Recuérdame ~ Shawn Mendes

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Las puertas corredizas se abrieron y comencé a arrastrar mi maleta. Entre la multitud, vi a Christian acercarse velozmente y cuando lo tuve frente a mí, no dudé en abrazarlo.

— Hey... —murmuró. En ese instante, rompí en llanto. — No, tranquila, no llores. —acarició mi cabello.

— Solo quiero irme a casa —sollocé.

— Está bien, te llevo. —agarró mi maleta y me llevó abrazada hasta su auto. —¿Te sientes bien? —rompió el silencio cuando entramos en su coche. Negué.

Él sin más condujo hasta mi hogar.

— Llegamos. —me observó. Desabroché mi cinturón y lo miré.

— ¿Puedes quedarte? —murmuré, y sin pensarlo, asintió.

Ambos bajamos del coche y me ayudó a bajar mis cosas. Caminamos hasta la entrada de mi hogar, y cuando abrí la puerta, le di paso.

— Bonita casa —habló.

— Gracias —contesté. Él no conocía mi nueva casa, ya que días después de mudarme, corté con él. —¿Quieres beber o comer algo?

— Si quieres, podemos pedir algo —asentí—. Está bien. Ve a ducharte y yo pido algo, podemos ver unas películas o una serie.

— Está bien —sonreí apenas.

Me sentía devastada. Christian me ayudó a llevar mi maleta hasta mi habitación y luego salió, dejándome sola.

Busqué ropa limpia en mi armario y luego fui a darme una ducha. Después de aquella ducha, me puse ropa cómoda y salí.

Fui hasta el salón y estaba mi padre con Christian.

— ¡Hija! ¡Has vuelto! —mi papá me abrazó—. Te extrañé mucho. —me soltó—. Me alegra mucho que hayan vuelto, chicos. —en ese instante, me tensé.

Noté la mirada incómoda que puso Christian, sus mejillas estaban ruborizadas.

— Papá... ¿Cómo estás? —intenté cambiar de tema. Él frunció el ceño.

— Bien... ¿Acaso dije algo malo? —le supliqué con la mirada—. Okey, okey. Me voy. —levantó los hombros y lo vimos desaparecer por los pasillos.

— Perdona por eso. —hice una mueca. Christian se rió.

— No te preocupes. Ya ordené comida. ¿Comemos aquí o en la cocina?

— Comemos en mi habitación, si quieres.

— Okey, como quieras.