Ángel había visto con asombro como Layne, respondía a su voz. Él estaba a su lado, no la había tocado, aún así ella respiraba aceleradamente. Sus mejillas que habían estado pálidas ahora mostraban color.
No entendía la conversación, él hablaba como si ya se hubiesen conocido. Pero él sabía, que ellos no se habían presentado. Entonces decidió interrumpir su monólogo.
- Layne, ¿sabe tú nombre?
- No. Que estúpido soy- dijo mirando fijamente los hermosos ojos azules de su mate. Soy Daniel Garrone y mi hermano se llama Dante.
Ella se dio cuenta de que su hermano faltaba. Recordó la golpiza. Se desesperó y comenzó a llorar desconsolada. Ángel se levantó de su silla dispuesto a finalizar la visita. Daniel se levantó, se acercó a la cama y sentó en sus piernas a Layne. Eso alteró a Ángel. Ella odiaba que un extraño la tocara. Pero sorprendentemente, Layne se acurruco en su pecho llorando.
- Shhhh, tranquila. Dante está bien- le calmó Daniel. Sus manos le daban suaves masajes en la espalda- ¿Te gustaría verlo?- ella asintió de inmediato.
Daniel observó a Ángel, él entendió el mensaje. Salió de la habitación a buscar al otro hermano. Se sentía muy extrañado, Layne nunca había sido tan complaciente con nadie.
Daniel espero a que Ángel saliera de la habitación. Levanto el rostro de Layne, la miro a sus ojos cristalinos. Pasó su dedo pulgar por su labio interior, ella se estremeció con el contacto.
- Te he extrañado, hermosa. Pero ¿sabes qué es lo que más extraño?- ella negó con la cabeza- probar tus dulces labios, muero por ellos.
Ella se paralizó, él se inclinó. Sin demora tomo sus labios. Su beso fue suave, no quería hacerle daño. Ella posó sus brazos sobre su cuello, profundizó el beso devorándolo con pasión. Estaba muy confundida, no entendía su comportamiento. Un deseo la consumía, necesitaba sentir sus labios.
Finalizaron el beso. Se miraron como dos Panteras midiendo su contrincante. Él no había notado lo hermosa que era. Ella sintió los músculos de su cuerpo. Sólo el pensamiento de tocarlo, le hacía agua la boca. Se sintió tímida, después de ese tórrido beso y se ocultó en su pecho.
Dante entró en la habitación, está vez Ángel no le acompañaba. Layne levanto la vista, se asombró al verlo en perfectas condiciones. Comenzó a llorar de nuevo, sabía que lo había dejado muy mal.
Dante se sentó en la silla frente a la cama. La tomo de los brazos de su hermano y la ubico en sus piernas. La abrazo con ternura, mientras le susurraba palabras de aliento. Ella dejó de llorar, poco a poco. Su aroma era distinto al de su hermano, era un olor a mar y coco. De pronto cayó en cuenta que estaba en sus piernas. Se levantó cual resorte.
Estaba avergonzada por su comportamiento. Ambos hermanos la miraron curiosos. Ella sentía calor y le dolía el centro de su cuerpo. Los deseaba a ambos, pero eso era una aberración. Sería jugar con ambos.
- Layne, no te avergüenzes de tus sentimientos- dijo Dante- sabemos que nos quieres a los dos- expresó como si fuese natural- siempre hemos compartido todo, incluso chicas.
Ella se sintió mal, no era una cualquiera. ¿Ellos lo creían así? Se disgustó e intento ignorarlos.
- Layne, necesitamos hablar contigo- Daniel se levantó y la acorraló entre sus brazos- ¿Quieres que te suelte? - Ella asintió- Pídemelo, sé que puedes.
Ella lo miró indignada, ¿Cómo se atrevía a tratarla así? La ira estaba tomando control de su cuerpo. Respiro intentando controlar su molestia, había aprendido por las malas lo que la violencia creaba.
- ¡Sueltame!- exigió.
Daniel se emocionó, había logrado su cometido. Ella había salido de su escondite. No pudo controlar su reacción, tomo sus labios con violencia. Ella intentó alejarse en un principio, luego se entregó a la experiencia. Gimió al sentir las manos de Daniel, recorrer su cuello y senos.
- Eres tan hermosa!!!- dijo mirándola intensamente- soy muy afortunado.
Un carraspeo les recordó que no estaban solos. Layne volvió a sentirse sucia y desvergonzada.
- No te avergüenzes- Le dijo Dante detrás de su hermano- eres nuestra. No debes sentirte mal por lo que deseas. Nadie tiene derecho a juzgarte. Eres libre de elegir.
Sin darle tiempo a reaccionar, también tomo su rostro, dándole un beso sencillo pero profundo en sensaciones. Layne jamás se había sentido tan fuera de lugar y al mismo tiempo tan libre.
- Sabes exquisito- dijo Dante. Layne aún estaba en brazos de Daniel- Podría ahogarme en tu sabor, nena.
La declaración le hizo sentir pequeños corrientazos por todo el cuerpo. Daniel se sonrió con su hermano, como quien comparte un secreto.
- Debemos irnos- dijo Daniel. Layne estuvo tentada a suplicar que no lo hicieran- pero debes prometernos - la miro a los ojos- que no seguirás comportándote así. Debes comer y mejorarte. Tenemos mucho que hablar, pero esperaremos a que te encuentres mejor.
La encerró nuevamente entre la pared y sus brazos. Pasó su lengua por su oido y bajo lentamente hasta su cuello. Sus senos se erizarón ante tal demostración. Cuando regresó a sus labios, ella estaba ansiosa por un beso. Sin preámbulos lo recibió. Tórrido y caliente, su cuerpo se erizó.
Sus ojos estaban cerrados cuando el beso finalizó, los hermanos se intercambiaron.
- Nena, eres tan hermosa- Dante le expresó. Mientras su mano le acaricia- sueño con el día en que estemos juntos.
Besó su nariz, besó una a una sus mejillas. Besó su labio superior, besó su labio inferior, besó su quijada. Le miró con sus ojos verdes militar y su sonrisa de pícaro.
Esperó a que ella logrará calmar su respiración. Después se inclinó lentamente a su boca. Comenzó un beso suave, sólo un toque. Como los que le había dejado en el rostro. Un gemido salió de su boca, él aprovechó para invadir su boca y descubrir sus tesoros.
Al finalizar el beso, le faltaba el aire. La dejaron pegada a la pared. Estaba mareada y muy confundida por las emociones que estaba sintiendo y todo lo que estaba sucediendo.
- Mañana estaremos aquí para visitarte- Dante la abrazo- espero que pongas de tu parte para estar mejor. ¿De acuerdo? - Ella asintió.
Ambos se quedaron parados esperando, no sabía que.
- Esta bien, me cuidaré - dijo incómoda por la forma como ellos la hacían sentir. Ambos le regalaron una hermosa sonrisa. Y se marcharon, dejándola vacía y con mucha necesidad.
Bueno aquí tenemos un capítulo más para que no digan que soy tacaña😍😍😍
¿Qué les va pareciendo la historia?
Nos leemos pronto...
ESTÁS LEYENDO
Nacida para Pertenecer (Borrador)
WerewolfEl mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...