- Por favor- suplicó Layne.
Dante se colocó entre sus piernas. Sí ella estaba necesitada, él estaba ansioso por saber cómo se sentía poseerla.
La penetra lentamente, respiró profundamente intentando controlar su deseo de hacerlo rápido. Layne se siente llena, podia sentir el roce entre su cuerpo y el de Dante.
La dicha la envolvió al tenerlo junto a ella. No podía entender, la cantidad de emociones que sentía en ese momento. Dante le muestra sus colmillos, ella ofrece su cuello.
Él la muerde y todo al fin, se coloca en su lugar. Un calor los envuelve, terminado en un orgasmo. Dante continúo su danza, ella intentó volver a la realidad. Dante tiene el rostro lleno de sudor. Tiene una batalla interna entre dejarse llevar por el placer o alargar un poco más su agonía. Ella lo mira con ternura, mientras desplega sus colmillos. Se acerca a su hombro y lo muerde. Dante grita su nombre, Layne siente como su esperma la llena internamente.
Una paz la envuelve, sabiendo que ellos son sus mates, estaba muy asustada pensando como humana. Jamás creyó posible poder sentirse comoda con ellos en la intimidad. Sin embargo, él poder estar con ellos así, la ha hecho sentir amada.
Dante la tomó entre sus brazos, se acostó en la cama, sin sacar su eje dentro de ella. Ella deja salir un suspiro, no conocía lo que era ser feliz, pero sin duda debe ser parecido a esto.
- ¿Cuando regresará Daniel? - preguntó Dante.
- Estaremos solos está noche, mañana regresará- explicó ella, haciendo surcos en su pecho con su dedo índice.
Ambos quedaron en silencio, disfrutando de su compañía. Dante deseaba continuar disfrutando de su cuerpo. Pero se contuvo, sabía que Daniel había estado con ella, por lo que debía estar agotada. Beso su frente, la amaba tanto. Estaba ansioso de que ella comenzará a sentir lo mismo por ellos.
- ¿Tienes hambre? - Dante indagó, disfrutando de la nueva esencia de Layne. Ahora su aroma estaba combinado con ambos hermanos. Cualquiera que fuese lobo sabría que ella estaba tomada.
- Un poco- Layne comienza a reírse.
- ¿Qué sucede, nena?- indaga Dante, viendo su rostro sonrosado.
- Estaba tan nerviosa, que no he comido hoy- confesó Layne, insegura.
Dante besó la frente de Layne, saliendo de ella. La acostó, levantándose de la cama. Layne amaba la forma como ellos la atendían, como si fuese una princesa.
Vio caminar a Dante, admirando su culo firme. Un pequeño gruñido salió de ella, sorprendiendola. Dante la miró divertido.
- Te acostumbraras - comentó risueño.
- ¿A qué?- indago curiosa.
- Las expresiones de tu loba- Dante se acercó a la cama- Nuestro lobo, es dominante. Así que tenderá a gruñir, si se excita o quiere proteger. El gruñido es una advertencia a cualquiera que nos amenace. Porque después de eso, nuestra piel tiende a picar deseando la transformación.
Layne escuchaba fascinada, Larson intentó educarla, sobre ser loba. Pero estaba segura que esto, no se lo había enseñado. Dante la miró con intensidad, sin pensarlo se dejó llevar y la besó. Sus labios se exploraron mutuamente. Layne descubrió que su piel picaba, cada vez que alguno de los hermanos, la tocaba y besaba.
Dante usó sus manos para descubrir sus senos, acariciarlos suavemente. Layne dejó caer su cabeza hacia atrás, curvando su cuerpo. Dante jugó con sus pezones, disfrutando las reacciones de su mate. El estómago de Layne comenzó a sonar, haciéndoles sonreír a ambos.
- Voy a cocinar algo para ti, antes de que me comas - dijo jocoso Dante, alejándose a la cocina.
Layne se queda atontada observando su fantástico cuerpo. Pensando en lo afortunada que ha sido, al tener a estos hombres en su vida. Se va quedando dormida, después de todo ha estado tan ocupada entre los entrenamientos y sus sentimientos por los hermanos, que no ha podido descansar como es debido.
- Nena, despierta- las caricias dulces de Dante, la van despertando- Es hora de comer.
Dante le sirve la comida, en la cama. Juntos disfrutan de la comida. Dante le cuenta anécdotas de infancia. Layne disfruta esa intimidad que está naciendo entre ambos. Le entrega toda su atención, aunque se siente culpable. Pues con Daniel no tuvo la misma atención.
Eso le incomoda, pero decide planificar un tiempo a solas con él. Regresa toda su atención a Dante. Al terminar de comer, Layne sólo desea disfrutar del contacto piel a piel con Dante. Aprovecha el momento en el que Dante lleva los platos a la cocina. Cuando regresa lo sorprende, tirándolo a la cama y montándose sobre él. Dante disfruta viendo como su amazona personal lo monta, como si el fuese un caballo.
Layne está ansiosa por probar cada parte de su cuerpo. Desea explorar, con su lengua recorre sus mejillas y cuello. Escucha como Dante gruñe. Layne se siente juguetona, baja a sus pezones, saca sus colmillos y comienza a prodigar suaves mordiscos. La piel de Dante se estremece, su eje se siente a reventar, desea tomarla y poseerla. Sin embargo se reprime, este es el baile de Layne. Irá a la velocidad que ella toque.
Layne, clava sus colmillos en su vientre, generando una pequeña herida. Eso excita a Dante. Layne, besa su bajo vientre, después pasa de largo a sus muslos. Dante se queja con gruñidos, ella levanta su cabeza y se burla.
- ¿Ansioso?- inquiere Layne.
- No juegas limpio, Nena.
Ella sonríe y regresa a su exploración. Toma su eje, le prodiga suaves besos sobre su corona. Para después introducirlo de lleno en su boca. Los gemidos de Dante la aúpa a continuar su labor. Puede sentir que su lobo está cerca de tomar el control, por lo que decide acelerar su juego. Las caderas de Dante se sincronizan con la boca de Layne. Ella se siente poderosa, al ver el placer que le prodiga a su mate.
- Nena... me voy a correr- anuncia Dante. Y sin más se deja ir.
Esta semana ha sido llena de bendiciones. Ganar el concurso Flor de Loto Azul, alegró mi corazón. Me ayuda a ver cuan cerca estoy de cumplir mi sueño de poder mantenerme con mis palabras.
Les amo, gracias por leerme, apoyarme y darme sus comentarios. Son ustedes los que me han mantenido cuerda, durante estos años tan duros. Gracias😘😘😘😘
Nos leemos pronto...
ESTÁS LEYENDO
Nacida para Pertenecer (Borrador)
WerwolfEl mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...