CAPITULO 27 - UN POCO DE ESTO

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Un poco de esto y aquello

Beniel

Algo tenia que hacer pero no quiero levantarme. Las sábanas de satén son tan suaves y el aroma a loción femenina me relaja ya que últimamente el trabajo resulta agobiante. Las cosas se empiezan a salir de control y la poca tranquilidad que tenia antes se extingue cada vez más. Son problemas en el día a día y Antonio es el principal de ellos.

¿Loción femenina?

¡Mierda!

Me levanto de golpe y a mi lado veo a Grettel dormir con la espalda desnuda. No no no no no. Busco mi ropa a tientas sin despertarla pero resulta inútil ya que abre los ojos incorporándose y deja sus pechos desnudos a la vista como un recordatorio de que la he vuelto a cagar al dejarme seducir por mi ex novia.

—¿No se supone que la que debe marcharse a escondidas soy yo?—sonrie.

—Esto no debió pasar—confieso recogiendo mis pantalones—ya no estamos juntos y los exs no follan Grettel.

—Otra vez con lo mismo—rueda los ojos—es un ciclo que no tiene fin y si me pagarán por cada vez que lo dices, ahora mismo sería más rica de lo que ya.

—Está es la última vez que termino en la cama contigo—me coloco los zapatos—ahora si ya fue la definitiva.

—Aja—enarca una ceja poniéndose de rodillas sobre la cama—¿estás seguro que fue la última?

—Si—contestó seguro—se acabó.

Le doy la espalda buscando mi camisa pero al voltear la tengo de pie frente a mí deleitándome con su cuerpo desnudo. No me da tiempo de hablar cuando me besa, bajando la mano a mi entre pierna y le quito la mano cuando se me vuelve a parar.

—Dije que no—me separo pero se aferra a mi cuello.

—Una de despedida por derecho de antigüedad—dice gimiendo y restregando su pelvis en mi erección.

Trata de que corresponda su boca y las ganas son tantas que termino cediendo. Paseo las manos por sus pechos y espalda sin dejar de besarla. El momento se enciende y la termino acostando de nuevo en la cama. Lleva sus manos a mi pretina del pantalón y la ayudo a sacar mi miembro deseoso.

Se abre de piernas para mi, mostrando su rosado coño que tantas veces he visto. Grettel y yo tuvimos una relación larga hasta que se volvió tóxica, donde solo había peleas, celos y decidimos terminarla por el bien de ambos. Lo sobrellevamos como dos adultos maduros y sin rencores hasta que aún siendo ex pareja, seguimos viéndonos a escondidas teniendo sexo clandestino.

—Terminamos hace dos años—me adentro en ella—y no deberíamos estar haciendo esto.

—La ultima y ya—gime—después cada quien por su lado.

No soy pacifico con los embates que lanzó contra ella, esta mujer es del demonio y aveces hasta la odio pero no puedo negar que el deseo aún existe entre ambos. Tenía meses que no la veía pero desde el desfile de Prada, supe que esto acabaría mal y así volví a caer en el círculo vicioso pero hablo enserio con respecto a que todo acabará desde este momento, esta vez lo prometo. No es sano porque aún peleamos y me cela cuando me ve con Daniela u otra mujer. Trata de darme celos con Antonio pero él es indiferente porque la considera solo amiga.

***

Conduzco hacia Manhattan pensativo, tratando de recordar que es lo que tenía pendiente. Ser el hijo mayor de la familia es agotador, la base principal de nuestro imperio son las empresas bancarias Giambroni las cual manejo entre otras acciones y como primogénito estoy obligado a tomar las riendas como un día lo hizo mi padre. Sin embargo, el peso de la mayoría de las cosas caen sobre mí aunque no soy el único hijo en edad de suficiente madurez para encargarse del patrimonio familiar.

LINAJEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora