Capítulo 76 (Tras ellos)

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Sacó un cigarrillo de su bolso mientras veía como Zaphiri manejaba con dirección distinta a la que Fraille le había indicado

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Sacó un cigarrillo de su bolso mientras veía como Zaphiri manejaba con dirección distinta a la que Fraille le había indicado.
La señora Faure no era ninguna tonta, solo les había dado la oportunidad de escapar, una simple ventaja solamente. Seraphina tampoco se le podía ir de las manos, de ser posible se traería de regreso a Dégel y a ella para terminar su plan.

- ¿Por qué no vamos a la casa del estúpido de mi entenado?

- Dudo que Dégel esté en su casa, vamos a la mía... Quizá mis hijos sepan algo.

Exclamó Zaphiri sin quitar la mirada de la carretera. En todo este tiempo se había hecho el occiso ante sus hijos, ni siquiera supo que Kardia se encontraba en el hospital; así como realizó ese trabajo con el auto de Dégel, rápidamente huyó a Francia para seguir trabajando para Fraille.

- En diez minutos llegamos madam, no se desespere.

Mientras seguía conduciendo intentaba pensar en una buena escusa para que sus hijos creyeran su mentira piadosa de su ausencia.
Aunque al llegar a su casa se dió cuenta que todo estaba en silencio, no se veía movimiento alguno ni mucho menos se escuchaba los gritos de Kardia peleando con  Milo.

Al llegar estacionó su auto en el garaje y le ayudó a Fraille a bajar para invitarla a pasar.

- Vaya, esperaba que tu casa fuera más grande... Me hubiera ido a un hotel.

Fraille observaba ese lugar con desdén mientras pasaba su dedo índice sobre el barandal de los escalones de la entrada.

- Solo viven mis hijos, es evidente que no mantengan limpio este lugar.

Fraille no dijo nada, simplemente rodó los ojos con molestia y esperó a que Zaphiri sacara sus llaves para poder entrar.
Así pasaron toda la tarde, ni una señal de sus hijos, cuando estuvo a punto de llamarlos por medio de su celular el sonido de la puerta lo interrumpió.
Ellos no solían recibir visitas, con pasos firmes se acercó a la puerta, era un joven de tez blanca y cabellos rubios lacio.

- Buenas tardes, disculpe llevo días intentando localizar a Kardia pero nadie me da razón de él, esperaba encontrarlo aquí en su casa... Necesito hablar urgentemente con el.

Zaphiri no entendía que sucedía, en primera un joven está buscando a su hijo pero a la vez este mismo le mencionaba que Kardia no ha estado en todos estos días en su casa.
La situación se estaba tornando cada vez más preocupante, así que decidió interrogarlo.

- Acabo de llegar de un viaje de negocios, he estado tratando de localizar a mis hijos pero ninguno me responde las llamadas ¿Sabes algo al respecto jovencito?

- Solo se que tuvo un accidente y de ahí ya no supe, creí que ya estaba en casa recuperándose por que veía a su hermano sin preocupación aquí en su hogar.

- A todo esto como te llamas, mi nombre es Zaphiri, son el padre de Kardia y de Milo.

- Asmita y es urgente que encuentre a Kardia - Se quedó callado unos momentos, se llevó una mano a su vientre intentando calmar sus nervios - Estoy esperando un hijo de él.

Zaphiri tomó la noticia tranquilamente, después de todo creía que aquel rubio era el novio de Kardia... Jamás había conocido a Dégel como pareja formal de su hijo mayor.
Ahora con mayor razón debía encontrar a su hijo, claro que no iba a dejar sus responsabilidades a un lado y más si Asmita esperaba un hijo suyo no puede dejarlo a la deriva.





A la par de este momento lo primero que hizo Milo fue mantener al tanto a Manigoldo, así mismo tuvo que darle aviso a Dohko quien escuchaba con detenimiento todos estos sucesos que Milo obtuvo sin ayuda de la policía.
Deuteros seguía cuidando a través de la ventana que no llegaran al sitio personas indeseables que puedan arruinar esa charla.

- ¿Puedo saber por qué no llevaron a Dégel a otro lugar que no sea la casa de su alumno? - Cuestionó Manigoldo llevándose la mano a su cabellera intentando comprender toda esa información.

- Por qué creímos que ahí estará bien, su propio hogar no es seguro.

- Solo espero que las cosas las hagan bien, esa mujer seguramente ya está aquí en Grecia intentando buscar pistas de Dégel. Lo mejor será que muevas ese trasero Dohko y hagas tu trabajo como debe ser. Si Fraille se entera que está en casa de ese tal Camus será capaz de nuevamente incendiar un hogar con tal de salirse con la suya - Exclamó Manigoldo colocando sus manos sobre la mesa con molestia.

Aquel sonido fue lo suficientemente fuerte para que Seraphina diera un ligero brinco asustada.
Charlotte observaba todo su alrededor, si bien dijo que era toda una aventura, al menos deseaba que saliera con bien para regresar a Italia y ver de nuevo a su familia.

- ¿Por qué no la detienes y ya? - Cuestionó el gemelo menor girando nuevamente para volver a la plática con ellos.

- Lamentablemente no tengo una orden para hacerlo, tengo que dejar que se intente acercar a su objetivo para que pueda detenerla, son países distintos Deuteros. Aunque ya mantengo a unos contactos en Francia investigando si tiene antecedentes. Si logro obtener algo ten por seguro que llamo a los refuerzos y la detenemos - Respondió Dohko mientras le daba otro trago a su bebida que fue cortesía por parte de Manigoldo.

- Si de algo te sirve Dohko - Manigoldo se levantó de la silla y se acercó a un estante dónde guardaba unos documentos y escritos - Hace años algunas personas de aquí le trabajaron alguna vez y creeme - Le susurró sin romper esa mirada de tensión que se había creado entre los dos - Esa mujer tiene una lista larga de antecedentes.

- ¿Que puede saber usted que yo no? - Seraphina se acercó para saber más sobre eso, claramente ella estaba metida en una situación demasiado comprometedora.

- Dama García - Manigoldo se acercó a ella con respeto - Dudo que quiera saber ese pasado, si está dispuesta a soportarlo entonces mantenga sus pies en el suelo y escuche con la cabeza fría ante lo que le voy a decir.

- Que más puedo soportar si ya perdí a mi hermano... Murió defendiendo a su amada Fluorite - Susurró con melancolía con la mirada al suelo.

Manigoldo echó una tremenda carcajada ante aquellas palabras de Seraphina, Deuteros se dió cuenta de la situación, tomó la mano de la joven y la colocó detrás suyo para hacerle frente a Manigoldo.

- El hecho de que estemos aquí no significa que te burles de su dolor.

- No me estoy riendo de lo que pasó con su hermano, eso es lamentable, lo sé - Se acomodó nuevamente en su silla para seguir hablando - Me estoy burlando por qué al parecer la dama le tiene una fe enorme a Fraille cuando la culpable de las desgracias de la familia de Seraphina y de Dégel Leroy es esa mujer que está detrás de ustedes!

- Espera...¿Dijiste Dégel Leroy? - Expresó Seraphina asombrada con la mano sobre su boca.

- ¡Como Garnet! - Exclamó Milo al final - Si todo lo acomodamos Garnet es la madre de Dégel.

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Pasito a pasito nos vamos acercando poquito a poquito al final 😁😁
Los quiero 🥰🥰















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