El momento decisivo llegó, no sabía cómo empezar a explicarle la situación que era mucho más que obvia.
Habían pasado varios meses, incluso hasta Camus ya en cualquier momento le daba la gran sorpresa de su vida y aún debía enfrentar aquella charla con su ahora "Suegro"- Será fácil Dégel - Susurró Camus acomodándose en el hombro de su amado profesor mientras esté seguía mirándose al espejo.
- Es que... Me siento nervioso, que tal si tu padre en ese momento quiere matarme por tocar a su único retoño.
Realmente lo que a Dégel lo mantenía nervioso era saber cómo reaccionaria el señor Ecarlate, sumando a ello que también necesitaba tomar una decisión definitiva con Camus para decidir si seguirían haciendo su vida en ese lugar o regresaba a Francia a tomar posesión de lo que por derecho le correspondía.
También debía pensar en el momento adecuado de pedir la mano de su adoración escarlata antes de que le gane la llegada de Isaac.
Quizá tal vez se estaba apresurando e incluso se estaba preocupando de más pero realmente quería hacer todo de manera correcta en tan solo poco tiempo.- Que más quieres que se molesten mis padres, si realmente quisieran matarte no hubieran buscado la ayuda de Dohko para saber de ti. Además tarde o temprano todos deben saber que un alumno y su profesor terminaron siendo pareja después de todo.
- Ya no hay nada que nos detenga, ni algún motivo por el cual debemos estar "Escondidos" - Esto último lo dijo en un tono de coquetería mientras colocaba sus manos sobre la cintura de su adoración escarlata para acercarlo a su cuerpo aunque su enorme pancita estuviera de por medio.
- Aún así debo mantenerme al margen - Susurró Camus jugando tiernamente con los mechones verdes de su amado profesor.
- ¿Por qué? Si después de todo no veo la razón por la cual debas esconderte, eres mi pareja y no pienso mantenerte en el anonimato.
- Bueno por qué no quiero que piensen que por ser tu pareja obtengo calificaciones altas.
Dégel sonrió de lado al escuchar esto, tomó del mentón a Camus para obligarlo a mirarlo a los ojos - Tu las obtienes por tu esfuerzo, pero si quieres no me molestaría el hecho de repasar la tarea en la cama contigo.
Camus entendió de inmediato las indirectas de Dégel, no pudo evitar ruborizarse, su rostro era un total poema por qué sus mejillas tomaron un ligero color carmesí que hacía un perfecto juego con sus cabellos rojizos.
- ¡Oye! No me tientes por que me alborotas y a la vez no puedo, en cualquier momento necesitaría correr al hospital.
Con la yema de sus dedos fue retirando unos mechones del rostro de Camus y recargó sus labios en su frente de manera tierna.
- Eso es cierto pero cuando termine tu recuperación no descansaras de mi.
Estás palabras fueron acompañadas de un apretón de nalgas que solo logró destabilizar las hormonas de Camus, valiéndose de su embarazo se le fue directamente a su rostro para profundizar ese beso cargado de deseo.
Sin embargo ese acto sensual entre ambos terminó justamente cuando el celular de Camus comenzó a vibrar, de manera inmediata interrumpió aquel beso y tomó su móvil que descansaba en el mueble de madera que tenía a su lado.- Es un mensaje de mis padres, ya no tardan en llegar.
La verdadera prueba estaba por llegar, ahora necesitaba poner los puntos en claro con sus ahora "suegros" no sin antes llevarse un buen regaño por haber tocado a su único retoño.
- Bueno, entonces vayamos a la sala a esperarlos.
Mencionó Dégel justo en el mismo momento que tomó a Camus entre sus brazos para bajarlo con cuidado en las escaleras, cada día que pasaba se preocupaba más de él; intentaba que su adoración no cargara nada de peso, que no comiera irritantes ni mucho menos algo grasoso y estos tratos eran los que amaba Camus después de mucho tiempo solo, todo eso quedaba atrás ahora su pequeña familia estaba por crecer.
- Aún recuerdo como tuvo que lidiar Deuteros con mis padres, en especial con mi padre. Incluso hasta Mystoria llegaba a creer que tú amigo era el padre de mi hijo.
El joven profesor dejó escapar una sonrisa de lado, le hubiera encantado estar en esos momentos con él para poder mirar ese rostro preocupado de Deuteros, cuando tuviera el tiempo suficiente hablaría con el para agradecerle todo lo que había hecho por cuidar a su amado Camus.
- Bueno ahora el nervioso soy yo, en primera me van a querer odiar por permitirte quedarte aquí conmigo en casa, segunda fui tu maestro... Así que sin duda tu padre querrá hacerme un funeral.
- No es para tanto Dégel - Camus tocó con suavidad el rostro del contrario mientras lo bajaba lentamente en el sofá - Tu tranquilo que no quiero ver un momento de nerviosismo.
Unos momentos después el sonido del timbre se escuchó por todos la casa, Dégel intentó controlarse y dar un respiro antes de la última prueba que le faltaba.
Se acomodó su suéter y con pasos firmes se acercó a la entrada para poder recibir a sus visitas.- Buenas tardes maestro - Saludó Mystoria sosteniendo una canasta con algunas frutas y un vino en medio de ello - Me alegra verlo mucho más recuperado, incluso hasta su persona luce mucho más deslumbrante que aquella vez.
- El gusto es mío señores Leroux, adelante, pueden sentirse como en su casa.
Pero Dégel no tuvo el valor de levantar la mirada cuando justamente a su lado pasó el señor Ecarlate quien cruzó un saludo cordial con él.
Con sus manos temblorosas cerró la puerta y caminó detrás de ellos para poder llegar a la sala; no podía negar que aquel momento de los padres de su amado alumno tocando su vientre lo llenó de ternura sin embargo no quitaba el hecho de que en algún momento comenzaría aquella charla desmotivacional para Dégel.- Por favor tomen asiento.
El joven profesor extendió su mano mientras los presentes obedecían sin objeción alguna, el primero en romper ese silencio incomódo fue el señor Ecarlate sin dejar de mirar a Dégel fijamente.
- Debo admitir que las cosas no son como yo esperaba - Interrumpió Ecarlate - Es decir, yo esperaba que fuera usted quien diera la cara aquel día cuando Camus nos confesó sobre su embarazo, se que en ese momento yo hubiera deseado decirle hasta la despedida maestro Dégel pero no podía dejarlo solo, es por ello que pedí encarecidamente a mi amigo Dohko que lo buscara y ahora podemos estar juntos y frente a frente. Por palabras de mi hijo se que estaba ansioso por saber si lo odio joven Dégel, la respuesta claramente es no, no lo odio... Jamás había visto a Camus tan decidido y feliz aunque la situación no era nada favorable entre ellos dos; un alumno con un profesor es algo que no está bien visto para los ojos de los demás pero si esto en verdad hace feliz a mi hijo solo quiero pedirle que lo cuide como la joya más valiosa que pueda encontrar en el mundo.
- Creo que esto no es necesario Ecarlate - Añadió Mystoria tomando ahora la palabra - A mí no me engañan que desde un principio Camus era quien llevaba al joven Dégel a casa a escondidas; pero también debo admitir que hasta la fecha el joven profesor se ha comportado como todo un caballero con nuestro pequeño Camus y estoy seguro que cuando llegue nuestro nieto, Dégel lo cuidará muy bien.
- Entonces... ¿No lo van a regañar? - Cuestionó Camus con curiosidad al ver que sus padres no estaban dispuestos a pelear como aquel día con Deuteros.
- Claro que no, es por su bien... Además Dohko mencionó que las personas que sufren perdida de memoria inducida lo mejor será llevar la situación de forma pacífica para evitar problemas y conflictos mentales.
Mystoria tomó la canasta que llevaba en sus manos y la acomodó a la altura de sus piernas mientras les mostraba lo que llevaba en su interior, bocadillos, algunos jugos, frutas y sin faltar la botella de vino junto con algunos panes.
- Celebremos por esta pequeña familia que han formado ambos, tienen absolutamente nuestra bendición.
Dégel no pudo evitar soltar unas ligeras lágrimas sobre sus mejillas, ahora solo le faltaba comenzar acercarse a su verdadera madre para que al fin la familia que siempre anheló estuviera completa.
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Escondidos
FanficPor un simple error Camus envía unas fotos a quien menos se lo esperaba... Despertando la curiosidad del contrario... Los personajes no me pertenecen, son de Masami Kurumada y Shiori Teshirogi. La historia es mía Aries_9322. (Advertencia: mucho cont...