LINAJE

CAPITULO 70 - CONSECUENCIAS

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Consecuencias y verdades

Clarissa

¿Por que nadie te dice el lado malo de amar? Todos hablan de lo maravilloso que es llegar a tener ese sentimiento por alguien y te creas miles de ideologías, sin embargo lo que no se ve es cuando llegan los problemas, las diferencias y lo difícil que se siente afrontar cada una de ellas.

A cada nada siento que me estoy derrumbando, deje de conocer la tranquilidad para dejarme llevar por la ansiedad que me está carcomiendo por dentro. Duele tanto amar y no ser correspondido, ¿A quien engaño? Nunca voy a ser la misma después de él.

Mis sábanas huelen a él, incluso mi piel aún siente sus manos y besos. El que viniera aquí solo me puso más mal pero lo necesitaba, lo anhelaba tanto que no he podido sacármelo de la cabeza ni un segundo.

Yo lo quiero tanto como el aire que respiro y tengo tanto miedo de eso, sus palabras aún se repiten en mi mente y quede tan absorta en ellas que no fui capaz de corresponderle por que por un momento me debatí si en verdad estaba despierta y estaba pasando esto.

Las lágrimas caen por mi rostro mientras aprieto el collar en mis manos, estuve a punto de rogarle que me llevara con el y que no me dejara sola de nuevo. Ambos tenemos un punto de vista diferente y él nunca podrá entender el mío.

Me pide que abandone todo por el ¿Pero que clase de vida me espera al hacerlo? El no ve lo que yo veo y tampoco me atrevo a decírselo por que hasta a mi me duele escucharlo. Dijo que dejaría todo por mi, pero... ¿Dirá la verdad? Con eso no se juega por que en ese caso yo...

—¿Clare?— tocan mi puerta y me limpio las lágrimas rápidamente.

—¿Si? —contestó.

—Tengo hambre —se queja Will— hice waffles ¿Por que no bajas? Mamá no está, vamos a echarles helado.

No puedo evitar reír.

—En un momento te acompaño —lo escucho marcharse.

Escuche a John decir que tenía más trabajo de lo normal y se estaba haciendo cargo de ello sobre un caso reciente. Pasa más tiempo en la oficina y Valka debe llegar más tarde, sus turnos cambian y agradezco al cielo que anoche ninguno de los tres estuviera en casa.

Me levanto de la cama no sin antes hacerla, enciendo mis velas aromatizantes de siempre y roció un spray que elimina el mal olor, lo hago por el hecho de que tengo miedo a que la esencia de Antonio permanezca y si es así me va a meter en problemas.

Incluso me lavo el cuerpo como si quisiera desprenderme la piel, cambió las sábanas lanzándolas por el ducto de lavandería. Limpio todo antes de bajar, Will está en la cocina y parece no haber notado nada.

—Hola ¿Dormiste bien? —pregunta tendiendo un plato frente a mi.

—Si —finjo una sonrisa— caí rendida con las pastillas que me diste.

—Me alegro que pudieras descansar —si supieras— yo tengo un sueño terrible, pero Henrry nos cito en la cabaña.

Los nervios me atacan.

—¿Y eso? —le restó importancia, pero tengo miedo que hayan visto algo.