El mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...
Layne tenía dos semanas sin ver a los hermanos, se sentía como una drogadicta, necesitada. El entrenamiento estaba siendo duro. Aheorio no le daba descanso, además el anciano representante de los lobos, Larson. Estaba enseñándole cada regla y normativa en el mundo de los lobos. Larson es un Omega, sin embargo conocía todo del mundo lobo.
Para Layne, era mucha información. Sin contar que no solo debía conocer el mundo lobo, sino todo lo paranormal. Aheorio, había insistido en ello. Lo malo es que no le explicó la razón. Con él siempre era igual, todo enigmático.
Las noches eran lo peor, la sensación en su piel no mengüaba. Cada vez era incluso peor, los sudores y el ardor eran insoportables. Larson, le explicó que así sentían los adolescentes lobos justo antes de realizar su primera transformación.
Pero como ella era Alfa, su transformación había tardado más de lo normal. Le estaban enseñando a desarrollar sus sentidos, como alfa estaría conectada con su manada, lo que implicaba que podía sentir sus emociones y leer sus pensamientos. Ella se había sentido muy mal la primera vez que había conectado con el Omega. Sintió un vacío dentro de su ser, náuseas y luego vómitos.
Larson se había burlado, le había dicho que era como un lobezno. Pero con la práctica pronto tendría control de sus habilidades. Lo peor era dormir, esperaba soñar con ellos, al despertar lloraba al ver que no había sucedido. Es como si la estuviesen ignorando.
¿Estarían molestos? ¿Porqué lo estarían? Aheorio, entró en el estudio, la miró detenidamente, para mover su cabeza en forma negativa. Él sabía que pasaba por su mente, ella lo odiaba.
- Deja de distraerte- le regañó, acercándose a la biblioteca. En los últimos días, Layne había leído como nunca en su vida- ellos deben entender que tú tienes que prepararte, es por tu seguridad.
- Lo sé. Lo más tonto, es que no sé porque me siento así- dijo Layne molesta - ellos no son nada mío. ¿Porqué deberían importarme?
- Layne, son tus mates. Eso en nuestro mundo es un matrimonio- dijo trayendo a la mesa dos libros gruesos. Layne suspiró frustrada- lo quieras o no, ellos son parte de tu vida. Pero sospecho que el no mostrarse en tus sueños es sólo una manera de manipular tus emociones. Debes aprender a controlar esa situación. Además te puedo enseñar cómo buscarlos en tus sueños, ellos no tienen el control.
Le miró en silencio, si ellos no deseaban hablar con ella, porque ella lo intentaría. No debía seguir pensando en ellos, tenía demasiadas cosas por aprender.
- Debes llamar a tu hermanito- interrumpió sus pensamientos Aheorio, levantándose de la mesa. Layne, amaba esa habitación. Era una hermosa biblioteca, cada pared de piso a techo estaba llena de libros. El olor era relajante para ella, las bibliotecas estaban construidas en madera oscura. Tenía hermosos ventanales que iluminaban todo el lugar, incluso en las noche podías disfrutar del cielo- tu ausencia le está haciendo mal. He pensado que podría venirse aquí con nosotros ¿Que opinas?
- ¿Puede? - pregunto ilusionada. El estar lejos de casa, estaba siendo muy díficil. Había pasado su infancia de casa en casa, sintiéndose una extraña. Con Ángel, por fin había encontrado su lugar. Él era su refugio, su familia, su amigo y padre.
- Llámalo, habla con Ángel. Sí acepta haré los arreglos ¿De acuerdo? - asintió muy emocionada, tener a Jayden cerca sería maravilloso, extrañaba a su pequeño hermano. Pero no creía que sus padres permitieran que viniera sin ellos.
- Lo haré, gracias- Aheorio, se dirigió a la puerta para dejarla sola nuevamente.
- Larson, quiere salir contigo esta noche al bosque- le comentó desde el portal- algo sobre enseñarte aullar a la luna- se fue dejándola sola con sus pensamientos.
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- No lo sé, Layne- digo Melannie al teléfono. Ellos la extrañaban. El más afectado había sido Jayden, lloraba todo el tiempo y le costaba dormir sin su hermana- déjame pensarlo, no me puedo imaginar alejarme de Jayden. Además que no sé cuánto tiempo estaría lejos de mí.
- Y sí, solo probamos unos días- dijo suplicante- él volverá a casa en cuanto lo pidas.
Melannie guardó silencio por unos minutos. Layne sentía el corazón desbocado, realmente quería una parte de su hogar con ella.
- ¿Nane?- escucho al otro lado de la línea, lágrimas salieron sin control.
- Jayden, bebé. ¿Cómo estás?- dijo entre lágrimas.
- Te tano- balbuceo entre lágrimas- ¿Te quielo vel?¿Cuándo viene?
Escucho a Melannie, preguntarle si deseaba pasar unos días junto a ella. Jayden comenzó a gritar, él estaba encantado de ir donde su hermana.
- Quielo tal, contigo nane- Layne no pudo soportarlo más y lloró desconsolada, extrañaba a su familia.
- Está bien - respondió Melannie al fin, en el fondo se escuchaba Jayden a gritos decirle a su papá que estaría con su hermana.
- Gracias Melannie- dijo Layne muy emocionada. Esta era una confirmación de que era parte de su familia y ella lo aceptaba al punto de darle a su hijo y confiar que lo cuidaría- te aseguro que lo voy a cuidar.
- Sé que lo harás. Por favor hazme saber quién vendrá por él- finalizó Melannie. Se despidieron, Layne se dirigió a la puerta esperando encontrar a Larson.
Al llegar a la puerto descubrió un lobo color caramelo, sentado en el portón. Tenía hermosos ojos miel. Era muy grande, si lo hubiese conocido antes de saber de sus raíces, hubiese corrido como loca huyendo de semejante animal. El lobo se levantó y comenzó a caminar hacia el bosque. Cuando ella no se movió, escuchó.
- ¡Sígueme! - en su mente. Larson era unos de los ancianos del consejo. Para Layne no se veía mayor a cuarenta años.
Con Aheorio intentó descubrir su edad, durante días ambos estuvieron jugando con ella al respecto. Por su bien decidió rendirse y dejar esa incógnita para otro momento.
Fue detrás del lobo, esté en un principio caminó. Luego sus pasos se hicieron más largos. De pronto lo perdió de vista.
- Hoy aprenderás a cazar. Para ellos debes primero reconocer mi aroma y buscarlo. ¡Búscame, Alfa! Vamos a ver cuánto tardas.
Layne miró alrededor buscando algún sonido que le indicase su ubicación. Al no detectar nada, se concentró. Conocía bien su aroma, debería ser fácil encontrar su rastro y ubicarlo, ¿Verdad?
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Aquí les dejo un nuevo capítulo. ¿Que opinan? ¿Layne logrará encontrar a Larson? ¿Jayden debería ir junto a ella?
