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Eran alrededor de las cinco de la mañana cuando me encontraba sentada en un tronco frente a una fogata. La música retumbaba en mis oídos mientras daba un sorbo a mi cerveza, y mi vista se posaba en la multitud. Todos estaban borrachos y drogados; había un grupo de chicas bailando semidesnudas, personas teniendo relaciones sexuales en sus autos y otras simplemente disfrutando de la noche.

Emily estaba ocupada comprándole drogas a un chaval, Nathen estaba con su grupo y la estúpida de Chloé intentaba ligar con algún pobre muchacho.

— Hey — Emily se sentó a mi lado. — ¿Qué haces?

— Nada, solo disfruto el calor de la fogata. — volví a tomar un sorbo de la botella de cerveza. — ¿Qué tienes ahí? — observé sus manos.

— Es cristal. — me mostró la sustancia. — Se puede fumar, inhalar o inyectar. Me sorprendió que su precio fuera bastante barato.

— ¿Es buena? — pregunté.

— ¿Quieres probar? — alzó una ceja, a lo cual asentí.

— Lo quiero fumar. — ella sonrió.

Saca una pipa de su cartera y un mechero, pone un poco de aquella droga y le da calor.

— Aquí tienes, le das calor con el mechero y lo fumas.

— Ok. — inhalé el humo pero empecé a toser de lo fuerte que estaba. — Es horrible.

Ella soltó una sonora carcajada.

— Eres una bebé. Dame eso — le entregué la pipa. — Si quieres coca tendrás que pagar caro por ella, porque no es nada barata. — me quedé callada sin más.

¿Acaso me estoy volviendo adicta?

— ¿Quién de aquí vende? — la miré.

(...)

Narra Shawn

Recibí una llamada en la mañana de Andrew, citándome a su oficina con urgencia.

No me dio más detalles, así que me di una ducha, me alisté y preparé un café.

Cuando estuve listo, salí de mi apartamento y me dirigí a mi carro.

Prendí el estéreo y dejé que la música fluyera. Tarareaba las canciones y golpeaba mis dedos en el volante.

Al llegar, estacioné y saludé a los paparazzi como de costumbre antes de adentrarme al edificio. Saludé a cada persona que me cruzaba mientras caminaba hacia el ascensor y presionaba el botón que daba al piso donde se encontraba la oficina de Andrew.

Las puertas se abrieron y empecé a caminar por el pasillo. Al llegar, toqué dos veces antes de adentrarme.

Me paralicé al ver a Camila con su manager y con mi propio manager.

— Buenas. — Tragué saliva.

— Shawn. — me saludó estrechando su mano, el manager de Camila.

— Roger. — contesté, sintiéndome muy tenso.

Caminé hasta Andrew y lo saludé.

— Bueno... ¿A qué se debe esta reunión? — noté que Camila me evitaba.

— Pues, Camila me comentó hace unos días que ustedes ya no están juntos y que quiere dar la noticia a sus fans. — la observé.

— Bueno, si ella lo quiere así... Acepto. — contesté un poco desanimado.

Hubo un incómodo silencio.

— Muy bien, chicos, mañana pueden dar la noticia en sus redes sociales. — comentó Andrew.

— Así es. — contestó Roger. — Bueno, eso es todo. Camila tiene sesión en dos horas. Gracias, chicos, mucho éxito. — me estrechó la mano de nuevo.

— Éxitos. — murmuré con un nudo en la garganta.

Ya es oficial.





Recuérdame ~ Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora