LINAJE

CAPITULO 43 - UN GOBERNANTE

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Un gobernante

Clarissa

Aprieto las manos y contengo la respiración enderezando mi postura al igual que rectifico que el micrófono se encuentre bien escondido, los nervios salieron ahora con su presencia aquí y hubiera deseado que se quedara a coger con la rubia que traía montada en su auto a tenerlo vigilándome a través de ese cristal.

Me abren la puerta y entro con el mentón en alto hacia el hombre que se pone de pie como si ante él estuviera un mismísimo dios.

—Oh bello ángel endemoniado que yace dormido a la espera de un dulce beso doloroso que lo despierte—el asentó ruso me eriza la piel—un placer que me honres con tú presencia printsessa.

Se acerca tomándome de la mano que dejo tocar y deposita un beso en ella siendo un siniestro caballero que me mira con adoración. Pensé que actuaría enojado o me esteparia contra la pared desde el momento en que me viera entrar pero aquí está inclinado ante mi, ante una criatura que está por debajo de él en la cadena alimenticia.

Que irónico... un vampiro noble inclinándose aunque una simple humana como yo.

—Tu querías que viniera—le digo apartando la mano y tomando asiento frente a él con las piernas cruzadas y el brazo en el respaldo de la silla—aquí me tienes.

—Vi imposible mi petición ya que cierta persona—mira hacia el cristal—es demasiado posesiva con sus objetos.

Otro golpe doloroso. No soy maldito objeto joder, odio que me traten así.

—Bueno ya viste que no es el caso—muevo los hombros—vine por que quise, no por que me obligaran ¿te hace sentir mejor?.

—Por supuesto—curva los labios y esos ojos de acero me recorren—sé que también deseabas en el fondo volver a verme—mira el lugar—lamento que sea en un lugar tan anticuado como este.

—He estado en lugares peores—aseguró colocando mis codos sobre la mesa al igual que el—créeme.

—Lo se—vuelve a tomar mi mano depositando otro beso—si yo te hubiera encontrado primero te aseguro que habrían sido de otro modo las cosas.

Yura no es un hombre para nada poco atractivo aunque no le llegue a la de Antonio pero su mera cercanía me pone alerta, no sé qué quiere conseguir conmigo aquí pero en cuanto esto acabe más rápido para mi mejor y en verdad no quiero volver a tener que verlo.

—¿Por que estas haciendo todo esto?—lanzó la primera flecha—¿que se supone que es lo que consigues con esta situación?.

—Tengo dos motivos para desear tenerte aquí—se recuesta en la silla—de entre toda la escoria que se encuentra allí—señala con el dedo—prefiero tener el honor de hablar contigo, una criatura hermosa que respira aire y no carga veneno en la lengua a tener que hablar con ellos.

—¿Por que yo si no hago parte de todo esto?.

—Tengo mis creencias, he cambiado de opinión con lo que tenía planeado hacer—asiente pensativo—y haces parte de esto aunque no lo veas así.

—Cambiaste de opinión—repito—¿puedo saber por qué?.

—Aun no es momento así que me la reservo para cuando tú misma la descubras.

¿De que demonios está hablando? dice muchas cosas que me confunden pero estoy cuidando mis preguntas para no desgastarlas o cansarlo con un interrogatorio que lo precione.