LINAJE

CAPITULO 42 - NO VA A CAMBIAR

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No va a cambiar

Clarissa

Trago saliva y me sumerjo en un baño largo de espuma contemplando como resbala por mi piel. ¿En que momento me involucre en tantos problemas que ni siquiera me conciernen?.

Mi vida jamás ha sido normal, nada lo es en realidad pero me siento tan agotada de todo esto. Día con día son nuevos descubrimientos, nuevas sensaciones que me van consumiendo. Creí que después de lo de Brasil nunca mas tendría que volver a ver ese rostro y veme aquí encontrando el valor suficiente para no rehusarme rotundamente.

—Toma asiento por favor—me ofrece el hombre que deduzco es padre de Cecilia y Beniel.

Lleva ropa negra y su contextura tan joven me hace imposible creer que tenga hijos ya crecidos, parece más bien hermano lejano de ellos pero ahora que lo detalló bien, me doy cuenta que Beniel es muy parecido a él aunque no tanto como Luca. Es impresionante como los genes de esta familia son tan fuertes.

—Lamento mis aspecto—trato de peinarme mi cabello, busco a Antonio pero se ha ido y no me gusta que me haya dejado sola aquí—¿que es eso que quizá no me guste?.

—Leí lo informes sobre todo lo que hiciste en Brasil y gracias a ti es que ahora tenemos a Ivanov capturado—me mira pensativo—sé que esto está muy lejos de convertirse en un compromiso para ti pero dadas las circunstancias no tenemos otra manera de solucionar esto por las buenas ya que de otro modo no obtendremos lo que tanto buscamos.

Con solo la mención de Brasil mi presión se baja y recuesto la espalda recordando todo. El conejo se encuentra escondido en mi interior y lo abrazo por que de algún modo lo comprendo, yo soy como la presa rodeada de tanto depredador que aunque parezcan buenos no significa que cambiara el hecho de lo que son.

—¿A que se refiere?—pregunto con la esperanza que me diga lo contrario a lo que me estoy imaginando.

—Por muy extraño que te parezca—levanta las cejas—cautivaste a Yura, demasiado diría yo—suspira y mi piel se eriza con la mención de su nombre—verás Clarissa, haya afuera están pasando cosas muy inusuales y creo que no terminaría nunca si te explicara absolutamente todo a detalle pero tengo la intención de hacerlo aunque debas prometer con tu vida guardar ese secreto. En mi mundo los secretos pesan y está prohibido compartirlo con los mortales, ¿podrías hacerlo?.

—Si, puedo hacerlo—me miro las manos nerviosa—además no es como que mi posición me permita incumplir la promesa.

—Bien, lo primero que debes saber es que Ivanov es un medio muy directo para erradicar el problema o recobrar un control que no tarda mucho en perderse si la situación prosigue—hace una pausa pensando en que decir—el punto es que tratamos de interrogar al causante y se niega aunque las torturas sean severas. Amenazo con morir sin inmutar palabra alguna que lo delante a menos que... seas tú con la única que hable con el, quiere verte a ti solamente.

Cierro los ojos maldiciendo por dentro, el miedo me inunda cuando busco el motivo más razonable para solicitar verme una ves más y lo único que encuentro lógico es la venganza. Seguramente está furioso por el engaño ya que gracias a mi está donde está.

—Va a matarme—es lo único que digo.

—No lo creo—menea la cabeza—no se que fue lo que le hiciste pero tiene cierta adoración por ti y lo último que haría es asesinarte.

—Cecilia y Eisak me hablaron sobre el—le digo con cierta preocupación en mi voz—¿que le hace creer que en el momento en que me tenga en frente no me cortará la cabeza?.