Capítulo 8

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Dos años después...

Layne

- Juega conmigo, Nane- me pidió Jayden. Es mi nuevo hermanito, ya casi estaba por cumplir dos años.

Cuando lo vi por primera vez, supe que estaba enamorada. Era tan pequeño, sus manitas y esos grandes ojos color miel. Con ellos lograba lo que se proponía. Melannie lo cuidó los primeros meses, después regresó al trabajo. Pase de trabajar en el bar a cuidar a mi hermanito.

Soy muy protectora con él, voy a clases en la mañana y paso toda la tarde a su lado. Se ha convertido en mi mundo. Él  ha sido un bálsamo sanador. Salí del colegio y ahora estudio administración de empresas en la Universidad.

Durante estos dos años, he seguido con el Doc, sigo sin confiar en nuevas personas. Mi ansiedad y paranoia han desaparecido. Descubrí que mi sensación de persecución estaba en mi mente, al no recordar lo sucedido. Mi psique estaba en constante alerta.

Tengo nuevos amigos, aún me cuesta tener una vida normal. Me cuesta salir e ir de fiestas. Ni hablar de tener novios, todavía me cuesta que un chico se me acerque y me toque.

- Nane, teno habre. Quiedo papitas- sonrío, Jayden aún no habla bien, por lo que no dice las palabras completas.

- Esta bien, peque. Déjame las cocino para ti. ¿Quieres malteada de chocolate? - le pregunto, aunque sé la respuesta.

- SÍ, COCOLATE!!!- grita mientras salta a mi alrededor.

Le preparo de comer, me gusta cocinar. Cuando preparo la comida, me siento feliz de poder hacer los platos favoritos de la casa y complacer peticiones. En estos dos años, me he fusionado con mi familia. Le digo abuela a Sofía y Rafael. Y ellos me tratan como su nieta, están muy pendiente de mis avances.

Terminamos de comer, preparo a Jayden para su siesta de la tarde. Aprovecho ese tiempo para estudiar. Estoy en mis finales, debo salir excelente. Porque estoy becada, mis buenas notas son la condición de mantenerla.

Me paso la tarde estudiando, Jayden se despertó, lo preparo para salir, hoy tiene una cita de juegos con un amiguito. Eso me dará tiempo de finalizar de estudiar.

Escuché el timbre sonar, es la madre del amiguito de Jayden que viene a buscarlo. Al salir, la casa queda en un silencio inquietante. Aún me pone nerviosa quedarme sola.

Me duele el cuello y tengo un severo dolor de cabeza. Escucho la puerta abrirse, me pongo en alerta esperando ver quien llegó.

- ¿Layne?- escucho que dice Ángel- ¿estás en casa?

- ¡Aquí en mi cuarto!- respondo, lo veo posarse en el marco de la puerta con su gran sonrisa.

- ¿Qué  tal ha ido tu día? - pregunta ansioso. Siempre está atento a mis cambios de humor.

- Bien, me preparo para mis finales- se acerca, besa mi frente.

- ¿Te sientes mal?- siempre sabe como me siento.

- Me duele la cabeza- le respondo.

- Descansa un rato, voy hacer la cena. ¿Dónde está Jayden? - me mira atento.

- Tenía una cita de juegos- observo mi reloj- deberían traerlo en una hora.

- Ok, estaré pendiente. ¿Qué te gustaría para comer? - Siempre me consciente. Eso me hace sentir tan amaba.

- Lo que quieras, me voy a tomar una pastilla y tomar una siesta para ver si se me pasa. Espero sentirme mejor antes de que llegue Jayden- siempre que está en casa se me pega cual lapa, incluso aunque tiene su cuarto le gusta meterse en mi cama por las noches. ¡Es tan bello!

Nacida para Pertenecer (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora