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Nos encontramos en una cafetería merendando, Christian me hablaba de cómo le fue hoy en la universidad.

— Me imagino lo abrumado que habrás estado. — Mordí una dona mientras él asentía y desviaba su mirada. — ¿Qué ocurre? — Pregunté confundida. Se le notaba nervioso.

— Nada, es que... — Se detuvo.

— ¿Qué? — Tomé su mano.

Él suspiró y me observó.

— Te extraño. — Fruncí el ceño. — Cada minuto de cada día, y no hablo de extrañarte a distancia, hablo de extrañar besarte, tocarte... Extraño cada parte de ti. — Saqué mi mano de encima de la suya y me acomodé incómoda en el asiento. — Y sé que arruiné las cosas, y lo lamento. Sé lo que perdí y sé que no puedo estar sin ti. — Desvié la mirada. — Te necesito, ya no quiero ser este tonto y tú eres la única que puede hacerme una mejor persona, alguien buena.

— Yo no estoy aquí para arreglarte — Murmuré.

— Lo sé, lo sé, por eso estoy aquí para hacer lo correcto, hacer lo mejor, para hacerme mejor.

Suspiré, quería que esta conversación terminara. ¿Por qué empezó a hablar de este tema? Creí que ya estaba más que claro.

— Lo siento, pero lo intentamos y no funcionó. — Él me observó desilusionado. Me removí en el asiento. No quería otra escenita.

— ¿Así que después de eso, me dices que no sientes nada por mí? — Tragué saliva.

— Pienso que eres un buen amigo y compañero, solo que yo no siento lo mismo que tú, ya no.

— Mar...

— Lo siento. — Susurré.

Quedamos unos minutos en silencio, un incómodo silencio.

— Hagamos de cuenta que esta conversación nunca existió. — Murmuró.

— Me iré a casa.

Me levanté de mi lugar y agarré mi cartera.

Besé su cabeza y salí de allí.

(***)

Narra shawn.

Andrew se acerca a mí.

— Shawn, Niall tocará en Coachella, y te ha invitado.

— Oh, qué bien. — Sonreí falsamente. — ¿Puedo irme a mi apartamento? No me estaría sintiendo bien...

— Lo he notado. ¿Terminaste con Camila? — Quedé en silencio. — ¿Quieres dar la noticia?

— Que ella tome la decisión. — Murmuré.

— Ve a casa, Shawn, toma todo el tiempo que necesites. — Da unas palmadas en mi hombro.

— Gracias.

(***)

Narra Martina

Salí por las puertas del aeropuerto y me sorprendí al ver a Nathen.

— Pensé que Emily vendría a recogerme. — Sonreí.

— Bueno, ella me dio la información, pero quería ser yo quien viniera a buscarte. — Me guiñó el ojo. — Bienvenida.

— Gracias. — Él se acercó y me besó en la mejilla, luego me ayudó con las maletas y me condujo hasta su coche.

— ¿Te gustaría quedarte conmigo estos días? — Me miró.

— Tenía planeado quedarme con Emily. — Él me interrumpió.

— Creo que a ella no le importaría. — Se detuvo en un semáforo y me miró.

— ¿Me vas a secuestrar? — Bromeé.

— No sería un secuestro si te dejas. — Me miró divertido. — ¿Tienes hambre?

— Sí, bastante. — Miré por la ventanilla.

— Perfecto, conozco un buen lugar para almorzar.

— Genial.




Recuérdame ~ Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora