Capítulo 83 (Hablando claro)

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Le habían comentado que Kardia había regresado a su casa, después de todo las cosas tenían que regresar a su cause

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Le habían comentado que Kardia había regresado a su casa, después de todo las cosas tenían que regresar a su cause.
Si bien aquel día día del accidente su ex pareja lo había dejado libre no era entonces impedimento para hablar claro con él.

- Oportunidad nueva, vida nueva.

Se dijo a si mismo Dégel mientras se arreglaba frente al espejo de su habitación.

Aún le faltaba tener también esa plática entre los padres de Camus y él, supo por palabras de Deuteros que el señor Ecarlate fue el que se puso en un plan más pesado, ahora le tocaba a él dar la cara por sus acciones.
Pero eso no le preocupaba en absoluto, lo único que pedía era que su hijo naciera con bien; tambien le faltaba comenzar a conocer un poco más a Garnet, era un difícil paso llamar a la dama que había servido a Seraphina y a su fallecido amigo Unity reconocerla como su verdadera progenitora.

Pero todo eso lo haría a su paso, mientras tendría una charla con Kardia después de todos esos malos entendidos y esas diferencias que tuvieron en su momento.

- ¿Vas a tardar Mon amour?

Cuestionó Camus observándolo recargado en el marco de la puerta, mientras acariciaba su vientre crecido a pocos días de llegar a término gestacional.

- Espero que no demore aquella plática con Kardia ¿Acaso estás celoso?

Dégel se acercó con pasos firmes hasta donde se encontraba su adoración escarlata colocando sus manos a su cintura para acercarlo a su cuerpo sin dejar de romper ese momento; aunque con esa cercanía podía sentir los movimientos constantes de su pequeño hijo.

- No, también cuando tuve la oportunidad arreglé las cosas con Milo. Aunque lo único que sé es que Kardia ya no está solo, al parecer ahora sale a menudo con una mujer de cabellos negros.

- Me alegro por él, sin embargo hay ciertos puntos que debo agradecerle dentro de sus locuras... Fue quien me brindó al llegar a este lugar. Pero si no te sientes con esa confianza Camus, puedes ir conmigo.

Ante esto el pelirrojo se negó rotundamente, no negaba que sentía un poco de celos pero realmente confiaba en su amado profesor.

- No hace falta Dégel, de verdad ve tranquilo... Además mis amigos me avisaron que vienen en una hora para hacerme una pequeña fiesta, tiene mucho tiempo que no convivo con ellos.

El joven profesor tomó el rostro de Camus con su mano derecha mientras que con la otra retiraba algunos mechones de su cabello escarlata para poder depositar un beso en su frente.

- Por supuesto Mon amour, sabes que cualquier cosa me llamas, si te sientes mal me llamas y si sientes que ya es hora de ir al hospital de igual manera me llamas...

Camus no pudo evitar soltar una pequeña carcajada por qué su amado profesor había repetido varias veces el terminó "me llamas" sin duda Degel ya se encontraba muy ansioso por la llegada de su hijo.

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