Correr era la experiencia más fantástica que existía, poder conectar con la naturaleza, sentir su fuerza. Sus patas pisaban con fuerza, haciendo que la tierra se soltara a su paso. Se podía escuchar los pasos de otros alrededor, la adrenalina fluía por todo su cuerpo.
Dante y Daniel, podían hablar entre ellos en su mente. Una habilidad que solo se daba entre hermanos o alfa. Su padre estuvo muy feliz de recibirlos antes de la ceremonia de la luna.
Estuvieron contándole todo sobre Layne, su padre estuvo cabizbajo al saber lo dura que había sido la vida de su futura nuera. Sus hijos estaban enamorados, querían tenerla pronto. Así que debió bajarlos de su nube.
La conversación fue muy dura, hablarles a ellos de lo difícil que sería tener intimidad con una mujer que había pasado lo de ella, fue duro. Daniel, sabía que la química y la naturaleza, ayudarían a que fuese natural. Su padre les dijo que si bien eso era cierto, no quitaría la vergüenza y dolor al cual Layne se podría enfrentar una vez pasada la química.
Su padre les aconsejó, dejarla ir a su tiempo. Respetando sus límites y comportándose como los perfectos caballeros. Ellos se comprometieron en pensarlo. Mientras, disfrutarían de la ceremonia de la luna y se dejarían llevar por la naturaleza.
Pasada la ceremonia, Dante y Daniel se prepararon para regresar. Harold estaba ansioso, debía marcar a su mate, Alan. Los chicos estaban extrañados de que aún no lo marcara, al parecer el Omega tenía miedo de cómo lo tomaría. Era humano podría rechazarlo. Al pensar en esa idea, Daniel se sentía muy mal por el Omega.
Estaban en casa de su padre, tomando el desayuno. Cuando un Harold muy alterado llegó a la mesa.
- Layne, se ha ido- dijo sin aire. Los hermanos se miraron alarmados.
- ¿Ido? - preguntaron al mismo tiempo, enojados.
- Alan- explicó el Omega- dijo que la vinieron a buscar, debía prepararse para lo que tiene que enfrentar.
- ¿Quien la vino a buscar? -indagó Daniel, asustado por lo que podría pasarle a su mate, sin su protección.
- Lord Aheorio- todo quedó en silencio. Cada persona en esa habitación reconocía el nombre del mago y su poder- al parecer fue elegido como su guía.
- ¿Porqué diablos no nos espero? - Dante se levantó de la mesa, lleno de ira y preocupación- somos sus parejas y betas. No debería ir a ningún lado sin nosotros- declaró golpeando una pared.
- Ella necesita desarrollar sus habilidades- la defendió Harold - al lado de ustedes no podrá hacerlo, la abruman.
Daniel y Dante se miraron, debían buscarla y encontrarla. Se pusieron en acción al instante.
- debemos regresar a su casa y hablar con sus padres- dijo Daniel.
- No deberían hacerlo- Harold declaró asustado - es mejor esperar a que ella los busque.
- ¡Claro que no!- gritó Daniel fuera de sí- ella nos pertenece.
- Hijos - Su padre les llamó la atención- deben tener cuidado, ella está en un estado frágil, perseguirla no dará buen resultado. Creo que deben obedecer a lo que Harold recomienda.
Ambos hermanos salieron molestos del lugar, el sólo pensar en esperar era impensable. Ella necesitaba su protección. La buscarían hasta el final de la tierra. Comenzaron a preparar todo para salir lo antes posible. En pocos minutos, ya estaban listos para partir. Su padre les miró con desaprobación, como alfa podía obligarlos a quedarse. Pero ellos debían aprender por experiencia propia, lo que la impaciencia provoca.
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- no es ella- declaró alterado el viejo- después de hacer las pruebas pertinentes, descubrimos que no es hija de Wolf, señor.
El anciano se sintió enfermo. Descubrir que tus sospechas son ciertas, le llenó de ansiedad. Ella no podía estar viva, llevaban mucho tiempo controlando a las hembras de las manadas. Les había llevado varias generaciones quitarle lo alzadas y liberales. Ahora con esta nueva amenaza, todo el esfuerzo que se había invertido podría perderse.
Llamó a una reunión de emergencia, ellos debían tomar decisiones. Tenían que ser rápidos o todo por lo que habían luchado se perdería en las manos de una hembra.
- Estúpido, Wolf - gritó las paredes de su habitación.
Unos minutos más tardes, estaban reunidos los ancianos. Todos tenían una mala cara, sabían a lo que se enfrentaban. Desde hace milenios, se había acordado omitir el poder que tenían las hembras en la manada. Se les había educado como instrumentos y nada más.
Cuando alguna nacía con ideas liberales, era sacrificada de inmediato. Ahora está niña había escapado de su muerte. Ya era una mujer, preparada para tomar posesión de su manada.
- Debemos saber, donde se encuentra- dijo el más viejo del consejo. Pertenecía a una de las familias más prominentes y poderosas. Era un hombre de gran tamaño, su rostro estaba lleno de cicatrices. Marcas de sus enfrentamientos contra aquellos que quisieron pasar por encima de él.
- Traigan a los Wolf, ellos deben saberlo- dijo Ario. Éste era, el más cruel de los ancianos. De pocas palabras, sus acciones siempre generaban muerte a su paso.
Un grupo de Deltas, fueron enviados a buscar al líder de los Haiman. Mientras, los ancianos debían diseñar un plan que les permitiera ganar el tiempo que habían perdido al dejarla viva.
Decidieron inciar una campaña contra ella, darían a conocer que ella traería caos y guerra a cualquier manada que la tomará como su líder. Sí aún así, la manada le daba acogida, dicha manada sería castigada con la muerte.
Comenzaron a buscar sitios donde Wolf pudiese criarla, sin que el consejo lo descubriese. Estaban preocupados que el consejo paranormal supiese de esta situación. Sí decidían hacerse cargo, sería el fin de esta generación. Pasaron horas peleando y analizando las posibles soluciones. De pronto, descubrieron que debían saber a ciencia cierta, cuales alfas les eran leales ciegamente. Pues aquellos que no lo estaban, debían morir.
Sí, no había duda. Pronto habría una guerra y temían que sería la más sangrienta de su historia.
¿Que creen que les pase a los padres de Layne? ¿Que opinan de los hermanos?
Nos leemos pronto...
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Nacida para Pertenecer (Borrador)
WerewolfEl mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...