Nacida para Pertenecer (Borrador)

Capítulo 40

Layne sintió como su piel ardía. Su centro estaba húmedo, pequeños escalofríos. Se despertó, abriendo poco a poco sus ojos. Se sorprendió al descubrir, que no estaba sola en la cama.

Dos pares de ojos la miraban con deseo. Se sintió abrumada por la necesidad de tocarlos y sentirlos. Dante y Daniel, estaban atentos a sus necesidades.

Daniel inició besándola, en el tobillo. Haciendo un camino hacia el interior de sus muslos. Ella abrió sus piernas en respuesta al estímulo. Tenía miedo de tener un ataque de pánico, pero también estaba muy ansiosa por terminar el acoplamiento con sus mates.

Dante tomó posesión de sus labios, gimió en respuesta. Permitiendo que tomase todo de ella. Los amaba y quería que se sintieran libres de hacer con ella lo que quisieran.

Daniel, abrió sus labios y soplo en su botón del placer. Layne curvo su cuerpo en respuesta, buscando más roce con los labios de Daniel. Dante rellenó sus manos con sus senos y masajeó suavemente.

Layne se sentía abrumada, todo su cuerpo gritaba por obtener más placer. Dante arañaba la piel de su cuello con sus colmillos. Sentía dolor y placer, todo a la vez.

Daniel le succionaba su clitoris y cuando veía que Layne estaba por llegar, lamía sus labios y los bordes de su clitoris. Cuando su excitación bajaba, comenzaba la tortura de nuevo. Layne suplicaba, Daniel y Dante reían cual niños que están haciendo alguna travesura.

Ellos la dominaban en la cama, Layne era inexperta y aún insegura sexualmente. Le gustaba como la abrumaban con su tacto. Sabía que había llegado el momento de estar con los dos al mismo tiempo.

Dante le pasó a su hermano un tubo de lubricante. Su cuerpo se estremeció de temor. Daniel tomó el tubo y se dedicó de nuevo a alimentarse de su entrepierna. Era tanta la excitación que Layne sentía, que olvidó su temor sobre el sexo anal.

Daniel decidió distraerla dándole lo que le había negado, su lengua se dedicó a darle placer. Su botón de nervios estaba más grande de lo habitual, debido a toda su excitación.

Abrió sus labios vaginales, paso su lengua por su clítoris. Ella se desesperó, necesitaba llegar. Daniel tomó el tubo de lubricante y con su dedo recorrió el borde de su ano. Layne gimoteó. Los hermanos se miraron, ella estaba lista. Dante ayudo a Daniel a colocar a Layne en cuatro.

Dante colocó su miembro en su boca, quería mantenerla distraída. Daniel introdujo sin previo aviso un dedo por su entrada trasera. Layne gimió alrededor del miembro de Dante.

- Ufff eso se sintió bien, hermano - dijo Dante burlándose de la respuesta de Layne.

Daniel comenzó un vaivén con su dedo, mientras su otra mano jugueteaba entre sus labios vaginales. Layne estaba desesperada por correrse, pero sabía que ellos no la dejarían. Al menos no todavía.

Empezó a empujar contra el dedo de Daniel y él supo que estaba lista para otro dedo. Introdujo el siguiente, en respuesta Layne succionó con fuerza el pene de Dante. Haciendo que este se pusiera de puntillas.

Layne se sentía poderosa al controlar su placer. Ellos la hacían sentir la joya más preciada. Daniel aumentó el movimiento de sus dedos, al ver la respuesta del cuerpo de Layne, introdujo el tercer dedo. Layne estaba desesperada necesitaba más.

Sintió el momento en que Daniel, se colocó en la entrada de su trasero. Esperó ansiosa, necesitaba sentir algo más. Daniel tomó su botón de nervios y lo pellizcó. Entonces voló cual cometa, su orgasmo la desarmó al punto que no se dió cuenta cuando Daniel la penetró. Daniel comenzó a moverse con rapidez, Layne se unió a su danza. Dante observó fascinado como su hermosa mate se entregaba a la lujuria. Era tan hermosa.

Dejó a su mate disfrutar su momento con Daniel, observó estimulando su miembro. Layne curvo su espalda, se sentía incómoda, era un poco doloroso pero al mismo tiempo tan excitante.

Daniel detuvo sus movimientos, Layne levanto su vista hacia él. Quería saber la razón. Saco su miembro y se acostó en la cama. Layne estaba en una nube de excitación, no entendía que pasaba. Dante la tomó entre sus brazos y la ayudo a montarse sobre Daniel de espalda a él. Daniel volvió a penetrarla, está vez ella si sintió cada centímetro de su miembro perforarla. Quedó boca arriba con las piernas totalmente abiertas. Dante se subió a la cama, Layne tragó duro.

Dante la miró con ternura. Tomó la mano de Layne, para que fuese ella quien lo guiara dentro de su vagina. Temblando Layne obedeció. Cuando su cabeza se introdujo, sintió resistencia por parte de su cuerpo y un poco de dolor. Dante la detuvo, ella se sentía frustrada, deseaba pertenecerle a a ambos.

- Con cuidado, Nena. No queremos que te lastimes- regaño Dante.

Daniel la sostuvo por sus caderas, mientras Dante le tomaba la mano guiandola hacia su capullo de placer. Comenzó a explorar sus labios vaginales, Layne estaba muy sensible luego de su orgasmo. Entendió pronto lo que debía hacer, debía estimularse hasta que su cuerpo aceptará por completo el miembro de Dante.

Comenzó a realizar pequeños círculos y acariciar con suavidad su botón de nervios. Al hacerlo sus músculos respondían a la estimulación. Con cada toque Daniel enterraba sus manos en las caderas y gemía.

- Nena, eso se siente muy bien. No te detengas- expresó un muy excitado Daniel.

Layne comenzó acercarse lentamente hacia otro orgasmo. El miembro de Dante fue succionado lentamente por la vagina de Layne, hasta entrar hasta sus bolas. Todos suspiraron al estar totalmente conectados.

- Nena, no te muevas. Deja que Dante y yo hagamos todo. No queremos que te lastimes- ordenó Daniel. Layne ya estaba tan excitada que sólo dejo que hicieran con ella lo que quisieran.

Dante y Daniel se iban turnando, cuando uno entraba, él otro salía. Layne sentía ardor, dolor y mucho placer. Jamás creyó que esto podría ser tan bueno. Su cuerpo estaba en la cúspide de un nuevo orgasmo y se dejó ir. Sus músculos internos terminaron el trabajo, haciendo llegar primero a Daniel y luego a Dante. Ambos la mordieron marcandola con suya. Layne estaba sobrecogida por las emociones y se desmayó.

Buenaaaaassss, feliz Navidad!!! Espero haya disfrutado su Navidad y que les hayan traído muchos regalos.

Yo la pase cocinando junto a mi esposo, pero lo disfruté muchísimo. Luego me fui a camita temprano.

Aquí les dejo este capítulo on fire, quedé ardiendo. Espero que lo disfruten tanto como yo disfruté al escribirlo.

Nos leemos pronto...