Layne
- Las pesadillas son horribles. Ahora recuerdo todo. Me despierto con náuseas, me levanto y me doy una ducha- le digo a mi psiquiatra alias mi torturador- no sé como encajar está situación. No pude defenderme, me siento inútil. Me preparé para esta situación y sin embargo, no pude hacer nada- mis lágrimas brotaban sin control. Me ahogo con mi llanto.
- ¿Cómo va tu ansiedad y la paranoia? - me mira con detenimiento, mientras toma notas. Definitivamente me siento como un experimento bajo el microscopio.
- Ya no estoy ansiosa, sólo estoy vacía. Que mi vida ya no tiene sentido. No me he vuelto a quedar sola en casa. Así que no sé sí lo de sentirme observada es real o no - comencé a pensar como me he sentido y todo lo que he vivido, está semana después de recordar esa noche fatídica.
- Bien, quiero que descanses. Necesito que tomes tus pastillas para dormir. En nuestra próxima sesión veremos si puedes dejar de tomarlas. Recuerda que no descansar genera paranoia, así que descansa.
Sofía me esperaba sentada en la sala del consultorio. Desde la hipnosis se había convertido en mi protectora. Me acompañaba a cada consulta, al final entraba a escuchar lo que el médico tenía que decir.
Estaba cansada, tenía casi una semana sin dormir bien. Las pesadillas cada día eran más intensas. No lograba concentrarme, me había alejado del bar de Ángel, ver a cualquier hombre me generaba un ataque de pánico.
No estaba comiendo bien, tenía náuseas todo el tiempo. Irónicamente sólo quería olvidar esto. Ángel y Melannie hablan a diario conmigo, ya faltaba pocos días para que regresarán. Por alguna razón no quería que volvieran, sentía vergüenza. Él me había entrenado para que me pudiese defender, yo no lo había logrado. Era un fracaso.
4 meses más tarde
- Estoy embarazada- dijo Melannie emocionada en pleno desayuno. Levanté la mirada, su rostro se veía sonrosado de la emoción.
Ángel detuvo todos sus movimientos, se veía asustado. Unos segundo después reaccionó y se levantó de la mesa para abrazar a Melannie. Ella comenzó a sonreír al ver su reacción. No sabía que decir, teníamos casi un año viviendo juntos y aún me sentía una extraña.
Me sentía feliz por ellos, eran una hermosa pareja. Pero ahora que llegaba un niño a sus vidas yo estaba de más. Debía ir buscando a donde irme, porque estaba claro que ya no podría vivir con ellos.
Ambos se quedaron en silencio, me miraron. Melannie se sentó a mi lado, mirándome atentamente.
- ¿Qué opinas? - pregunto ansiosa.
- Felicidades!!!- dije tragando bilis. Me sentía muy infeliz. Cuando por fin encontraba un lugar seguro lo perdía.
Me levanté de la mesa y me refugié en mi cuarto. Mi cuarto, este ya no seria mi cuarto. La casa sólo tenía dos habitaciones. Esta sería la habitación del nuevo integrante de la familia. Debía comenzar a ver que podía llevar conmigo. Me tire en la cama a llorar, me sentía muy infeliz. ¿Será que nunca encontraría mi hogar?
Pasé el día en clases, con el corazón oprimido. Amaba a Ángel y le había tomado cariño a Melannie. ¿Dónde me iría a vivir?
Al llegar a casa, estaba llena de familiares y amigos, todos emocionados por la noticia. Sofía se acercó me besó la frente y me dió un fuerte abrazo.
- Layne, ¿Qué tienes? - indagó preocupada. Ella iba ser abuela, no le contaría mi preocupación, sabía que bando tomaría.
Le hice saber que nada, me disculpe con todos diciendo que me sentía mal y me fui a la cama temprano, no podía con tanto amor y felicidad.
ESTÁS LEYENDO
Nacida para Pertenecer (Borrador)
WerewolfEl mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...