Capítulo 59 (Dos meses después)

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Aunque los brazos de Milo lo cobijaran en esos momentos no era la misma calidez a la que está acostumbrado

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Aunque los brazos de Milo lo cobijaran en esos momentos no era la misma calidez a la que está acostumbrado.
Fue entonces que se dió cuenta sobre lo importante que era Dégel para él, cuando su amado profesor lo envolvía en sus cálidos brazos le daba la seguridad que necesitaba y ahora que Milo lo intentaba hacer ya no es lo mismo.
Todo cambia.

Camus no mencionó palabra alguna simplemente dejó que ese emotivo acercamiento entre los dos el sueño lo venciera.
Cuando se quedó profundamente dormido Milo se levantó del sillón dejando perfectamente acomodado a Camus para poder seguir con la búsqueda.
Nuevamente se acercó al escritorio para seguir buscando; afortunadamente logró encontrar una fotografía dónde salía su hermano y Dégel juntos.

— Esto me servirá.

Guardó la foto entre sus prendas y nuevamente se acercó a la sala, no podía quedarse mucho tiempo en ese sitio pero tampoco podía dejar a Camus solo.
Sacó su celular y le marcó a alguien que podía ayudarlo, el castaño era su mejor amigo y Shaka es amigo incondicional de Camus.

— Aioria necesito que vengas por favor, debo ir a buscar a un amigo de mi hermano.

A la mañana siguiente cuando los primeros rayos del sol se colaban entre las cortinas de aquella casa despertaron poco a poco a Camus quién se sorprendió al ver a Shaka y Aioria durmiendo abrazados en el otro sofá.
Poco a poco se levantó para buscar con la mirada a Milo, sin embargo se había marchado, ahora lo entendía se fue y le llamó a Aioria y a Shaka para que cuidarán de él toda la noche.

Poco a poco se levantó para buscar con la mirada a Milo, sin embargo se había marchado, ahora lo entendía se fue y le llamó a Aioria y a Shaka para que cuidarán de él toda la noche

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(Dos meses después de la desaparición)

Cada vez que la miraba pasar, Unity no entendía porque Garnet tenía cierto temor al ver el fuego cerca de ella.
Tenía sus sospechas pero aún no quería juzgar a alguien hasta que descubra la verdad.
Seraphina se había ido al hospital a cuidar de Dégel aunque esta labor ya la tenía totalmente cansada. Lo hacía por la amistad que le tenía al joven de cabellos verdes pero ni siquiera sabía cómo reaccionaría cuando despierte.

Fue entonces que Unity decidió buscar pistas, quizá podría empezar con la habitación donde Garnet se quedaba, como ama de llaves de los García era quien mantenía la casa de los hermanos en orden y cuidaba de ellos.

— En unos momentos vuelvo joven Unity — Se acercó Garnet con un bolso de tela lo suficientemente grande — Iré a supermercado para traerles la comida.

Unity se acercó a ella — Claro, descuide dama Garnet vaya con cuidado.

La mujer de cabellos largos y ondulados salió por la puerta dejando Unity solo en su casa.
Al menos así podría buscar algún indicio en la habitación de Garnet, con la llegada de Dégel a Francia en ese estado las cosas se estaban tornando muy extrañas.
En primera la señora Fraille no deja que nadie más entre al hospital más que Seraphina, en seguida que aquella chica llamada Fluorite no la ha visto desde hace días atrás.

Y hasta la fecha no ha podido descifrar porqué Garnet no tiene casa y en sus brazos tiene marcas muy notorias, como si su piel hubiera sido expuesta al fuego a tal grado de quemarla en varias partes de su cuerpo.

Con varias dudas en su mente tomó su abrigo y salió de su casa para intentar buscar a Fluorite en su casa.
Admitía que aquella chica de cabellos rubios le gustaba pero jamás se había atrevido a decirle lo que siente por ella, sin embargo el no saber sobre su paradero de estos últimos días  lo inquietaba.
Además quizá ella pueda darle algunas pistas sobre lo que está ocurriendo.

Tomó un taxi para que lo llevara a la casa de Fluorite, vivía a media hora de ese lugar.
Al llegar a la casa de la joven, pago el servicio del taxi y pago lo que marcó el taxímetro.
Al bajar se dió cuenta que alguien más se encontraba en su casa; con pasos sigilosos se fue acercando hasta la puerta para poder escuchar un poco sobre aquella plática.

— ¡Ya le dije que no se cómo  se llama!

Sin duda era la voz de Fluorite. Unity se acercó poco a poco a la ventana que tenía justamente a la derecha, sin querer piso el césped que adornaba esa parte de esa pequeña casa, al asomarse levemente en la ventana el menor de los García se dió cuenta que ahí se encontraba Fluorite acorralada por Fraille.

— ¡Más te vale que tengas buena memoria chiquilla impertinente! — Fraille tomó el cigarro que fumaba en ese momento y con malicia quemo el brazo de la joven que solo intentaba liberarse de ese mal momento.

Al ver esta escena Unity apretó sus puños molesto, estaba dispuesto a entrar y defenderla antes de acercarse de nuevo a la puerta logró escuchar lo que le dijo como último comentario.

— Espero que cuando vuelva me digas la verdad que esconde Dégel.

Fraille la soltó con brusquedad y camino hasta la puerta para poder salir pero no sé esperaba que Unity la estuviera esperando con los brazos cruzados.

— Creo que tiene mucho que hablar señora Faure.

— Unity — Esbozo una sonrisa maliciosa al verlo — Creí que estarías en tu casa esperando pacientemente a tu hermana.

— ¡Estoy aquí por qué no pienso dejar que maltrates a Fluorite! — Unity cerró la puerta molesto — También porqué no pienso dejar que Dégel una su vida en  matrimonio con mi hermana.

Fraille movió su cabeza sonriendo de manera maliciosa acercándose al hermano menor de Seraphina — Hay Unity — Se burló tomándolo de su abrigo — Mi Dégel ama profundamente a tu querida hermana, además...

— ¡Eso no es cierto! — Grito Fluorite intentando hacer algo por Unity, quería defenderlo de las garras de Fraille, además de hablarle con la verdad.

— Tu cállate mocosa insolente — Murmuró molesta entre dientes.

Unity se dió cuenta que sus sospechas eran ciertas, esa mujer se traía algo entre manos, de ser así no permitiría que su hermana cayera en sus juegos.

— ¿Cuál es la verdad Fluorite? — Cuestionó Unity mirando con preocupación a la joven.

La rubia cerró sus ojos para no ver la mirada intimidante de Fraille — Dégel tiene a alguien más y no es precisamente tu hermana... ¡Él ama a alguien más!

Sin que se dieran cuenta, Fraille saco de su bolso una pequeña pistola y sin pensarlo dos veces con este objeto les pego a los dos detrás de la nuca, Unity y Fluorite terminaron en el suelo inconscientes con una gran mancha de sangre detrás de su cabeza.

— Lamentablemente no puedo dejaros con vida — Susurró Fraille acercándose al cuerpo de ellos pasando su dedo sobre la mancha de sangre que se comenzaba a formar en el suelo, sonrió con malicia porque ahora había confirmado sus sospechas tal y como sus detectives se lo mencionaron.

Necesitaba deshacerse de la pareja de Dégel también de lo contrario su plan resultaría un tremendo fracaso.

En ese momento dos de sus hombres entraron a esa casa para ver en qué más podían ayudar a su jefa.

— Ya saben que hacer con esos dos... Tiene que parecer un robo en casa.

Sin el más mínimo resentimiento salió de aquella casa mientras se retiraba los guantes de piel que llevaba en sus manos y tomaba su camino rumbo al hospital para seguir con su juego.

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