Capítulo 22 (Soy del que no puedes hablar)

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Después de aquella llamada y uno que otro mensaje coqueto de aquél que lo descontrola totalmente, cada día que pasaba era menos la espera para que ambos nuevamente se vieran

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Después de aquella llamada y uno que otro mensaje coqueto de aquél que lo descontrola totalmente, cada día que pasaba era menos la espera para que ambos nuevamente se vieran.
Eso lo tenía muy emocionado porqué al regresar Degel estarían a unos cuántos días para irse al concurso juntos sin que nadie los moleste.

Sus padres había aprobado completamente el hecho que Degel fuera el profesor que acompañaría a su dulce hijo.

Nada podía salir mal, todo estaba a su favor.

Se encontraba solo en su casa, se había pasado toda la mañana estudiando para el concurso, ya no tenía más deberes que cumplir, sus tareas también las había resuelto.

No sabía que hacer con su tiempo libre, tomó un gran respiro dejándose caer en el sillón.
El sonido del timbre interrumpió sus pensamientos, no se esperaba que llegaran visitas a su casa.
Rápidamente se levantó del sillón y caminó hasta la puerta, era uno de los empleados que se encargan del servicio de paquetería.

— Buenas tardes, busco al joven Camus Leroux — Saludó amablemente el joven de cabellos castaños con una sonrisa retirándose su gorra con el logotipo de la misma empresa de la paquetería.

— Si, soy yo ¿Qué se le ofrece?— Cuestionó muy nervioso, ya que él no había hecho alguna compra en línea para recibir un paquete.

— Entrega para el joven Camus Leroux — Después de decirle esto extendió sus manos entregando esa caja.

— Degel...— Susurró justo en el momento que terminó de leer el remitente. El joven le entregó también una hoja para que firmara la entrega y después se despidió amablemente del joven.

No entendía porqué Degel le había enviado algo, jamás le mencionó algo al respecto. Rápidamente abrió la caja con desesperación y se encontró al principio algunas bolsas de aire, seguido de una hoja doblada a la mitad.

Me vuelves loco cuando nos amamos
Eres al quien quiero ver todas las tardes
Soy aquel del que no puedes hablar.

Tu es merveilleux

Era el ser más afortunado en la tierra, amaba los detalles de Degel y aún así la lejanía no era impedimento para que le mandara detalles.
Rápidamente sacó ese bulto que venía envuelto en más plástico, era lo que detestaba de los paquetes, mucha basura y tanta caja para una fragancia de notas cítricas - maderosas junto con una caja donde venía un collar con un pequeño dije incrustado con un diamante pequeño.

— Esto es bello... — Susurró sacando aquel collar mientras lo observaba detenidamente.
Emocionado tomó esa caja y se la llevó hasta su habitación.

Se sentó frente a su tocador para poder verse en el espejo, sacó aquel collar de su cajita y se lo colocó sin dejar de admirarse frente al espejo.

Se arregló un poco su cabello y tomó su celular para tomarse una foto y enviarle una foto a su querido profesor, además de avisarle que le había encantado aquel detalle junto a sus dulces palabras que siempre lo hacían llevar más allá sus más alocadas fantasías con él.

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