un día para otro. ¡Yo era tu mejor amiga!

— Pueden ser ambas. En serio, cariño, quiero aclarar las cosas. Por favor.

— Me estás mintiendo. — Retrocedió.

— No, no es así. Te prometo que no es así. Solo dale una oportunidad y verás que no pasa nada entre nosotros. Mila, Tina es solo mi amiga, además, ella tiene novio. — Ella guardó silencio por unos segundos antes de hablar.

— Está bien. — Suspiró. — Le daré una oportunidad, por nosotros. — Sonreí aliviado.

— Gracias. — Estaba a punto de abrazarla, pero ella se apartó.

— Pero hey, perdono, pero nunca olvido.

— Lo comprendo. — Tragué saliva.

Narra Tina.

— Entonces, ¿el equipo de Shawn ya empezó a pagarte? — Asentí. — ¿En serio te pagan para que los paparazzi los fotografíen juntos?

— Algo así. — Levanté los hombros.

— ¡Wow! Quiero ser su amigo. — Riendo, compartimos una risa cómplice.

— ¿Te gustó mi regalo? — Pregunté mientras lo observaba.

— Por supuesto, cariño. Y en serio, no debiste gastar tu dinero en mí.

— Eres mi novio, por supuesto que sí.

— Y te lo agradezco, pero prefiero ser yo quien te consienta a ti y ver tu carita de entusiasmo.

— Te amo. — sonreí.

— Y yo a ti.

Apoyé mi cabeza en su hombro y quedamos en total silencio, contemplando el atardecer en la playa desde el muelle, a pocos metros del chalet de los padres de Christian.

Habíamos venido unos días de mini vacaciones a Cariló. Como mencioné antes, los padres de Christian tienen una casa en la playa y solemos venir aquí con frecuencia. Es bastante agradable.

De repente, mi móvil sonó, sacándome de mi ensimismamiento. Miré la notificación de WhatsApp: era Shawn.

Shawn🙋🏻‍♂️🎸: Hola Tina! Andrew me dijo que en unos días tienes que volver. Luego te daré más información. Cuídate.

Suspiré con pesadez. Volver a Los Ángeles, especialmente después de todo lo ocurrido, no me agradaba.

— ¿Ocurre algo, muñeca? — Christian me miró preocupado.

— No, no es nada. — Sonreí. — Es solo que en unos días tengo que volver a Los Ángeles, y la idea de viajar no me agrada mucho. — Reí.

— ¿Hablas en serio? Vaya lío. Bueno, disfrutemos de estar juntos los días que te quedan. Tendré que acostumbrarme a esta nueva rutina. — Sonrió, aunque sabía que estaba desilusionado.

— Te amo, y prometo estar de vuelta aquí para tu cumpleaños. — Le di un beso en la mejilla.

— No te preocupes por eso. Me hace mucha ilusión que estés cumpliendo tus sueños, y no quiero que nadie te impida hacerlo.

— Estaré aquí, te lo prometo.

Y volví a recostar mi cabeza en su hombro.





Recuérdame ~ Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora