Layne tenía los bellos de su piel erizados. Podía sentir la electricidad en el ambiente, mientras el maestro de ceremonia, llevaba acabo la Unión con sus mates.
Era una sensación extraña, podía sentir las emociones de todos en el lugar. Y eso era muy abrumador. Había estado tan concentrada en las emociones, que no había podido disfrutar de la ceremonia.
Volvió a la realidad cuando Daniel, tomó su rostro entre sus manos y la besó: Este beso se sintió distinto. Era lleno de pasión y calma, como si un pacto se estuviese cerrando.
Ella se doblegó ante el, dejando que su lengua la dominara. Jamás pensó que lograría encontrar un lugar donde sentirse segura. Mucho menos dos personas que la protegieran y amaran como ellos lo hacían.
Escuchó de lejos los aplausos y los silbidos de celebración. Observó a Dante quien tenía una deslumbrante sonrisa. Se acercó a ella, mirándola fijamente. Layne no pudo dejar de mirarle, no se dijeron palabras. Pero entendieron lo que cada uno quería expresar al otro.
Dante tomó entre sus dedos un fleco, que se había escapado de su peinado. La miró con ternura, acercándose lentamente. Tomando posesión de su compañera. Ella se relajó entre sus brazos. Lo rodeó con sus brazos, su lengua aceptó la invitación a bailar juntos.
- Alfa Arthur- anunció el maestro de ceremonia. Él subió al altar. Observó alrededor del lugar.
- El día de hoy, estoy muy complacido- comenzó a decir Arthur- no sólo mis hijos han encontrado a su compañera, sino que la manada a encontrado a su nueva alfa.
Un murmullo generalizado se propagó por el lugar. Layne sintió todas las emociones, quiso calmar a los que estaban en su contra. Sintió entonces como de su mente manaba una energía que se propagó por el lugar, entonces quedó en silencio.
- Hoy- Arthur se acercó a Layne- entrego mi puesto como Alfa de la manada. A partir de este momento, serás la guía y líder.
Layne lo observó con lágrimas en los ojos, por alguna extraña razón se sentía dichosa, pero al mismo tiempo aterrada.
- Acepto mi nuevo cargo y lo asumo con todo mi amor- indicó mirando a los presentes.
- ¡SANTA LUNA! ESTO ES RIDICULO- Grito Ario fuera de sí- ESTO ES ABSURDO, ¿DE VERDAD CREEN QUE ESTA NIÑITA PODRÁ GUIAR Y PROTEGER SU MANADA?
Layne se llenó de ira, ese hombre había dañado lo más preciado que tenía, quería verlo muerto. Pero debía demostrar que era sobre todo una líder.
- Si tan preocupado está de que sea líder- dijo casi en susurro. No por miedo, sino porque no iba a colocarse en su mismo nivel- tienes la oportunidad de quitarme mi cargo.
- Con gusto bruja- gritó Ario transformándose en lobo.
Daniel y Dante, se colocaron como medida protectora frente a su Mate.
- Los amo, pero debo hacer esto sola- dijo mientras los levantaba en el aire y los dejaba detrás de ella.
Ambos observaron sorprendidos, como pudo hacer eso. Layne camino con parsimonia a la salida.
- Vamos, perro. Arreglemos esto afuera- y salió dejando a todos sorprendidos.
Ario salió junto a todos los invitados. Layne se veía más grande y poderosa. Ario se sintió intimidado, pero luego recordó que solo era un estúpida niña.
-Hagamos esto -dijo sin más Ario, por conexión mental.
- No, aún no. Dejemos claro algo -indicó Layne- si me derrotas todo quedará tal cual está- Ario se sintió complacido con la idea- si te derrotó, los que aún no me aceptan, lo harán. Sin contradecirme.
Ario observó alrededor, sabia que al pelear con una alfa, la única forma de terminar la pelea y vencer, era con la muerte del contratincante.
Este no sería su primer duelo. Ario no había llegado a su cargo besando niños. Así que sabía que estaba más que capacitado para acabar con esa cachorra.
Caminó en su forma de lobo y la rodeó. Estaba harto de ver su cara de niña inocente. No era más que una arribista. Y él pondría fin a su reinado.
Arthur por su parte, debió detener a sus hijos. No podían interceder por su mate. Ella debía ganarse el respeto de su pueblo. Y sólo enfrentándose a Ario, sería respetada.
Todos salieron y rodearon a los dos. Layne se transformó, se escucharon algunos sonidos de sorpresa. Pues Layne era no solo una hermosa loba blanca, sino que su tamaño era el doble que el de un alfa normal.
Ario sintió temor, pero ya no había vuelta atrás. Acabaría con ella, así como había acabado con su madrastra y hermanito. Ahora sabía que si él moría, igual ella lamentaría existir.
Ario aprovechó un descuido de Layne y atacó su nuca. Ella chilló de dolor, pero rápidamente controló la situación. Se dió la vuelta y acorraló a Ario contra un árbol.
Sentía la necesidad de usar un poder, pero quería ganarle siendo ella. Rápidamente ambos estaban exhaustos y llenos de sangre, mientras el pueblo observaba fascinados el intercambio.
Layne dejó de fingir ser quien era y sin más soltó un bola de fuego, que explotó en la cara de Ario. Éste se desestabilizo, Layne aprovecho para clavarle sus dientes en su cuello y acabar con su vida.
Poco a poco, Ario dejo de luchar. Layne aún tenía su cuello entre sus fauces, cuando Ario volvió a ser humano.
El pueblo la miraba con recelo y al mismo tiempo con admiración.
- Bienvenida, Alfa- comenzaron a gritar. Layne se sintió aceptada y aún llena de sangre, comenzó su transformación.
Hola!!! Hoy finaliza el reto mundial de escritura. Este capítulo tenis días rumiandolo, aquí se lo dejo.
¿Qué opinan del final de Ario?
Nos leemos pronto...
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Nacida para Pertenecer (Borrador)
Loup-garouEl mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...