- ¡NO LO VOY HACER!!! - gritó cuál niña, Helen. Después de enterarse de su boda. No quería ser una obligación para Jackson y tenía miedo. Lo menos que deseaba era volver a ser una víctima de otro hombre.
Helen tenía el deseo de ir a vivir con su hija, conocerla. Pero al parecer su hija no la deseaba cerca. Estaba muy triste por ella. Por mucho que quisiera estar con Jackson, su mayor deseo era estar con su hija.
- No te lo estaba preguntando, mamá- el escucharla llamarla "mamá" se distrajo de lo que Layne le estaba diciendo. Su corazón renació, eran las palabras más dulces que jamás había escuchado- ... ¿Me estás escuchando?
- Lo siento, mi niña. Es que me dijiste mamá- le dijo. Sus ojos se cristalizaron de la emoción.
- Pues eres mi mamá, ¿Cómo debo llamarte?- dijo sorprendienda Layne.
- El que me digas mamá, es el mejor regalo que me has podido dar - expresó Helen emocionada. Layne se acercó para abrazarla.
-Volviendo al tema, mamá- recalcó Layne- debes casarte. He informado al consejo que estás muerta. Por lo que necesito que cambies de apellido. No quiero que puedan llegar a ti y hacerte daño. No lo podría resistir.
Helen se sentó, intentando comprender lo que su hija le decía.
- Sé que Jackson te quiere y lo más importante. Sé que tú le quieres- afirmó mirándola a los ojos.
- Yo...- se sonrojó Helen - no lo sé.
- Claro que sí, mamá. He visto como lo miras y puedo oler lo que sientes. Sé que tienes miedo, pero tienes derecho a disfrutar y vivir. Por último, hazlo por mí. Necesito saber que estás segura- se acercó más a Helen, tomando sus manos entre las suyas- en lo que vuelva a la manada, seré atacada e intentarán lastimarme. Y tú eres la mejor manera para lograr eso.
Se quedaron en silencio por unos minutos, mientras Helen analizaba la situación. ¿Acaso sería tan malo estar casado con Jackson?
- ¿Qué opina Jackson? - preguntó ansiosa.
- Él está muy emocionado- declaró Layne.
- ¿Porqué no me lo ha dicho él?
- Mamá, por qué sabía que ibas a tener una muy mala reacción y tenía miedo de tu rechazo. Y dado que fui yo, la que ha acelerado está situación, quise hacerme responsable.
Helen comenzó a caminar indecisa por toda la biblioteca. El temor recorría todo su cuerpo. Ya no querría sufrir más, pensaba que si se arriesgaba podría volver a pasar.
- Yo no creo poder volver a entregar mi confianza y amor a alguien más. Tú padre me dejó muy mal - declaró derrotada.
- ¿Dejarás que ese hombre, continúe controlando tu vida? - indagó Layne.
Helen la miró, estaba orgullosa de lo fuerte que era su hija. Todo lo que había tenido que enfrentarse y lo había hecho, sin temor. Quería ser como ella, enorgullecerla.
- Yo... Necesito hablar con Jackson- declaró.
Layne se levantó, fue hasta la puerta. Al abrir, un hombre nervioso esperaba. Su hija lo dejó pasar, cerró la puerta dejándolos solos. Jackson se acercó temeroso de su rechazo.
- Hola- dijo inseguro.
-Hola- respondió insegura, Helen- Sé honesto conmigo. ¿ Realmente quieres hacer esto? Ya pasé por un matrimonio supuestamente por amor y mira como resultó. No quiero ni imaginar cómo va a terminar un matrimonio obligado.
- No será así, Helen. Te amo y jamás permitiría que algo malo te sucediese. Además tu hija me prometió que sí eso pasaba, me arrancaría la cabeza. Y aprecio mucho todas las partes de mi cuerpo.
Helen pudo imaginarse a su hija cumpliendo su promesa y comenzó a reír sin control. Jamás se había sentido tan cuidada y protegida. Jackson la observaba reír, se contagió de su risa y terminó acompañándola.
Al terminar de reír, se inclinó frente de ella. Helen se quedó paralizada.
- Helen, sé que llevamos poco tiempo conociéndonos. Pero conozco el sentimiento y sé con absoluta certeza: Que te amo- dijo mientras sacaba una cajita aterciopelada y la abría, mostrando un sencillo anillo de compromiso- ¿Quieres ser mi esposa?
Helen quería correr, su mente lo gritaba. Sin embargo, su corazón palpitaba con fuerza. Se sentía como cuando era adolescente y se enamoró de aquel chico que vivía al lado de su casa. Tenía pánico, pero quería poder disfrutar de ese amor que al parecer todos conocían menos ella. En unos segundos decidió no permitir que Harry siguiera controlando su vida.
- Sí- fue lo único que la emoción le permitió expresar. Jackson se levantó y con dulzura retiro las lágrimas de su mejilla. Helen no se había dado cuenta que estaba llorando.
Jackson le colocó el anillo. Y la besó suavemente. Queriendo en ese beso expresarle todo su amor. Helen dejó sus miedos a un lado, rodeó su cuello con sus brazos y se entregó de lleno a la pasión de sus sentimientos.
- ¿Cuando nos casaremos? - preguntó al finalizar el beso.
- Mañana- Helen se sorprendió por lo rápido del evento.
- Pero...- se alejó de Jackson pensando en todo lo que conllevaba una boda- ¿Cómo?
- Layne lo está planificando, deberás preguntarle a ella. Pero no importa como sea, solo quiero que tengas claro- se detuvo delante de ella y levantó su barbilla para poderla mirar a los ojos - que deseo muchísimo que seas mi esposa.
Helen se sintió rebosada de amor y por primera vez se dejó llevar por sus sentimientos. Se lanzó a sus brazos para darle un beso. Quería que él supiera cuánto deseaba ella ser su esposa y acompañarlo en lo que le quedaba de vida.
Tocaron la puerta interrumpiendo el beso. Ambos se quedaron mirándose fijamente, esperando a calmar un poco sus emociones. Jackson indicó unos segundos más tarde a la persona que estaba en la puerta que entrara.
- Permiso- dijo Larson- Helen debes seguirme. Vamos a medir tu vestido. Jackson te esperan en el jardín.
Helen siguió a Larson en silencio. De pronto sintió el peso de su anillo. Lo levanto y observó, estaba encantada. Era sencillo, pero sin ninguna duda hermoso. Si el anillo daba una idea de cómo sería su matrimonio, estaba segura que sería muy bueno.
Campanitas de boda se escuchan ya sonar...Aquí les dejo un nuevo capítulo. Nos acercamos a al partida de Layne. Pronto estará en su manda. ¿Qué creen que podría pasar?
Nos leemos pronto...
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Nacida para Pertenecer (Borrador)
Hombres LoboEl mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...