Dos semanas habían pasado desde que Harold visitó a Helen. La visita le había ayudado mucho, pero al mismo tiempo le había hecho mucho daño. Si ella hubiese sabido que su hija estaba viva, jamás hubiera dejado de buscarla.
Jackson era muy atento, cada día es más atento a sus necesidades. Ella había sido grosera con él con la idea de alejarse. Helen entendía que ella no estaba para enamorarse, su prioridad debía ser su hija Layne.
Aún le extraña pronunciar su nombre. Harold le había dejado fotos de parte de la adolescencia de Layne y su familia adoptiva. Se sentía agradecida y celosa, ellos habían disfrutado de las sonrisas de su pequeña.
Jackson le había dicho que su hija le gustaría que ella fuese feliz. Helen no se creía merecedora de ser feliz, ella había dejado que su pequeña vagara por el mundo. ¿Cómo podía rehacer su vida? Necesitaba verla, pedirle perdón.
Cada día que pasaba se sentía más ansiosa. ¿Cuánto debía esperar para conocerla? Jackson entró a su habitación, trayendo una taza de té. Le miró intentando entender ¿Qué podía ver en ella? Tan insignificante y sin valor.
- Te traigo té de jazmin- dijo ofreciéndole la taza, ella lo aceptó, sus manos se rozaron y todo su cuerpo se estremeció. Helen desde hace días, había estado analizando sus sentimientos por él. Nunca antes se había sentido así, ni tan siquiera por su ex. ¿Cómo podía ser eso posible? ¿No se supone que eran compañeros?- Harold llamó- eso atrajo su atención de inmediato.
- ¿Qué dijo? - preguntó ansiosa.
- Que te prepares, ha llegado la hora de ir a conocer a tu hija- lágrimas corrieron por su cara, el corazón se sobresaltó. Se levantó de la silla y le dio un abrazo a Jackson. Por fin conocería a su pequeña.
Al darse cuenta de lo que estaba haciendo, se alejó de Jackson. Intentando escapar de sus emociones.
- Helen- Jackson tomo su barbilla y levantó su rostro- no podemos seguir así, debemos hablar de esto.
- ¿De qué? - la voz de Helen, salió más alta de lo normal. Intentó esquivar la mirada del hombre que le estaba calentando el corazón.
- Helen - Las manos de Jackson tomaron su rostro. Helen amaba sus ojos, eran color miel, se veían puros y cristalinos. Podía perderse en ellos, él era un hombre leal- Me gustas mucho.
Esa declaración la alteró, se logró soltar de su agarre. Le dio la espalda, se distrajo mirando su habitación. Era hermosa y sencilla. Decorada con flores en sus paredes. Tenía una mesa de té, justo en la ventana. Helen amaba tomar un té o café allí, mientras leía. Su cama era individual, tenía dos mesas de noche. Y frente a la cama una pequeña biblioteca que completaba la decoración. Desde su llegada, Helen se había dedicado a leer, ya casi había finalizado los libros en ella.
- Helen- Jackson llamó su atención- por favor, no huyas. Sé que no confías en mí.
- Si lo hago- regresó su atención a Jackson- si confío en ti - dijo en un suave susurro. Jackson le miró ansioso, en las semanas que ella había entrando en su vida, todo cambió. El frío y la soledad habían desaparecido. Y entonces hace unos días los descubrió.
Helen estaba en el jardín leyendo, él disfrutaba verla en la distancia. De pronto, lo supo. Él la amaba. Se sentía dichoso y muy agradecido. Después de todo, no logras encontrar el amor de tu vida, dos veces.
Desde ese día, Jackson se había hecho la promesa de no dejarla escapar. Lucharía por su amor, aún incluso en contra de la misma Helen.
- Por favor, Helen - suplicó Jackson. Helen se sentía abrumada y aterrada. Él se había convertido en parte de su día. Sabía que sentía algo por él. Sin embargo, sabía que eso no podía suceder- vamos a ir a tu velocidad, si quieres seguiremos siendo amigos. Pero no sigas huyendo de lo que sientes.
Helen le miró con terror. Ella quería dejarse llevar por sus sentimientos, pero tenía temor. Pánico en realidad. No quería ser lastimada de nuevo. Su ex la fue matando día con día. Ella no confiaba en su carácter para poder defenderse. ¿Qué pasaría si Jackson era igual a su ex?
Jackson vio el miedo, pero al no escuchar su rechazo. Decidió demostrarle como se sentiría estar con él. Tomó su rostro y sin esperar su reacción, posó sus labios. Ella intentó alejarse de él. Jackson le tomó con mayor fuerza. Necesitaba que tuviese de él una muestra de su amor. Si al final, decidía no estar con él, al menos tendría el recuerdo de ese beso.
Al no poder alejarse de Jackson, Helen se tensa. Él buscaba entrar a sus labios y ella se negaba. Su corazón palpitaba con fuerza. Un calor le recorrió el cuerpo, dando vida a partes que ella creyó muertas.
Su cuerpo fue derrotado, en la lucha de sus labios. Y poco a poco dejo que él, descubriera cada rincón de su boca. Sus manos se posaron en su cuello. Se sentía ardiendo y muy necesitada. Sentía un hambre que se superponia sobre el miedo y temor.
Jackson terminó el beso. Se quedó a centímetros de su rostro, su mirada era intensa. Un nuevo escalofrío la recorrió. Le miró con dulzura, su mano suavemente recorrió la mejilla. El silencio lleno el lugar, Helen suspiro, ¿Se atrevería a volver amar?
- Te esperaré, el tiempo que sea necesario. Solo no me saques de tu vida- ella observó sus hermosas facciones, para ser un hombre entrado en los cincuenta se mantenía muy bien. De pronto, se alejó de ella. Helen sintió un vacío en su corazón, ¿se sentiría así el día que se alejara de él?
-Esta bien- expresó asustada, ante la idea de perderlo.
Hola!!! Aquí les dejo un nuevo capítulo. No sé, si en estas fiestas logaré escribir. No es porque este ocupada. Sino porque la señal cada día está peor.
Pero haré mi mejor esfuerzo para al menos publicar dos capítulos más antes de finalizar el año. Les amo, gracias por leerme. Su cariño alimenta mis palabras.
Nos leemos pronto...
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Nacida para Pertenecer (Borrador)
WerewolfEl mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...