El mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...
Estaba nerviosa, como había pasado antes, su cuerpo estaba muy caliente y sudaba. Le dolía cada parte de su cuerpo, podía sentir los aromas con más profundidad. Su oído se había agudizado. Hoy era la luna llena, por fin podría hacer su primera transformación.
Durante el día Aheorio, había preparado el lugar y dado las instrucciones. Después de todo, está sería su primera vez que haría este hechizo. Estaba preocupado de que las cosas no salieran bien, tenía seis semanas estudiando los libros.
Dante y Daniel, estaban molestos. Ellos querían que la transformación sucediese de la Unión de los tres. Pero Layne, no se sentía preparada.
Aheorio, le había dicho que después de la transformación, su naturaleza animal la llevaría a consumar con los hermanos. Ella sólo deseaba poder tener control de su vida y sus temores.
Estaba más fuerte física y emocionalmente. Sabía enfrentarse a otros, sin inmutarse. Ya les había dejado claro a los hermanos, que no la gobernaban.
Se las pasaban peleando con ella, eso era algo que disfrutaba y no sabía la razón. Hoy estaba nerviosa, no podía quedarse tranquila. Además en una circunstancias tan importante, le hubiese gustado contar con Ángel.
Al menos podía sentirse más tranquila. Jayden estuvo con ella dos semanas. Él le mantuvo presente el hogar en la distancia. Despedirse de él, había sido muy difícil.
Escucho unos pasos a su espalda. Ya sabía quien era, pues su olfato ya estaba bien entrenado.
- Alfa, ya todo está preparado para esta noche- Dio la vuelta, para observar a su guía- Larson estará a tu lado, si todo sale bien. Tus compañeros se unirán a ti para poder correr libre por el bosque.
- Gracias, Aheorio- dijo Layne, regresando su atención a la ventana. Así podía ver a los hermanos entrenar.
Desde que estaban aquí, había tomado la costumbre de observarlos. Había sido criada como humana, así que seguía sin entender muy bien la atracción que sentía hacia los dos hermanos.
Había tenido la esperanza que con el día a día, escogería algunos de los dos. Al contrario, le obsesionaba saber donde estaban, verlos, sentir su piel, poder olerlos.
Ambos hermanos eran buenos chicos. Dante era todo un caballero, de trato dulce y gentil. Excelente conversador, humilde y generoso. Daniel era soberbio, dominante y poco conversador. Le gustaba ordenar y controlar a todos a su paso. Le exasperaba enormemente. Aún así se sentía muy atraída por el macho controlador.
Esta noche lograría por fin entender, lo que significaba ser lobo. Aún no podía creer que ella fuese uno.
Su cuerpo ardía, le dolía todo el cuerpo. Tenía de nuevo esa necesidad irreconocible. Aheorio, estaba frente a ella en el bosque. Le había pedido que cerrara los ojos e intentará relajarse. Algo más fácil de decir que hacer.
Escucho como pronunciaba palabras desconocidas para ella. Comenzó a sentir como sus huesos empezaban a crujir, el dolor era intenso. Comenzó a gritar, quería que esto finalizara. En algún punto, sus gritos comenzaron a sonarcomo gruñidos. Pero al ser el dolor tan intenso, no presto atención.
Después de gritos y gruñidos, todo quedó en silencio. Aheorio, quedó impactado. Tenía delante de él, a un hermosa loba blanca, con ojos grises. Era gigante, ella definitivamente sería un alfa poderoso.
La loba le miro con interés, un sonido la distrajo. Del bosque salió un lobo negro, Larson. Al acercarse a ella, bajo la vista en señal de respeto. Ella levantó la vista al cielo y comenzó a aullar a la luna.
Cuando dejo de aullar, salió corriendo. Larson la siguió, era muy rápida.
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Layne abrió los ojos, estaba aún medio del bosque. Ya era de día. Sintió calor, bajo la vista por su cuerpo. Estaba desnuda, pero además no estaba sola. Los hermanos estaban dormidos. Ella estaba entre ellos.
Súbitamente un ataque de pánico se adueñó de ella. Comenzó a hiperventilar, lágrimas comenzaron a correr por su rostro. Dante y Daniel, se levantaron al escuchar el llanto.
Ella estaba acurrucado en posición fetal, le costaba respirar. Dante la tomó entre sus brazos, sentandola entre sus piernas. Layne no lo rechazó. El comenzó a susurrarpalabras dulces, mientras le daba tiernas caricias en la espalda.
Poco a poco se fue calmando, intentaba recordar la noche. Tenía pánico de que hubiese pasado la noche con ellos, eso no era lo que ella deseaba. Y mucho menos no recordarlo.
- Tranquila, nena- sugirió Daniel- corrimos toda la noche. No tienes nada de que preocuparte.
- Lo siento- se disculpó Layne- No es que no quiera estar con ustedes, es sólo que me dio pánico no recordar lo que hicimos. Porque eso fue lo que sucedió, cuando abusaron de mí.
- No pasó nada, sexual- Dijo Dante- aunque si marcaste tu territorio.
- ¿De qué hablas? - pregunto Layne.
Ambos se miraron, inclinaron su cabeza a un lado. En el hombro derecho podías observan, una mordida.
- ¿Yo hice eso?- dijo incrédula. Ambos asistieron - No lo entiendo.
- Eres alfa, tu loba tomó control y nos marcó como su propiedad. Ella nos reconoció como su pareja y eso es genial - Dijo emocionada Daniel. Ella se sintió mal, les había estado rechazando desde el inicio.
Estaba dejando que sus miedos, alejaran a sus parejas. Ellos no merecían este trato. Definitivamente, ella debía hacer un cambio.
Aún seguía en las piernas de Dante, tomo su rostro en las manos y le beso. Amaba besarlos, la conexión era inmediata. Al tocar sus labios, olvidaba todo el estrés o su pasado, era mágico.
El beso se profundizó, un gemido se ahogó entre sus labios. Sintió el deseo de sus parejas, rompió el beso y miro a Daniel. Quien la tomó entre sus manos y sin dilación le beso. Sus besos eran más urgidos, le encantaba como su lengua le exploraba toda.
- Quiero pasar mi lengua por todo tu cuerpo- confesó entre sus labios. Layne también deseaba poderse entregar a sus deseos. Le miró a los ojos y supo que ellos jamás le harían daño.
Se soltó de su abrazo, se acostó justo donde había despertado. En silencio les estaba dando su aprobación. Quería explorar con ellos, Layne necesitaba comenzar a borrar esos malos recuerdo. Nada mejor que hacerlo con ellos.
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Buenasss, las tenía olvidadas. Perdón. El mundial de escritura me ha tenido entretenida. Ya para la semana que viene estaré libre nuevamente.
Sin embargo, tengo días con este capítulo en la cabeza y quise dejárselos por aquí. ¿Que opinan ustedes de la transformación a lobo de Layne? ¿Creen que pueda tener una relación normal con ellos?
