El mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...
El día inició bien. Dante y Daniel, se habían levantado más temprano, que su mate. A quien dejaron descansar unas horas más. Pues en los últimos días, había trabajado casi sin descanso. Y ambos sabían que se sentía presionada a ser la mejor líder, para su manada.
Faltaba un solo día, para hacer la ceremonia de unión. Allí Layne sería nombrada alfa de la manada. Sospechosamente Los últimos días habían estados muy tranquilos. Eso tenía a todos muy tensos.
Daniel se sentía orgulloso, pues tenía la certeza que las personas dentro de casa, eran personas de su entera confianza. Había dedicado muchos días, a entrevistar e investigar a quienes estarían en su hogar.
Cuando alguno mostraba algún signo de rechazo a Layne, era immediatamente descalificado para el cargo. Dante por su parte, se había dedicado a organizar al grupo delta que serían los más cercanos a su mate.
Cada persona la había escogido Arthur, para luego pasar por el escrutinio de Dante.
Dante y Daniel salieron de la habitación. De inmediato sintieron el cambio de ambiente. Todo era un corre corre de un lado a otro, para finiquitar los arreglos de la ceremonia. Durante la semana se habían estado recibido a los invitados de otras manadas.
El día de hoy, debería llegar los ancianos que faltaban del consejo de lobos. Por su parte el paranormal, había llegado dos días antes. Se habían dedicado a revisar toda la seguridad del evento y a tomar precauciones en caso de que algo saliera mal.
Mientras iban de camino a la oficina, los hermanos fueron interceptados para responder preguntas en referencia del evento o dar alguna instrucción. Ambos están muy emocionados, pero también asustados. No sabían lo que su mate tendría que enfrentar.
Caminaba por el bosque, ya se había acostumbrado hacerlo. De alguna forma el lugar era su rincón seguro. Pero esta vez, se sentía ansiosa. No entendía la razón, pero indudablemente sabía que algo pasaba.
- Pequeña- dijo a su espalda, Madre Naturaleza. Layne la observó, era hermosa- ha llegado un momento importante en tu vida. Dónde deberás elegir el bien de tu manada o el bien de un ser amado.
- ¿De qué hablas?- dijo ansiosa Layne.
- Tu hermano y su madre, se los han llevado- Layne sintió como si le hubiesen dado un golpe en el estómago- los van a usar en tu contra. No puedo decirte lo que debes hacer. Lo que si puedo decirte, es que tiene el poder y la capacidad de resolver esta situación.
- Si no me vas a decir cómo resolverlo. ¿Para qué me lo dices? - dijo alterada Layne.
- Porque necesitas saberlo antes que te llegue el chantaje, debería llegarte en el transcurso del día. Para ese momento debería tener claro, los pasos a seguir. Layne, recuerda que no debes tomar decisiones con el corazón. Eso sería desastroso. Y es lo que espera el enemigo.
Layne despertó, su corazón estaba desbordado. Tenía un nudo en el estómago. Melannie y Jayden estaban en peligro debido a ella. Por su conexión, informó a sus betas que necesitaba una reunión de emergencia.
Se dió un baño rápido, mientras intentaba controlar sus emociones. Al llegar a su oficina, la esperaban sus mates y Arthur.
- Melanie y Jayden han Sido secuestrados- dijo mientras limpiaba una lágrima de su mejilla. Los tres se miraron ansiosos y preocupados.
- ¿Cómo lo sabes? - pregunto Arthur.
- Solo lo sé. Debemos esperar la nota donde sin duda me amenazaran. Mientras llega- dijo caminando hacia Arthur, colocó sus manos sobre los hombros del hombre. Era una visión graciosa, pues Layne era muy pequeña, comparada a Arthur, pero un así podías ver su poder.
- Necesito tu consejo, no puedo decidir con mis emociones tan alteradas- suspiro frustrada, Arthur la miró con ternura- ¿Qué harías tú? Jayden es mi mundo. Siento que moriré si lo pierdo.
- Si se los llevaron, es para exigirte que no te presentes en la ceremonia. Para que no ocupes tu puesto de alfa- Dijo Daniel.
- el poco tiempo que tengo antes que me lo hagan saber, debo poder ubicarlos- Layne se dijo así misma en voz alta.
- Layne debes tener presente si no logras encontrarlos, ¿Qué harás? - Layne no quería imaginar ese escenario, pero debía hacerlo.
- Yo tendría que escoger entre la manada y mi familia- dijo en susurro- y como líder...- su frente estaba perlada de sudor- tendría que elegir a la manada. Y ellos morirían por mi culpa.
No resistió más y lloro desconsolada. Su pequeño hermanito moriría y ella sería la responsable. De pronto se sintió más angustiada.
- Dante, ¿Qué sabes de mi madre? - Dante se acercó a su pareja. La rodeo con sus brazos, quería transmitirle su fuerza.
- Hablaré con tus hermanos y mandaré con ellos a un equipo delta, para que los movilicen hasta nuevo aviso- le dijo, regalandole un beso en su frente.
- Hazlo, ya- ordenó Layne- yo mientras debo buscar la forma de ubicar a mi hermano y Melannie.
- Daniel, busca a Harold y pide a Alan que averigüe por su cuenta, como están las cosas por casa.
Todos salieron de la oficina a cumplir sus tareas. Arthur observó atentamente a Layne, se veía muy ansiosa. Necesitaba aprender a guardar la calma. Sino las consecuencias serían mortales.
- Debes tranquilizarte, necesitas mantenerte concentrada. Sé que no es fácil, pero muchas veces como alfas debemos quitar ignorar nuestros sentimientos. ¿Qué harías si ese niño no fuera tu familia, pero perteneciera a la manada?
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Hola, perdón por el olvido. Estamos llegando al final de esta historia y me está costando despegarme de ella.
