- Ha sucedido- entró un mensajero azorado a la habitación del Consejo de lobos.
Todo quedó en silencio, mientras la noticia calaba en el grupo.
- Explicate- exigió uno de los ancianos, molesto. Al ver que el mensajero tardaba en responder, pues estaba intentando respirar.
- El Alfa Arthur Garrone, ha enviado un comunicado informando que en unos días un Alfa, le visitará en su manada.
- ¿Qué tiene eso de extraño?- exigió el anciano llamado Ario, perdiendo la paciencia.
- Describió al Alfa. Es mujer, recién cumplió los dieciocho y no tiene manada...
- Es ella- grito Ario, levantandose de la mesa totalmente alterado.
- Además indicó que ella sería entrenada para ocupar su lugar- continuó el mensajero.
- ¿Qué? -gritaron al unísono los ancianos del consejo.
- Ella es la mate, de sus hijos - terminó de explicar el mensajero, paseándose por el lugar.
- No podemos permitir el enlace - dijo Ario exaltado.
- La unión ya se celebró - expresó el mensajero asustado - en este momento están en el acoplamiento como pareja. Al llegar a la manada, ella será por derecho la líder.
Un profundo silencio reino en el lugar. Se podía sentir el odio y la ansiedad. Los ancianos no querían que Layne, ocupará su lugar como Alfa. El mayor de los ancianos comenzó a fraguar un plan.
En el fondo de la habitación Aidan escuchaba atento. Él ya sabía que Layne sería la futura Alfa de la manada. Arthur Garrone y él, habían estado teniendo conversaciones privadas. Aidan le había dicho toda la problemática que podía presentarse al tener en contra al consejo. Durante semanas juntos habían estado ideando un plan que permitiría que Layne saliese indemne de cualquier plan de estos locos.
- Bueno Aidan- exclamó Ario con soberbia- tal parece que podrás mostrarnos cuan efectivo es el plan que tienes.
- Ya tengo los contactos para saber cada detalle que ella haga como líder, así podemos actuar en consecuencia.
Ario lo observó con odio, no le gustaba ser dejado de lado. Él dirigía, siempre había dominado este consejo. Ahora llegaba este tipo a querer ocupar su lugar, eso no sucedería. Él se encargaría de dejarlo bien claro. Pero por los momentos los dejaría hacer el ridículo con su estúpido plan.
Conversaron los detalles del plan de Aiden. Ario estuvo comportándose como un niño, interrumpiendo constantemente.
Al final de la tarde, enviaron un comunicado a Arthur Garrone. Para informarle que irían a conocer a la nueva integrante de la manada, para la próxima luna llena.
Helen estaba nerviosa, pronto conocería a su hija. No sabía cómo Layne reaccionaría. Después de todo, ella la había abandonado. Y por su irresponsabilidad su hija había sido lastimada severamente.
Harold la vino a buscar, para llevarla a recorrer la historia de Layne. Él decía que debía conocer todos los actores en la vida de su hija. Hoy conocería a Ángel, el hombre que salvó a su hija y le dio un hogar.
Helen iba en el auto en compañía de Harold y Jackson. Sus manos no dejaban de moverse inquietas y retorcerse. Sudaba frío, tenía el estómago cerrado. Estaba en pánico, pero debía ser valiente. Tenía que hacerlo por su hija. Ella debía comportarse como la madre que nunca fue.
Llegaron a una casa hermosa, tenía un jardín con rosales. Una pequeña sonrisa escapó de sus labios, al ver en la grama un sinfín de juguetes. Sin duda este hogar albergaba a un niño, Harold no le había dicho nada al respecto.
La puerta se abrió de pronto, un hombre en sus cuarenta la observó con una mirada de juez y jurado. Había llegado el día de su juicio. Helen trago fuerte, sintió entonces como Jackson tomaba su mano y la apretaba alentandola. Eso le dió fuerzas, ella podía hacerlo. Sería amargo, ¿Pero que esperaba?
- Ángel, ¿Cómo estás? - Harold lo abrazo y saludo efusivamente. Ángel se mantuvo en silencio mientras seguía observándola como si estudiará una radiografía. Helen se sintió desnuda de pronto- esta es Helen- continuo Harold- la madre de Layne.
Angel los invitó a pasar a la casa. Jackson guió a Helen, al entrar a la casa se sintió fría. Quería escapar. La sala al igual que el jardín estaba repleto de juguetes. Una mujer hermosa estaba sentada en la sala, el corazón de Helen se detuvo. Pensó que podía se Layne. Después se dio cuenta que era mucho mayor que su hija y no encontraba su parecido.
- Ella es Melannie- Harold interrumpió sus pensamientos- la esposa de Ángel y madrastra de Layne.
Ella fue más abierta que Ángel, le dio la mano y le regaló una sonrisa que parecía sincera. Al invitarlos a sentarse, el silencio reinó en la sala. Helen sentía que el aire escapaba del lugar, le costaba respirar.
- Harold me contó la historia del nacimiento de Layne- inicio Angel con voz calmada y pausada- pero necesito entender, cuando recogí a Layne no era padre. Pero ahora que lo soy, necesito saber ¿Cómo no exigió ver el cadáver de su hijo? ¿Porqué sencillamente no hizo nada? Layne es un ser hermoso y puro, cuando la encontré buscaba comida en la basura, Señora. ¿Se imagina?
Helen sentía que las fuerzas la abandonaban, ella sabía eso. Harold se lo había dicho. Pero ver la cara de Angel, su desaprobación la hacían sentir vil y malvada.
- Layne no confiaba en nadie, había pasado por un montón de abusos. Ese día había escapado de su hogar, porque el hombre abusaba sexualmente de las niñas- sintió su rostro húmedo, no se había dado cuenta que estaba llorando - ¿Cómo una madre abandona a su hija así?
- YO NO LA ABANDONÉ- gritó desesperada. Jackson la tomó entre sus brazos para calmarla- acababa de dar a luz y mi esposo me dijo que mi hijo nació muerto. Yo... Me rompí. No supe cómo actuar, confiaba en él-Comenzó a llorar desesperada- jamás la hubiese abandonado. Ella es mi pequeña, yo...
Jackson la abrazó con más fuerza, ella no lo soporto más. Sencillamente se dejó ir. Tantos años, maltrato, mentiras y dolor, no lo soporto más. Como una mujer poseída, grito y lloró. En algún momento Harold, coloco sus manos sobre su cabeza, sintió paz y calma. Y sin más fue perdiendo el sentido.
Buenasssss, se acerca el fin del año. Aquí les dejó un capítulo más.
¿Qué creen que trame el consejo de lobos? ¿Qué opinan del trato de Ángel a Helen?
Nos leemos pronto...
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Nacida para Pertenecer (Borrador)
Hombres LoboEl mundo gira, todo sigue aún cuando yo muero lentamente. Siempre estuve sola. Me abandonaron al nacer, crecí en las calles acostumbrada a ser violenta para sobrevivir. Lo he hecho bien durante estos 15 años, nadie me ha tocado a parte de alguna gol...