Luna nació en un pequeño pueblo, donde todos se conocían entre sí. Era una chica sencilla, ella no creía ser atractiva más bien normal.
Desde muy niña era curiosa y amaba la naturaleza. Soñaba con algún día encontrar una amor perfecto, tal como el de sus padres. Quienes ya tenían más de cuatro década juntos y aún se amaban.
Luna jamás los había visto discutir. Así como nunca los vio tener un desacuerdo. Cada vez que los veía darse alguna muestra de amor, ella esperaba tener la fortuna de ser igual de apreciada como su madre lo era.
Tenía dos hermanos mayores que la protegían, por lo que se la había hecho imposible conocer el amor.
Un día estaba es su paseo habitual por el bosque, escuchó el aullido de un lobo y se asustó. Comenzó a caminar rápido para llegar a su casa, que estaba a los pies del bosque.
En su deseo por salir, no prestó atención por donde caminaba y terminó cayéndose. Logrando lastimar uno de sus tobillos. Un pequeño grito escapó de su boca. Intentó volver a levantarse pero su tobillo no colaboró.
Escucho a lo lejos hojas secas romperse, se asustó pensando en que un lobo hambriento la devoraría.
Comenzó a temblar asustada, el sonido se hizo más fuerte y cercano. Y sintió que la vida se le escapaba del cuerpo.
-¿Estas bien?- se sobresalto al escuchar la voz masculina.
Observó al hombre que estaba casi sobre ella. Tenía el cabello castaño y unos hermosos ojos miel. Su rostro no era guapo pero si atractivo.
- Creo que me torcí el tobillo - respondió aún asustada.
- ¿Puedo revisar tu tobillo?
- Yo... No sé- respondio insegura.
- Me llamo Jhon y me gustaría ayudarte, sobre todo porque está oscureciendo y no deseo dejarte aquí en la noche- explicó muy educado.
- Está bien, solo necesito llegar a mi casa. Es solo que no te conozco y conozco a todos en este pueblo tan pequeño - dijo acelerada.
- Lo entiendo, estoy de visita en el pueblo, llegué hoy. Estaba paseando por el bosque y escuché tu gemido.
Ella decidió que aunque fuese peligroso aceptar su ayuda, era peor quedarse allí en la noche. Podría ser atacada por animales.
Luna acepto y fue cargada hasta su casa. Donde Jhon la dejó y espero hasta la llegada de la familia de Luna para luego marcharse.
Durante tres días, Luna estuvo de reposo y escucho historias sobre el forastero que la había salvado. Estaba de visita, al parecer buscando un lugar y trabajo, lo que suponía que desea mudarse al pueblo.
Eso le emocionó a Luna, con el pasar del miedo logro analizar su comportamiento y le pareció un caballero andante. Estos pensamientos comenzaron a generar emociones. Cuando por fin pudo volver a salir, solo tenía en mente una idea, conocer a John y agradecerle el salvarla.
Se preparó lo más sencilla que pudo para que se viese hermosa. Por primera vez desde que recordaba deseaba llamar la atención de un hombre.
Salió decidida a encontrarlo, aunque siendo sincera no sería difícil encontrarlo, pues al ser el nuevo todos vigilaban sus pasos.
Camino por el pueblo, saludando a todos. No le extrañó saber que todo el pueblo conocía su accidente y la historia con el extraño.
Llegó al café, un lugar que reunía a casi todo el pueblo en el desayuno y en la tarde. Pues era bien conocido que Rossi cocinaba los mejores pasteles del lugar.
- ¡Luna! ¿Cómo sigues?- saludo Rossi al verla entrar.
- Mucho mejor, gracias- dijo mientras buscaba a su nuevo caballero.
- Está sentado al final- le indicó Rossi avergonzadola.
Se aventuró hasta el final de la tienda, donde efectivamente encontró a Jhon. Esta vez sintió una energía que no había sentido antes. Sus piernas comenzaron a fallar.
- Hola- dijo llamando su atención, puesto que Jhon estaba perdido en sus pensamientos observando a las personas a través de la ventana.
- ¿Cómo sigue tu tobillo? - preguntó sin mirarla, algo que confundió a Luna. Tal vez lo había disgustado de alguna manera.
- Mucho mejor, gracias. Quería nuevamente darte la gracias por salvarme - él levantó la vista. Luna sintió un cosquilleo por todo su cuerpo y su corazón aceleró.- ¿ Quieres sentarte? - ella se sentó sin poder decir nada más.
Ambos quedaron en silencio por unos minutos. Lo extraño es que no se sentía incómodo. Jhon volvió a mirar por la ventana. Mientras Luna lo observaba a él, se sentía hechizada ante su presencia. Nunca le había pasado algo similar ante un hombre.
- He pensado mucho en ti - Salió de la boca de Luna. Se sorprendió de soltar sus pensamientos sin más. Jhon se volteó a mirarla y le sonrió. Su boca se secó y sintió como se humedecía. ¿Qué le estaba pasando?
- Yo también, estaba preocupado.
- ¿ A sí? - pregunto curiosa.
- ¿Porqué te sorprendes? - indago Jhon mientras tomaba con sus manos fuertes su taza de café.
- Es que no me conoces- se defendió.
- No te conozco, pero me gustaría si me lo permites conocerte- susurró, haciendo que a Luna se le erizará la piel.
- También me gustaría- declaró con timidez.
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Bueno hoy ando súper productiva.
Espero que lo estén disfrutando.
Nos leemos pronto...
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Nacida para Pertenecer (Borrador)
WerewolfEl mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...