El mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...
Jhon estaba muy nervioso, aunque conocia a Layne no estaba seguro de cuál sería su reacción a su pedido.
Lo había analizado desde hace más de un mes, sabía que solo podía conversarlo con ella. Sin su aprobación no podría seguir adelante. Y en realidad deseaba que ella diera su aprobación.
Espero paciente en la oficina de Layne. Sabía por su hermana que estaba desayunando y atendiendo a su pequeño hermano, como cada mañana.
Layne había decidido recibirlo de primero, sabía que eso tenía que ver por la relación de amistad que se había formado entre su hermanita y ella.
Camino impaciente por toda la oficina, realmente no quería darle una mala impresión a su Alfa. Estaba cansado de ser mal visto por las grandes familias en la manada.
Tanto odio y humillación lo habían llevado hace algunos años atrás a marcharse, por una temporada de su manada. Pero al final debió regresar, no podía seguir comportandose como un niño malcriado. Después de todo era el mayor y debía dar el ejemplo.
-Te ves muy nervioso, Jhon- se sorprendió al escuchar a Layne. Estaba tan absorto en sus pensamientos que no la vío entrar en la oficina.
- Alfa, buen día- saludo con respeto.
- Eres de confianza, puedes llamarme Layne. Cuéntame qué te tiene en ese estado de alarma.
Layne le indico para que se sentase, mientras ella tomaba asiento al frente de la silla que le había indicado. Jhon inspiró profundamente, tenía miedo de ser juzgado y solo quería poder vivir libre sin afectar a su familia.
- Deseo tu autorización para marcharme de la manada- informó muy serio. Layne se alarmó, no esperaba que él fuese alguien que rechazara su mandato.
- ¿Estás en contra de mi mandato? - preguntó con el corazón oprimido. Jhon se alarmó al ver que Layne le había mal interpretado.
- No, para nada, Alfa. Yo ...- Se detuvo sin saber cómo continuar- necesito confesarte algo, pero primero deseo pedirte que si decides al finalizar mi historia castigarme, eso no afecte a mis hermanos.
Layne le observó, pensó en leer sus pensamientos. Pero con los días había descubierto que aunque era un excelente poder, solo le enseñaba perspectivas y no los sentimientos de la persona. Lo que muchas veces le llevaba a malinterpretar.
Observó su cuerpo, lo estresado que se veía y decidió darle el beneficio de la duda, esperando se explicase.
- Jhon, no pretendo castigar a nadie sin razón. Jamás castigaría una familia por los pecados de uno de los integrantes. Creo y espero ser lo más justa posible con aquellos que me han confiado sus vidas. Así que sí no te quieres marchar por mí, explícame la razón para que Rose se quede sin su hermano.
Jhon estuvo unos minutos en silencio sopesando que tan honesto podía ser. Estaba cansado de guardar este secreto y necesitaba liberarse. Observó a su alfa y asintió aceptando su destino.
- Hace unos cuatro años logré tener mi edad adulta, desde que quedamos huérfanos las familias más prominentes nos han dado la espalda y rechazado, la verdad aún no sé la razón- Quedó en silencio a la espera de que ella lo supiese.
-Te pido disculpa, la verdad es que aún no me he dado la tarea de investigar. Pero me comprometo hacerlo en lo que terminemos está reunión- Respondió Layne- Continúa por favor.
- Como adulto, me correspondía comenzar a ganarme la vida y ejercer un cargo en la manada. Sin embargo, por alguna razón no se me permitía. Una noche tuve una pelea y en mi molestia me marché de la manada, sin autorización. Para no ser mal visto por mi especie, me marché a una ciudad humana.
Layne comenzó a sentir alarma. No está permitido que los lobos habiten en ciudades humanas, pues las leyes impiden que se muestren como tal a los humanos. Al menos sin previa autorización.
- Llegue a un pequeño pueblo, me parecía perfecto pues tenía bosques amplios dónde podría correr como lobo sin generar pánico. Y allí me quedé. En unos meses conocí a mi mate.
- ¿Una humana? -interrumpio Layne.
- Sí, nunca le dije quien era. Durante meses disfrute de nuestro amor.
- ¿La marcaste?
- No, aunque mi lobo lo exigía. Pero no pude hacerlo. No quería engañarla. Y mi naturaleza cada vez era más apremiante, hasta una noche en la que casi la muerdo. Y entendí que no podía castigarla a una vida de desprecio y humillación. Así que me marché y volví a la manada. Arthur me aceptó y comencé a trabajar por mi cuenta. Todo continuo tal como antes, el desprecio y la humillación. Con la diferencia que mi lobo y yo estábamos desolados.
- Llevas más de un año desde que regresaste-Jhon asintió corroborando esa información- ¿Qué ha cambiado para que vengas a contarmerlo?
- De un tiempo para acá, solo sueño con ella. En mis sueños la veo en riesgo. Mi lobo intenta salir y controlar la situación. Cada vez es más difícil controlarlo. Temo que si no voy en su busca, él entrará en acción y terminará en desgracia.
Quedaron en silencio y Layne aprovechó para leer su mente. Logro verla y todo lo que vivieron. Ella sabía lo que se sentía estar lejos de tu mate. Como humana ella solo pasaría por un despecho, pero para un lobo era el fin.
- Quiero que me des la ubicación exacta de donde se encuentra tu mate y me des unos días para darte mi decisión.
Jhon sintió pánico, pues darle su ubicación podría ponerla en riesgo. Tenía que decidir confiaba la vida de su mate a su nueva alfa o no.
-Jhon- llamó Layne al ver su lucha interna- entiendo que no tienes porqué confiar en mí. Pero necesito que lo hagas, prometí protegerte al convertirme en Alfa y eso incluye a tu pareja. Dame sus datos y decidiré cual es la mejor manera de solucionar el abandono a tu mate.
Jhon acepto, no podía entrar en guerra con su alfa, eso pondria en mayor riesgo a su mate. Con reticencia le entrego la información y se marchó esperando la respuesta de su Alfa.
_________
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
