Capítulo 14 ( ¿Celos...?)

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Al día siguiente salieron temprano de la casa de Degel, esta ocasión no pudieron quedarse como ambos deseaban, era otro día más para presentarse en la escuela.
Camus se sentía muy nervioso, llegar a la universidad en el auto de su maestro era algo que jamás se imaginaría.

— Cuando lleguemos fingiremos nuestra relación como quedamos... Maestro - Alumno ¿De acuerdo? — Respondió Degel estacionando su auto frente a una cafetería.

El joven de cabellos escarlata desvió su mirada para otra dirección, daría todo lo que fuera por que en la situación que viven fuera diferente y no solo basarse en verse a escondidas.

— Sé que esto es difícil Camus y no podemos hacer de cuenta como si nada hubiera pasado cuando tu y yo hemos pasado los mejores momentos— Tomó su mano y depositó un beso en el dorso.

— ¿Antes de que te vayas... Podríamos vernos? — Cuestionó con la mirada triste, sus ojos comenzaban a tener un ligero brillo a causa de las lágrimas que se asomaban en sus orbes.

Degel tomó su rostro con suavidad y depositó un beso de manera rápida para evitar la mirada de algún curioso — Dos semanas y tendremos el tiempo a nuestro favor, por lo mientras necesito que te prepares para el concurso... Confió en ti.

Eso animó un poco a Camus y por instinto abrazó a su maestro. Después bajaron a la cafetería por un café para llevar.

A lo lejos Mu caminaba sobre esa misma calle, pero si pudo alcanzar a ver a su amigo bajar del auto de Degel.
También algo que los delataba fué las miradas azucaradas que ambos se regalaban.

— ¿Camus con el maestro Degel? — Se cuestionó, trató de esconderse detrás de un poste para seguir observando que más pasaba con su amigo.

Esperó unos minutos, no demoraron mucho porqué ambos salieron con unos vasos de café y unas pequeñas bolsas de papel, quizá llevaban pan o algo así.
Pero aún así no daba crédito a lo que miraba, Degel lo trataba de una manera muy sutil y Camus correspondía con una sonrisa, incluso juraba verlo muy contento, irradiando una felicidad que jamás había notado en él.

Después de eso ambos se subieron al auto nuevamente y tomaron su camino entre los demás autos que pasaban en esa calle.

— Tenemos que hablar seriamente Camus — Susurró Mu saliendo de su escondite, también tenía que llegar a la escuela, allá tendrá tiempo para hablar con su amigo.

Al llegar cerca de la universidad, Degel le pidió a Camus que se bajara unos pasos antes para que aquellos estudiantes que estaban presentes no se dieran cuenta que ellos llegaban juntos.
Como si nada pasara, Camus hizo lo que su profesor le pidió, así no los verían a ambos en el estacionamiento, un lugar en el que los alumnos no pueden entrar, pero tampoco es impedimento para que los curiosos vayan y les hagan travesuras a sus profesores ó en su caso como Degel que siempre recibe notitas de las estudiantes.

Camus fué el primero en llegar a su salón, era temprano, caminó hasta su lugar y se sentó para poder terminar de tomar el café que Degel le había comprado.
También sacó la pequeña tarta de la bolsa de papel, estaba por darle una mordida justamente cuando su amigo entró corriendo buscándolo desesperadamente.

— ¡Justamente a ti te quería ver! — Gritó Mu corriendo hasta el lugar de su amigo.

— ¿Mu? — Lo llamó el joven de cabellos escarlata con asombro al ver esa manera repentina de llegar.

— Entonces si eras tú — Susurró Mu tomando aquel vaso de café para revisar que efectivamente era el mismo que miró hace unos minutos atrás.

— ¿A qué te refieres Mu? — Preguntó con curiosidad.

El joven de cabellos lilas acercó una banca para estar a lado de Camus y poder hablar de una vez con él — ¿Que hacías con el maestro Degel?

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