Observaba el amanecer desde la ventana de su habitación. Estaba cansada, tenía solo una semana en el cargo de Alfa, pero no habia podido descansar.
Cada día era una lucha por mantener su puesto. Casi todos la veían como una usurpadora. Después de la lucha con Ario, recibió varias visitas de otros lobos queriendo ocupar su puesto.
Había tenido que luchar con cada uno. Y había vencido a todos. Con cada pelea ganada podía sentir como su poder se hacía más fuerte.
Las mujeres de la manada la miraban con adoración, bueno la mayoría. Algunas la veían con envidia.
Un nuevo consejo de lobos se estaba creando, Arthur sería uno de los integrantes. El consejo paranormal estaba trabajando para dejarlo en perfecto funcionamiento.
Layne cada día tenía mucho que hacer, debía decidir dónde vivirá su familia. Pues no podía protegerlos fuera de la manda.
Angel era el que estaba aen contra de quedarse. No quería que su familia estuviese en constante riesgo. Sin embargo, Melanie pensaba que lo más seguro era estar bajo la protección de una manada. Jayden estaba muy feliz corriendo alrededor de niños lobos y jugando con ellos.
Él seguía siendo la alegría de Layne. Si decidían irse, Layne no podría volver a verlos, sería como colocarles una diana en la espalda. Y no podía arriesgarse a ello.
Aunque deseaba obligarlos a quedarse, debía dejarlos que solo tomarán esa decisión.
Dante y Daniel, estaban de viaje como embajadores. Ambos tenían que visitar las manadas que no estuvieron para la ceremonia. Dar a conocer la noticia y planificar una próxima reunión.
Layne por su parte tenía que viajar a la que debía ser su manada. Pues seguía sin Alfa y al no tener un consejo de lobos, tenía que ir a vigilar como estaba funcionando.
Arthur le había comentado que podía integrarla a su nueva manada. Pero Layne aún no estaba segura de ello.
El viaje era fundamental para conocerlos. Quería viajar con su equipo delta y sus betas. Por lo que debía esperar el regreso de sus mates.
Las horas del día no alcanzaban para todas sus nuevas tareas. Se supone que estaba de luna de miel, después de todo estaba recién casada.
Sin embargo, aquí estaba en pleno amanecer sola en su habitación, deseosa de sentir los besos y mimos de sus mates.
Suspiró frustrada, no era una niña. Debía comportarse y ser paciente, pronto podría estar con sus mates y disfrutar de ellos.
Comenzó a prepararse para un nuevo día, hoy tenía que recibir a algunas personas de sus manada que habían solicitado una audiencia.
Escucho como alguien se acercaba y espero el respectivo toque de la puerta.
- !Buenos días, alfa!- entro Rose sin tocar. Ella era así. Comenzó a decirle todas las actividades del día, sin tomar una pausa. Layne Como siempre se perdía entre tanta palabrería.
Layne en este tiempo había aprendido a conocerla, era leal, llena de vida y muy hiperactiva. A veces parecía que era ella quien gobernaba está manada.
Layne no se quejaba, ella había sido de gran ayuda. Rose le solía decir aquello que un lobo no le diría. Era honesta y sincera, no le importaba si era castigada por las atrocidades que salían de su boca.
Una sonrisa escapó de los labios de Layne. Rose era una de las alegrias de su día.
— Siéntate a comer– atrajo su atención, mientras la empujaba a la mesa– casi no comes en el día, a partir de hoy voy a vigilar que no suceda. Eres nuestra líder y debes está muy fuerte.
— Gracias, Rose– respondió Layne abrumada por tanto cariño. No tenía idea de cómo había logrado la lealtad de esta maravillosa chica, pero no quería perder nunca su amistad y cariño.
— Hoy veraz a un grupo de personas que viven dentro de la manada. Presumo que vienen a quejarse de maltrato u otra cosa– eso atrajo la atención de Layne.
—¿Porqué crees eso?
—Olvidas que conozco el pueblo, sé quiénes son y he escuchado algunas historias alrededor de ellos. No te preocupes como siempre te pondré al día de sus historias–Layne levantó la vista hacia Rose al ver que quedaba en silencio.
—¿Qué sucede?
— Jhon ha solicitado una reunión contigo– dijo asustada.
—¿Qué te preocupa?– La observó con atención intentando entender su preocupación. Últimamente había usado su poder de leer mentes para estar preparada. Pero con las personas cercanas intentaba no usarlo.
Había sido muy raro el día que había descubierto que podía leer la mente de los miembros de su manada. Se había asustado pensando que estaba enloqueciendo al escuchar voces distintas en su mente. Después como si fuese un televisor mal conectado , las voces se convirtieron en imágenes. Y pudo reconocer a las personas en ellas.
Aún estaba aprendiendo a manejar esta habilidad, pero le había sido de gran utilidad.
— Es que creo que viene a pedirte que me despidas– dijo tragando grueso y limpiando una lágrima escurridiza en su rostro.
— Debes dejar de temer que saldrás de mi lado– se levantó y tomo las manos de Rose– eres una gran asistente y amiga, tengo toda mi confianza en ti y por nada del mundo pienso permitir que te alejen de mi. Eres muy útil para tu manada.
Rose se enorgullecío y su postura cambió. Su postura más recta y altiva, se notaba que nunca nadie la había hecho sentir orgullosa de si.
— ¡Nane! – Grito Jayden entrando como un huracán a la habitación y lanzádose a los brazos de su hermana– menos días, nane.
Layne amaba cada vez que su hermano le daba abrazos. En esos momentos sus detalles de amor puro, le hacían sentir dichosa y muy afortunada de poder contar con su amor.
Hola, aquí les dejo un nuevo capítulo.¿Que opinan de Rose? ¿A qué creen que viene Jhon?
Nos leemos pronto...
ESTÁS LEYENDO
Nacida para Pertenecer (Borrador)
Manusia SerigalaEl mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...