Nacida para Pertenecer (Borrador)

Capítulo 19

El Doctor la miró, estaba en un estado francamente alarmante. Llevaba una semana en cama, no comía, no hablaba y solo lloraba. El Doc le diagnosticó un estado catatónico. A Melannie y Ángel, el diagnóstico les rompió el corazón. Si hubiesen sabido que esa salida generaría tal daño, jamás le habrían obligado.

- Debería estar hospitalizada - comentó el doctor- pues allí podrá ser alimentada y aseada. Pero el cambio podría ser negativo para ella. Así que lo mejor es que contraten una enfermera. Yo estaré viniendo cada día al final de la tarde.

- ¿Cuanto tardará en salir de ese estado? - preguntó Ángel visiblemente angustiado.

- Podría ser días o años, ella ha decidido esconderse. Donde sea que esté oculta, hasta que no decida salir y enfrentar la situación, no podremos avanzar- dijo viéndola directamente.

- ¿Porqué se dirige a ella?- dijo Melannie molesta. Pensaba que el médico era insensible al tratarla de esa manera.

- No se moleste, Sra. Ella me oye, la catatonia permite al paciente encerrarse dentro de su mente, pero lo escuchan todo- Melannie lo miro avergonzada.

- Layne, sé que estás asustada y no entiendes lo que está pasando. Pero huir no es la solución - le dijo en un tono paternal- bien, me retiro. En el transcurso del día les enviaré a la enfermera para su cuidado.

Jayden estaba acostado, con su brazito rodeando la cadera de Layne y su cabeza reposando sobre su pecho.

- ¿Está bien que Jayden este aquí? - preguntó Melannie ansiosa. Su hijo no quería separarse de su hermana, cada vez que lo intentaban armaba todo un drama.

- Sí- dijo el doctor. Se acercó a Jayden- ¿Quieres ayudar a tu hermana?- él asintió - entonces come y duerme, ella te necesita fuerte. Si realmente la quieres ayudar, debes estar bien para ella. ¿De acuerdo?

- Sí, dotol- dijo Jayden. El médico sonrió y se retiró en compañía de sus padres.

Jayden se levanta para ver la cara de Layne. Tomó su rostro con sus pequeñas manos y la miró con intensidad.

- Te trano, nane- una lágrima rodó del rostro de ella. Se acostó sobre ella y la abrazó con fuerza.

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Dante seguía inconsciente, algo que preocupaba a Daniel. Sus heridas estaban casi sanadas. No entendía porque no reaccionaba.

Para más estrés, en unos días habría luna llena, debían salir de la ciudad para cambiar. En luna llena, se convertían en lobos y corrían en manadas por los bosques. Pasaban las noche cazando y corriendo. No era opcional, la naturaleza lo exigía. No tenían control sobre el cambio en luna llena, además para los que estaban enlazados, era el momento para aparearse en su naturaleza animal.

Dante debía estar listo para luna llena. Daniel había hablado con su padre, estaba preocupado, deseaba venir a ver a sus hijos. Daniel lo convenció que no era necesario.

Harold había estado entrando y saliendo de la habitación, algo no iba bien. Su expresión lo decía todo. No había vuelto a soñar con Layne, amaba saber su nombre. Odiaba que ella no supiera el suyo.

Escuchó gemir a su hermano, se acercó a su cama, sus ojos estaban abiertos y muy alertas. Se sentó a su lado.

- Hola, flojo. Si querías vaguear me hubieses dicho- le dijo en son de burla. Dante mostró una mueca de sonrisa. Inspiró y miro a su alrededor- Harold no está, debo decirte mucho en poco tiempo. Tenemos mucho que resolver.

Una hora más tarde, Dante estaba de pie, ejercitando su cuerpo. Intentando procesar todo lo que Daniel le había dicho. Él estaba confundido y muy dolido por todo lo que le había pasado a su pareja. No la culpaba por lo ocurrido. Cualquier mujer que haya pasado por lo que ella pasó, reaccionaría igual a la presencia de dos hombres dominantes.

Debian pensar en un plan para llegar a ella, ganar su confianza. Ella necesitaba ser tratada con calma y cariño. Lo único que había conocido era la violencia y el rechazo. Estaban muy agradecidos por sus guardianes y ahora padres legales.

Quería buscar a su padre y a la basura que había osado a tocarla, el sin duda moriría, él se iba asegurar de eso. 

Harold entró en la habitación, su rostro mostraba preocupación. Al ver a Dante se relajó un poco.

- ¡Al fin estás despierto!- dijo en tono de reclamo.

- Agradezco tu preocupación, amigo- respondió en tono de reproche.

- Tenemos un problema- dijo caminando por la habitación en línea recta. Los hermanos habían descubierto que cuando estaba nervioso, caminaba sin cesar- Imagino que Daniel ya habló contigo, ¿Verdad?- le preguntó a Dante mirándolo fijamente.

- Sí, me acaba de decir. Si que armaste todo un drama aquí, ¿Verdad, amigo?- le recriminó al Omega.

- Ah!!! No tengo tiempo para tus reclamos. Ya tu hermano hizo su parte al respecto- se acercó a la ventana y sin dejar de mirar hacia el exterior, dijo- Layne está catatónica, no responde a nada. Solo llora, hoy comenzaron el tratamiento y alimentarla. El médico dice que se está ocultando. Alan está muy preocupado, ni su hermano pequeño ha logrado un cambio en ella. Y el pobre llora constantemente a su lado.

La noticia les cayó muy mal, pero Daniel se sentía responsable, la ultima vez que la había visto en sueño, la había rechazado. Quizás eso fue el toque final a una vida de rechazos y violencia.

- Es mi culpa- expreso al fin. Ambos le miraron asombrados ante su declaración- nos vimos la noche de la pelea en sueños, le di la espalda y la rechacé. Ella me suplicó que no la dejará y no la escuché. Estaba molesto y muy confundido, mi mate nos acababa de rechazar.

Harold se centró en él, le miraba con reproche.

- Estoy seguro que eso le afecto, pero no fue la razón por la que está así. Debe estar muy confundida. Además Alan dice que ella nunca ha sido violenta. Y en menos de un mes, fue atacada y se tuvo que defender. Luego llegaron ustedes. Creo que ha sido demasiado para alguien que pasó por tanto.

- ¿Qué podemos hacer? - preguntaron al unísono.

- No les va a gustar- dijo Harold con contundencia.

Pobre Layne, está muy mal. ¿Cómo creen que los hermanos deban actuar?

Nos leemos pronto...