Capítulo 59

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Layne despertó sin saber dónde estaba. Sintió algo caliente pegado a su mejilla. Poco a poco fue recordando la noche anterior. El aroma exquisito de Daniel inundaba sus fosas nasales, haciéndola erizar. Observó a Daniel, quien dormía plácidamente. Layne se sintió dichosa, por primera vez en meses lograba asimilar todo lo que estaba pasando en su vida.

Hasta hace unos años, no solo estaba sola y en riesgo. Sino que además desconocía su identidad y raíces. Ahora conocía su procedencia, tenía una madre y dos compañeros de vida. Un calor agradable invadió su corazón. No importa cuan duro fuese su vida, sí había sobrevivido sola, con compañía, no tenía duda de que lograría tener éxito.

Besó su pecho, sintiéndose traviesa. Decidió darse gusto y explorar el cuerpo se su mate. Bajó lentamente repartiendo besos y mordiscos. Daniel poco a poco fue despertando entre gemidos. Layne se detuvo en su miembro, se sintió famélica. Tomo su pene, lamiendo cual paleta de helado. Escuchó como Daniel gemía y suplicaba.

Cuando estuvo totalmente erecto, lo introdujo completamente en su boca. Daniel se arqueó y coloco su mano sobre la cabeza de Layne para mantenerla en su lugar y controló sus movimientos. Layne dejó que le guiara y poco a poco la velocidad fue en aumento. Hasta que pudo probar el semen. Levantó la cabeza para ver a Daniel, quien estaba con un brazo sobre sus rostro y una sonrisa de placer.

Layne le gustaba verlo relajado y feliz. Comenzó a subir repartiendo nuevamente besos, hasta llegar a su rostro. Donde un Daniel muy satisfecho la beso apasionadamente. Layne recorrió con su lengua el interior de su boca, mientras las manos de Daniel amasaban sus nalgas.

- ¡Vaya, vaya!- escucharon ambos en la puerta. Dante miraba muy excitado la escena- veo que se divierten mucho sin mí- dijo simulando dolor.

Se acercó a la cama, Layne se arrodilló. Dante se adueñó de los labios de Layne, ella lo rodeó con sus brazos. Daniel se colocó al lado de su hermano y se dedicaron a turnarse para besarla. Layne rápidamente estaba muy excitada.

Quería tomar el control de la situación. Por lo que se colocó sobre las piernas de Dante, comenzó a moverse en círculos encima de su polla.

Daniel mordisqueaba su cuello a la vez que amasaba sus turgentes senos. Dante entregó en los brazos de su hermano a su preciosa mate, para terminarse de quitar su ropa.

Su cuerpo estaba casi sano, ya no sentía dolor, en su lugar una pequeña incomodidad le acompañaba, en donde tuvo lugar la herida. Daniel se dedicó a entretener a su compañera jugando con sus labios vaginales. Con sus dedos separó los labios, para rozar suavemente su clitoris. Layne se irguió ante el contacto, estaba muy excitada y la estimulaba más, ver a Dante desnudándose la estaba enloqueciendo. Comenzó a suplicar, deseaba que Daniel acelerará la estimulación pero al mismo tiempo quería disfrutarlo.

De pronto fue arrancada de los brazos de Daniel. Dante la montó sobre sus piernas y la penetró sin más. Layne gritó ante la invasión, Dante la aupó a cabalgarlo.

Layne se sintió como amazona y comenzó a cabalgar con fuerza. Dante la detuvo, ella quiso enojarse. Pero descubrió que Daniel estaba listo para invadirla. Poco a poco la fue penetrando, Layne se sentía llena y a punto de partirse en dos. Al mismo tiempo, quería correrse. Daniel tomó el control de los movimientos, mientras entraba Dante salía. Layne estaba a punto de perder la razón. Jamás pensó sentirse así dichosa siendo poseída por dos hombres.

Layne se perdió entre la sensaciones y sus emociones. Cuando logró su orgasmo, descubrió que sus compañeros no lo habían hecho.

La llevaron en brazos al baño, donde se metieron en la ducha. Dante comenzó a lavarla, Daniel se dedicó a estimularla. En algún momento Daniel levantó una de sus piernas y se adentró en ella sin más. Dante introdujo la lengua en su boca, para iniciar una batalla de lenguas.

Layne estaba muy cerca de correrse, pero Daniel llegó primero. Layne se decepcionó, pero el sentimiento no duró mucho. Dante la colocó contra la pared. Su mejilla tocaba la fría baldosa del baño. Colocó su culo en pompa y la penetró desde atrás. A la vez que sostenía sus manos contra la pared.

Layne se sintió impotente y sin control, esos sentimientos elevaron su excitación. Dante fue duro con ella, la poseyó como un cavernícola. Ella quería correrse pero sentía que algo faltaba.

De pronto sintió unos dedos hurgando su monte de venus. Supo que era Daniel.

Dante agarró su cabello e inclinó su cabello mostrando su cuello. Se enterró en su cuello, necesitaba volver a marcarla. Casi morir le había hecho entender mejor sus sentimientos hacia su compañera.

Layne vió fuegos artificiales y se corrió al mismo tiempo que Dante. Daniel la tomó del cabello para guiarla a sus labios. Layne aún estaba tratando de controlar su respiración, aún así lo recibió en su boca gozosa.

- Amo tus labios, preciosa - declaró Daniel con una gran sonrisa.

Layne soltó un quejido entre los labios de Daniel cuando Dante se salió. Dante la limpió, a la vez que Daniel la hacía elevarse al cielo con un beso.

Ambos la ayudaron a salir de la ducha. Y la prepararon para meterla a la cama a descansar. La acostaron en el medio de la cama, mientras ambos se acostaban uno a cada lado y la abrazaban celosamente. Antes de quedarse dormida, acompañada de una gran sonrisa les declaró:

- Los amo- ambos se turnaron para darle el beso de buenas noches y sin más se durmió.

- Los amo- ambos se turnaron para darle el beso de buenas noches y sin más se durmió

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Aquí les dejo un nuevo capítulo, espero que lo disfruten.

¿Qué les pareció?

Nos leemos pronto...

Nacida para Pertenecer (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora