Capítulo 70 (Un poco sobre la verdad )

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La joven de cabellos plateados aún no entendía cual era la aspiración de aquellos jóvenes, no sabía si confiar en ellos después de perder lo que más quería en la vida

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La joven de cabellos plateados aún no entendía cual era la aspiración de aquellos jóvenes, no sabía si confiar en ellos después de perder lo que más quería en la vida.
Se llevó una mano a su pecho mientras tomaba asiento en aquel banco que tenía a su derecha.

- Por favor, tomen asiento - Seraphina extendió su mano invitando a qué se sintieran más cómodos para que así pudieran explicarle sobre lo que estaba sucediendo.

- Eres muy diferente a Fraille, dama Seraphina - Habló Milo mientras tomaba una silla para que Charlotte se pudiera sentar.

- ¿Diferente?

- Perdón por ser muy precipitado señorita García, eso será muy confuso para usted pero la verdad he venido desde muy lejos para encontrar a Dégel Faure - En ese momento Milo se quedó callado por unos segundos, ya había sido demasiado caliente en arriesgarse a estar en un país que no conoce, solo bastaba hablar con la verdad sobre la situación.

- Aún no comprendo que buscan con Dégel, él está a las afueras de esta ciudad en una cabaña que rentó la señora Fraille para que se recupere de su terrible accidente.

- ¡Accidente que fue propiciado dama Seraphina! - Exclamó el griego molesto.

- ¿Que? - Seraphina se llevó una mano a su boca asombrada por lo que escuchaba - Pero... Fraille dijo que sufrió un accidente por qué él vendría a formalizar nuestra relación para podernos casar.

Charlotte no sabía que decir, se sentía entre la espada y la pared escuchando las palabras de Milo junto con las dudas de Seraphina. La situación dónde se había metido para ayudar al griego era sin duda mucho más delicada de lo que se hubiera imaginado.

- Eso es mentira - Dijo Milo con molestia mientras le daba la espalda a la joven de cabellos plateados - ¡Dégel Faure tiene a alguien más y ese alguien era mi novio!

- Ce n'est pas possible (No es posible) - Susurró Seraphina con melancolía, después bajo su mirada a uno de lo tantos detalles de joyería que llevaba en sus manos, aquellos regalos que según Fraille le daba en nombre de Dégel.

- ¿Que dijo? - Susurró Milo mirando a Charlotte.

- Ella dice que no es posible - Le contestó Charlotte mirando a la dama quien seguía con la mirada en el suelo.

- Siento haber sido muy directo dama Seraphina, no tengo mucho tiempo, no sé si Fraille llegue y me descubra... Lo único que le puedo asegurar es que la están usando y aquella persona que Dégel ama con locura está esperando un hijo, todo esto fue planeado por la mujer que reside en esta mansión.

Seraphina se levantó de aquel banco, tomó uno de los papeles que se encontraban sobre el tocador junto con un bolígrafo. Mientras que Milo sacaba su celular para redactar un mensaje a Deuteros para mantenerlo al tanto de la situación.
Aunque le pedía encarecidamente que toda noticia que tuviera de Dégel no se lo revelara a Camus, hasta que tuvieran respuestas favorables por parte de él.

- Toma - La joven de cabellos rubios extendió su mano para poder entregarle esa nota a Milo.

- Esto que es.

- Ahí te anoté la dirección del lugar donde está Dégel recuperándose. Él ya despertó pero no recuerda nada, ni a nadie... No tienes idea del peso que me acabas de quitar encima.

Aquella nota iba acompañada con una sortija de oro macizo con un incrustación de un pequeño diamante en el centro.

- Pero el anillo por qué... - Las palabras del griego fueron interrumpidos por la dama de cabellos plateados.

- Conozco a Dégel desde que éramos unos niños, crecimos juntos y la verdad siempre lo ví como a un hermano... Jamás pude albergar un sentimiento por él más que un amor fraternal. Ese anillo me lo dió Fraille por qué según era la prueba del por qué Dégel estaba aquí en Francia; si él tiene a alguien más merece ser feliz y no atarse a una relación dónde me están usando y también a él - Seraphina alzó su rostro para dedicarle una sonrisa a Milo mientras tocaba su rostro con dulzura - Quisiera conocer a la persona que es merecedora del amor de Dégel.

Al escuchar esto Milo le devolvió el gesto con una sonrisa, en cierta parte se sentía identificado con Seraphina por que ambos estaban dejando a las personas que más aprecian en sus vidas para que puedan ser felices juntos.

- No tengo inconveniente en llevarte a Grecia para que lo conozcas.

- ¿Lo? - Cuestionó Seraphina asombrada bajando su mano lentamente.

- Se llama Camus y si es un él - Contestó con una sonrisa - Es un bello doncel y está esperando un hijo suyo, por eso necesito llegar con Dégel.

- Noble gesto el tuyo - Respondió Seraphina alejándose un poco de ellos para tomar su bolso - Vámonos antes de que Fraille llegue y se de cuenta que están aquí.

Los tres comenzaron a caminar rumbo a la puerta, Seraphina apago las luces y les hizo una señal a sus dos acompañantes para que no hicieran ruido alguno.
El tiempo era vital para ellos, aprovechando que Fraille salió para hacer algunas compras nocturnas; con pasos sigilosos la dama de cabellos plateados los guiaba por la mansión hasta llegar a la entrada donde su auto se encontraba estacionado.

Los guardias que custodiaban la entrada no le dieron mucha importancia al ver que se trataba de la señorita García, ellos siguieron tomando su charla nocturna.
Este momento fue aprovechado por la dama quien le hizo una señal a Milo y a Charlotte para que se subieran a su auto lo más pronto posible.
Al momento que lograron subir a los asientos traseros, tuvieron que agacharse para no ser vistos por los guardias.

Seraphina sacó las llaves de su bolso de mano y tomó su lugar en el asiento del conductor.

- No se vayan a levantar hasta que yo se los diga.

Encendió el auto, colocó sus manos sobre el volante y tomó su camino rumbo a la salida principal de la mansión.

Milo tuvo que abrazar a Charlotte mientras los dos permanecían abrazados en el asiento trasero, el griego colocó su chaqueta sobre ellos mismos para cubrirse de las miradas curiosas de los guardias de la mansión, al menos agradecían que el auto de la dama Seraphina eran obscuros, pasaban desapercibidos ante los distraídos.

- Señorita Seraphina, creímos que se quedaría - Habló uno de los guardias mientras abría la enorme puerta de madera.

- Tuve un imprevisto, la dama Garnet un incidente en la cocina y necesito llegar a verla, esa mujer le tiene un enorme pavor al fuego y no la puedo dejar sola.

- Garnet - Susurró Milo asombrado aún escondido bajo su chaqueta junto a Charlotte.

Sin querer Seraphina los estaba llevando con la verdadera madre de Dégel, cada vez las cosas se acomodaban a su favor. Muy pronto también estarían con Dégel para librarse de todos los problemas en los cuales se han involucrado sin querer.

- Pronto te llevaré la gran sorpresa Camus - Pensó para si mismo mientras salían de aquella horrible mansión.

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Estos días he actualizado corazones escarlata pero también no quería quedarme con las ganas de traerles un poco más de mis amados copitos 💖💖💖

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