Richard Wolf era un hombre solitario. Ser alfa de una manada tan grande como la Haiman, era un desafío. Su vida no había sido fácil. Tenía veinte años cuando se enamoró de su esposa, ella era su compañera. Él era un hombre desterrado de su manada, al nacer alfa y no ser hijo del Alfa actual, era un peligro.
Por lo que le dieron dos opciones o se iba de la manada o moría. Se marchó en silencio, era muy joven para desear el puesto de su alfa. Aún estaba disfrutando de la juventud. Decidió vivir lejos de las manadas, su alfa le había dado opción, pero un desconocido no lo haría.
Consiguió un trabajo como herrero en un pueblo, donde se dedicó a ser un simple humano. Disfrutó de las chicas del lugar, creó amistades. Esa fue su época más feliz.
Unos amigos lo convencieron para viajar y pasar un fin de semana en la costa. Estaban repostando en una estación de servicio, cuando la vio. Era una hermosa chica delgada y de cabellos color miel. Su sonrisa iluminaba todo el lugar, era atenta y extremadamente dulce. Sus ojos eran verdes. Y al verla por primera vez, su aroma lo enloqueció. Había encontrado su mate y era humana. Era perfecto, podría seguir con su vida lejos de las manadas.
Se quedó en su pueblo para conocerla y comenzar a enamorarla, después de todo ella era humana, no lo reconocía como su pareja de vida.
Helen era una mujer muy inteligente y curiosa. Disfrutaba las conversaciones con ella. Estaba estudiando en la universidad para ser maestra. Amaba los niños y soñaba tener una familia grande. Había perdido a su madre unos años atrás y su padre sufría de demencia senil, por lo que estaba sola en el mundo.
Richard le costó obtener una primera cita con ella, era desconfiaba y no quería apegarse a nadie. Estaba sufriendo mucho con la pérdida de sus padres.
Pasaron dos meses maravillosos, entonces él le hizo la petición. Se casaron en un juzgado la siguiente semana.Se mudaron a vivir en una pequeña casa. Richard se dedicó a trabajar, mientras ella continuaba los estudios y trabajaba medio tiempo en un restaurante como camarera.
Estuvieron tranquilos y felices por casi un año, hasta esa fatídica noche. Helen estaba finalizando su jornada, Richard la esperaba en el bar del restaurante.
Richard había tenido un mal dia, estaba cansado y de mal humor. Entonces escucho a su mujer gritar. Se levantó como un rayo, intento ubicarla con la mirada. La encontró al fondo del local, estaba siendo magullada por un hombre de casi dos metros de alto y barba desaliñada.
Supo en el instante que lo vió que era un alfa. Su instinto funcionó en automático. Se acercó y le golpeó el rostro. Éste soltó a su esposa, entonces noto que no estaba solo. El tipo lo miró y lo reconoció.
- ¿Sabes lo que significa esto? - le dijo en un susurro.
Sí, sabía lo que significaba. Él era alfa y acababa de desafiar a un Alfa. Lo que significa que alguno de los dos moriría hoy. Pero no podían pelear en el lugar, los humanos de este pueblo desconocían la existencia de los lobos.
- ¿dónde?- respondió él. Recibió las indicaciones de la dirección.
Un ahora más tarde Richard estaba en medio del bosque, el tipo del restaurante le esperaba. No tuvo tiempo de hablar, cuando el tipo se transformó e inició el enfrentamiento que terminó en la muerte del tipo.
Sus acompañantes, le miraron y quedaron en silencio unos instantes mientras entendían la situación.
- Alfa, bienvenido a la manada Haiman- indicó el que parecía ser el beta de la manada. Mientras los demás bajaban sus cabezas en signo de sumisión.
Richard estaba sorprendido, no esperaba que el idiota fuese alfa de una manada. Su pesadilla se había hecho realidad, ahora le pertenecía una manada. Le gustase o no, debía hacerse cargo de ella. ¿Cómo se lo explicaría a Helen?
Una semana más tarde, iba de camino a su nueva manada. Helen no le dirigía la palabra, pero de igual forma lo acompañó. El pueblo de la manada era grande, tenía unos tres mil ciudadanos. Richard se sentía abrumado, no fue entrenado para guiar una manada. El beta del anterior, lo guío y presentó a cada persona del pueblo.
Aunque no le conocía, confiaba en él. Marc era su nombre, era un poco más joven que él. Desde que llegó a la manada estuvo muy ocupado para resolver su problema con Helen. Lo que fue una historia de amor, ahora solo era costumbre por su parte y hasta hastío.
Compartían habitación, tenían relaciones, pero Helen ya no sentía esa afinidad con él. Richard tampoco hizo un esfuerzo por arreglarlo, ella estaba siendo dramática y en algún momento, según él, lo entendería y hasta lo comprendería.
Pero no sucedió, ella no quería perder a la única familia que tenía. Así que se conformó con ser la luna de esta manada. Unos meses más tarde de su llegada, Helen quedó embarazada. Richard estaba muy emocionado y por unos meses volvió a ser el mismo hombre del que ella se enamoró.
Al dar a luz, todo cambio. Un evento que nadie imaginó, sucedió. Y Richard sin hablarlo con Helen tomo una decisión, que acabaría con el poco amor que ella sentía. Días después del nacimiento, fue anunciado el fallecimiento de la criatura. Nadie supo exactamente qué sucedió. Solo que fue un niño y que inesperadamente murió.
Helen cayó en una depresión profunda, dejo de hablar. Richard no sabía que hacer, sin que su pueblo lo viera como una debilidad. Así que hizo lo que creyó mejor, se volvió duro y cruel contra su esposa.
Ella dejó de ser una persona, para convertirse en un mueble más del hogar. Y como un mueble dejó de hablar o incluso sentir. Vivía abstraída en su mente. Su esposo solo notaba su existencia para tener sexo, ella lo dejaba usarla. Era una mujer que lo había perdido todo y estaba rota.
Dos años más tarde, Helen volvía a estar embarazada. Un poco de esperanza la lleno de vida y aunque no volvió a hablar, si sonreía y se ilusionaba por la nueva vida que esperaba. Al dar a luz, este hijo también falleció. Esto se repitió en dos oportunidades más. Richard se sentía mal. No sabía cómo darle al pueblo un futuro líder y a su esposa una razón para vivir. Al cuarto intento, nació un varón. Este si estaba lleno de vida, era de hermosos cabellos, como su madre. Sin embargo, no todo podía ser felicidad, había nacido para ser delta. Por lo que, su padre, se decepcionó una vez más y se llenó de ira.
Como resultado, dejó de compartir con Helen definitivamente. La alejó de su puesto de luna, desde ese momento se dedicó a tener amantes. Las cuales le dieron hijos, pero ninguna le dio un alfa.
Cada año se sentía más atribulado, no tenía hembras para unir a un alfa de otra manada y no lograba tener un varón Alfa. Era tosco y ahora le gustaba hacerse respetar a través del miedo. Abusaba de las mujeres y bebía todo el tiempo, no era feliz y nunca lo sería. Maldecía el día que mató al alfa de esta manada.
Buenasss!!!
Nuevos personajes, ¿Qué opinan de Richard? ¿Qué les parece Helen?
Nos leemos pronto...
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Nacida para Pertenecer (Borrador)
WerewolfEl mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...