Con el apoyo y consejo de Rose, Layne pudo conocer a todos los asistentes a la fiesta. E incluso disfruta y desenvolverse con mayor seguridad. Al terminar la fiesta, tenía muy claro quienes la aprobaban y quiénes no la iban aceptar.
Estaba exhausta, aún se sentía incómoda por el comentario de que sus mates estaban con ella por química y que no la amaban. Eso la había herido y si era honesta con ella, ahora dudaba de su relación con ellos.
Necesitaba pensar y organizar sus ideas. Así que esa noche, quizo dormir sola. Cerró su conexión con sus compañeros. Quería desconectar de todo, se estaba dando cuenta que su vida, a partir de esta noche, cambiaría para siempre. No habría descanso o tiempos personales, debía entregarse de lleno a cuidar de su manada.
Su manada. ¡Dios! Ya los veía como suyos. Las palabras "estaban muy enamorados" seguían repitiéndose una y otra vez en su mente. ¿Sería verdad? ¿Daniel y Dante, solo estaban reaccionando a sus impulsos naturales?
Layne no quería vivir así. Toda su vida le había faltado el amor. No estaba dispuesta a vivir, de los desechos de otras. Y menos, vivir con dos hombres que estaban enamorados de otras. Prefería estar mil veces sola.
No aguantó mucho más, comenzó a llorar desconsolada. Quería hablar con su familia. Necesitaba escucharlos y sentir su amor.
- Hola- contesto Melannie al otro lado del teléfono. Solo escuchar su voz, comenzó a surtir efecto sanador sobre su mal herido corazón.
- Hola, Mela- contesto con voz dolorosa.
- Layne, ¿Qué sucede?- preguntó ansiosa Melannie.
Durante casi una hora se desahogo, llorando cual niña pequeña. Hoy se sentía muy sola y asustada, tal como el día que huyó de la casa hogar. Melannie la escuchó atenta, Ángel también estaba al otro lado del teléfono.
Angel quería proteger a su pequeña. Odiaba escucharla tan triste. Cuando ya no quedó nada para decir, Layne quedó hueca y con una necesidad extraña de escapar.
- Layne, no debes dejar que tus dudas acaben la relación- comenzó Melannie a decir- si ellos no te aman, debes saberlo con certeza. No dejes que terceros dañen la oportunidad de ser feliz.
Layne le escuchó, pues no sabía nada sobre relaciones y ella tenía una gran responsabilidad en este momento para entretenerse con sus desvarios de amor.
- ¿Qué les digo? - pregunto ansiosa.
- fácil, diles lo que esas mujeres te dijeron y espera a ver sus reacciones y lo que te dicen. Presta atención a sus no verbales, sus reacciones físicas- Melannie hizo una pausa, para que Layne preguntara sus dudas. Sí las tuviese- lo más importante nena, es que sí ellos no te aman. Al menos piensa, que aunque duela. Lo estás sabiendo más temprano que tarde.
Layne se sintió morir, al imaginar que ese sería el desenlace. Comenzó a llorar, nuevamente.
- ¡Nane!¡Nane!- escucho a su pequeño hermanito llamarla, al otro lado del teléfono. Su corazón se aceleró y sintió como el sentimiento de amor la recorría. Jayden, ese si era un amor verdadero.
- Mi niño hermoso- respondió con amor.
- ¿Te sente malita, nane?-pregunto preocupado- toy a cudate.
Layne escuchó todas las historias que tenía por contar, su pequeño hermano. Y poco a poco, el sentimiento de tristeza lo fue dejando atrás. Se despidió de su familia, con el compromiso de una visita después de que fuese alfa.
Al colgar, se sintió sola y un poco perdida. Su cama era muy grande, decidió darse un baño caliente. Quizás así, todas esas malas emociones se irían con el agua.
Cuando salió del baño, el ver su cama vacía le dolió. Tenía que aceptar que ella estaba sola, quizás el amor no fue hecho para ella.
Tomo una almohada que aún tenía olor de Dante y la abrazo efusivamente. Mientras se recostaba en otra con olor a Daniel. Estabas tan agotada, que poco a poco se fue quedando dormida.
"Caminó entre la bruma, no sabía dónde estaba exactamente.
Recordaba que se había quedado dormida, ¿Seguiría dormida?
- Mi pequeña, Layne- escuchó una melodiosa voz de mujer- eres tan hermosa y haz logrado enfrentar cada uno de los retos que la vida te ha colocado.
Layne intentaba ubicar de donde procedía la voz. Poco a poco la bruma fue cediendo. Pudo notar una silueta curvilínea, que poco a poco se acercaba a ella.
- ¿Quien eres?¿Donde estoy? - indagó alarmada. Intentando descubrir el rostro de la dama.
- Tengo muchos nombres, pero tú debes conocerme como, madre naturaleza- dijo terminando de acercarse a Layne.
Madre naturaleza, era una hermosa visión. Parecía una hada. Su piel era un blanco muy pálido, parecía como si irradiara luz propia.
Los ojos eran de un precioso azul eléctrico, su rostro parecía de porcelana. Su sola presencia le transmitía paz.
- Mi pequeña hija- sus manos tomaron el rostro de una muy asombrada Layne. Esta sintió una corriente eléctrica, saliendo desde sus manos a su rostros. Layne quiso alejarse, ella se lo impidió.
- ¡Quieta! Mi visita tiene un fin- le dijo. Cerrando sus ojos, se quedó en silencio. Layne sintió calor y un sentimiento muy fuerte la abrumo haciéndola sentir, amada.
Pasaron unos segundos, Layne se sentía como nunca antes se había sentido. Sentía orgullo, satisfacción, gozo y alegría. Toda sensación de vacío desapareció, mientras el sentimiento cálido iba llenándola. Sintió deseo de sonreír y al mismo tiempo de llorar.
No sabía cómo reaccionar, Madre naturaleza seguía con los ojos cerrados. Cuando finalizó, Layne espero en silencio, pues estaba muy confundida.
- Jamás espere, que el mundo se dividiera. Cuando los creé, lo hice con todo mi amor. Quería darles la oportunidad de disfrutar y compartir. Pero, los machos se sintieron amenazados por la fortaleza de las hembras. Y decidieron dedicarse a hacerles creer que eran débiles. Que necesitaban de ellos para vivir felices.
Madre le dio la espalda, parecía apesadumbrada. Layne sintió vergüenza al darse cuenta del daño que las acciones de su mundo le hacían a ella.
Buenas... Aquí comenzamos a verle el queso a la tostada.
¿Qué harían ustedes ante la situación de Layne con sus mates?¿Le hablarían o terminarían la relación?¿Que opinan de Madre?
Nos leemos pronto...
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Nacida para Pertenecer (Borrador)
Hombres LoboEl mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...