Capítulo 33 (Sin autorización)

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Mu buscaba por toda la escuela a Camus pero no lo hallaba por ninguna parte, incluso intentó hallarlo en la biblioteca pero desafortunadamente no se encontraba ahí

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Mu buscaba por toda la escuela a Camus pero no lo hallaba por ninguna parte, incluso intentó hallarlo en la biblioteca pero desafortunadamente no se encontraba ahí.
Se le había hecho muy extraño que su amigo pelirrojo faltara a clases, siempre había sido muy puntual y si llegaba a faltar siempre era por causas de enfermedad.

Se encontraba solo, tenían una hora libre.

— ¿Hora libre? — Se cuestionó Mu mientras caminaba nuevamente rumbo a su salón. Ahora lo entendía todo — Cómo se me fue ese detalle, esta clase libre es porqué Degel tampoco se presentó a trabajar.

Sonrió ladino al descubrir la verdad, algo le decía que esos dos seguramente andaban juntos.
Aunque tenía que pasar su rato a solas, desde que se dieron cuenta que el profesor de física no se había presentado, Shaka salió corriendo a la zona de canchas para poder pasar tiempo con su amado Aioria.

Y él...

Simplemente caminaba de un lugar a otro con la esperanza de encontrarse con Camus pero estaba más que claro que estaría pasando el día con Degel.

Mientras caminaba cerca de la bodega donde guardaban el material que usaban para el gimnasio unos alumnos pasaron corriendo a su lado; al parecer habían hecho una travesura ya que la voz del director se oía a lo lejos y se escuchaba muy molesto.

— Sage — Susurró nervioso Mu.

Rápidamente se metió a la bodega que se encontraba abierta y cerró la puerta con cautela esperando no ser visto por el director, no había hecho nada malo pero no quería ser involucrado en problemas que los demás alumnos buscan.

El sitio estaba totalmente obscuro, comenzó a retroceder lentamente para intentar acostumbrar su vista a ese sitio obscuro pero otra voz proveniente de la parte trasera de los estantes lo hizo estremecer.

— ¿Quién anda ahí?

Mu se quedó sin palabras, siempre había huido de él porqué no sabía como actuar frente al hermano de Kanon, estaba más que claro que le gustaba pero no sabía como reaccionar ante él.
Cada vez que Saga lo miraba de frente con esa sonrisa que lo cautiva sentía como su corazón latía cada vez más rápido e incluso se quedaba sin palabras.
Es por ello que huía del gemelo mayor.

Rápidamente se acercó a la puerta para poder intentar abrir, justo en ese momento las luces que iluminan la bodega se encendieron.

— Pero mira nada más que me han traído los dioses del olimpo hasta acá — Respondió Saga acercándose a Mu con pasos sigilosos.

El contrario inútilmente intentaba abrir la puerta, pero para su mala suerte al intentar forzar la manija esta se atoró dejando a los dos encerrados en ese lugar.

— Vaya... y hasta con seguro en la puerta para que no te escapes de mi — Se burló el gemelo mayor cruzando los brazos mientras seguía observando al joven de cabellos lilas intentando abrir la puerta con desesperación.

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