Capítulo 55

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- Dante tiene una contusión cerebral y una herida de bala en el pecho- anuncio Saúl después de revisarlo.

- ¿Herida de bala?- preguntó Layne inquieta- cuando lo revise, no la noté. ¿Cuan grave es su estado?

- Es grave, la bala le daño un pulmón y tiene sangre en él. La contusión es la que más me preocupa, porque la mejor manera de que sane es que se transforme. Al cambiar se acelera el proceso de sanación, pero la confusión lo mantiene inconciente. Por lo que no creo que pueda cambiar.

- Sí no logramos que se transforme, ¿Qué pasaría?- pregunto Daniel, con un gran nudo en el estómago. Saúl observó a Dante y luego a cada persona en la habitación, decidiendo que decir.

- No puedo asegurar que sobreviva, necesitamos sacar la sangre de su pulmón. Debo realizar una cirugía, si él no cambia. Y debo tomar esa decisión cuanto antes. El tiempo está en nuestra contra.

Harold tenía una idea, pero quería hablarlo con Layne primero. Pensó en llamar su atención, pero está solo tenía ojos para su mate herido.

- Alfa Layne- la llamó. Layne le observó con severidad, pero al ver su rostro. Se levantó y se acercó a Harold- creo que tengo una idea para que se transforme- le dijo.

- Necesito que salgan de la habitación, que solo se queden los familiares- indico, el médico asintió. En segundo en la habitación solo quedó Arthur, Daniel, Harold y Layne- Habla.

- Sé que ustedes están conectados- le indicó a Layne.

- ¿Cómo que conectados? - indago Arthur.

- Podemos hablar en nuestras mentes- comento Daniel. Arthur se sorprendió, al parecer el no sabía que eso fuese posible.

- Como decía- continuo Harold- si ambos se quedan dormidos y se conectan con Dante en su inconciencia. Quizás puedan pedirle que cambie.

- podemos probar, nada perderíamos- declaró Daniel.

- Ok- aprobó Layne- hagámoslo rápido, si no funciona debes dejar que lo operen. ¿Cómo logramos dormir rápido?

- No lo harán - declaró Harold- les guiaré, para que entren en la mente de Dante.

Arthur jamás había creído eso posible. Estaba muy preocupado de perder a su hijo.

- Debemos proteger la habitación. Estaremos en un momento de fragilidad. Cualquier puede atacarnos- declaró Layne.

- Los cuidaré desde adentro, permite que de órdenes a los deltas para que de distribuyan por toda la propiedad y no permitan la entrada de nadie- Arthur salió de la habitación.

- Bien- Harold llamó su atención- Layne y Daniel deben recostarse en la cama.

Ambos obedecieron, acostándose al lado de Dante. Layne en el medio de los hermanos. Daniel tomó su mano, Layne tomó la de Dante. Harold les indico que fueran relajándose, poco a poco ambos fueron cayendo en un trance.

Ambos despertaron en un bosque. Layne reconoció el lugar de la primera vez que conoció a los hermanos en sus sueños. Daniel la miró enigmático, quizás recordaba esa primera vez en sus sueños.

- Andando, busquemos a Dante - indicó Layne. Daniel la tomo de la mano y ambos comenzaron a olfatear el aire, buscando el aroma de su compañero.

Por fin lograron oler su rastro. Caminaron hacia el estanque. Allí estaba sentado Dante en silencio.

- Hola- dijo Layne nerviosa. Dante la observó y una grande sonrisa se dibujó en su rostro. Layne se lanzó a darle una abrazo. Él la recibió y beso su mejilla.

- Nena, ¿Qué sucede? - le preguntó ansioso.

- Estás herido- le dijo sin más. Dante comenzó a revisar su cuerpo

- Dante, estamos en un sueño. Estas inconciente por tus heridas- explicó Daniel- necesitamos que te transformes para que puedas comenzar a sanar.

Dante sentó a Layne en sus faldas. Necesitaba sentir su aroma y disfrutar de su presencia. Se sentía vacío. Beso la cabeza de Layne. Está se derritió entre sus brazos.

- ¡Dante! ¡No tenemos tiempo que perder! - le regañó su hermano.

Dante levantó a Layne, poniéndose de pie. Comenzó su proceso de transformación. Daniel le siguió junto a Layne. Comenzaron a correr por el bosque mientras jugaban entre ellos.

Harold y Arthur observaron el momento cuando Daniel, Dante y Layne se transformaron

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Harold y Arthur observaron el momento cuando Daniel, Dante y Layne se transformaron. La cama sintió tu peso. Las patas de la cama se arquearon.

- No va resistir el peso- observó Harold.

- Ni modo, pero no podemos moverlos por el momento- las patas de la cama se reventaron. Dejando a los tres inclinados.

Arthur, salió al pasillo a buscar a Saúl para que revisase a Dante. Al volver los tres estaban nuevamente en forma humana.

Saúl entró, le extrañó la escena. Sin embargo, no preguntó. Se dedicó a atender al paciente.

- Sus heridas están sanando- declaró- ya no es necesario operarlo. Su sanación natural ha iniciado.

- ¿Estará bien? - pregunto Arthur.

- Sí, tardará quizás unas dos semanas. Pero sí, con reposo y quizás si se transforma de nuevo. Acelerará el proceso. Por el momento está estable. Permiso- se retiró de la habitación.

- Despierta los - ordenó a Harold- gracias por ayudar.

- Es mi deber, para con mi Alfa- y miró a Layne.

Ambos despertaron, se sentían agotados. La cama no se sentía cómoda. Ambos notaron la leve inclinación del colchón. Ambos observaron a Dante. Tenía mejor aspecto.

- Está sanando- dijo Arthur- estará bien.

Daniel se levantó con sumo esfuerzo de la cama, que estaba al raz del suelo. Para luego ayudar a Layne, quien tenía cara de interrogante.

- La cama no resistió en peso de tres lobos sobre ella - dijo Harold sonriente.

- Debemos arreglar eso para nuestra cama - observó Daniel.

Se dedicaron a mudar a Dante a otra habitación. Layne estaba más calmada. Al finalizar el traslado, se recostó con Dante y se quedó dormida.

Aquí les dejo otro capítulo

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Aquí les dejo otro capítulo. Veré si saco otro más antes que acabe el día. Aprovechando que me siento un poco mejor.

Nos leemos pronto

Nacida para Pertenecer (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora