Escondidos

Capítulo 43 (Promesa)

No sabía porqué pero por alguna extraña razón siempre ese mismo sueño lo atormentaba ciertas noches y esa era una de ellas.

"No puedes albergar un sentimiento por él... Ambos son de épocas diferentes"

- En el amor todo es válido, él forma parte de mi vida... Lo que siento por él va más allá de mi existencia. Las almas que están destinadas a estar juntos jamás se soltarán ante cualquier obstáculo.

Lo más curioso para Degel es que en ese sueño se podía ver el mismo platicando con otras siluetas que no alcanzaba a distinguir.
Sin embargo cuando despertaba no recordaba nada sobre aquellos sueños que su subconsciente le hacía pasar.

De manera repentina se despertó, su cuerpo se encontraba totalmente sudoroso y con la respiración muy agitada.
Ese era su misma rutina una y otra vez.

Trató de calmarse, se llevó una mano a su rostro, desvió levemente su mirada y ahí estaba a su lado su adoración escarlata quien dormía profundamente a lado de su maestro.

- Degel... - Lo llamó entre sueños.

Escuchar su nombre provenir de los labios de su alumno lo dejaba sin aliento. Sentía como sus latidos se volvían cada vez más intensas.
A pesar de que los dos comenzaron de una forma inusual, realmente si lo ama con toda su alma y todo su ser.

Lo siguió observando unos momentos más, en todo este tiempo que han estado durmiendo juntos después de esas entregas, jamás se había tomado el tiempo de observarlo con detenimiento mientras dormía.

Era tan hermoso verlo de esa manera, su apariencia fina y delicada perfecto para su vista.

Con suavidad llevó su mano derecha sobre el vientre de Camus quien ligeramente se removió en la cama; Degel trataba de no despertarlo.

- No sabes lo feliz que soy al saber que llegarás pronto a nuestras vidas - Murmuró el joven profesor mirando con detenimiento su vientre.

Nuevamente posó su mirada al rostro de Camus, le brindaba paz y una tranquilidad que jamás había sentido.
Degel sentía una profunda necesidad de protegerlos, sabía que al revelar aquella noticia ante los demás no sería fácil.

Sin embargo tenía que hacerlo, por el bien de Camus y de su pequeño que viene en camino.
Nuevamente el joven de cabellos escarlata se removió llevando su mano sobre las prendas de Degel y de manera inconsciente apretó la playera que su profesor Degel usaba esa noche para dormir.

- Yo te prometo cuidarte y amarte por el resto de mi vida.

Así era el joven docente Degel Faure, aquel que siempre reprimía sus emociones a causa del triste pasado que llevó... Ahora solo podía ser gran abanico de emociones y esas eran solamente para su adoración escarlata.
Lo cubrió con el edredón envolviendo en un abrazo más cálido por la cercanía de ambos cuerpos, mañana sería el día decisivo del concurso.

Degel se lo había dicho, si Camus ganaba o perdía él siempre estaría para apoyarlo en todo momento.

Molesto golpeó la pared de su habitación, ya no sabía si el hecho de comentarle a su hermano sobre lo que había encontrado en la habitación de Camus había sido buena idea.

Algo le decía que Kardia tramaba algo porqué desde ese día que le comentó lo que leyó en la nota escrita por Degel; Kardia seguía con su vida como si nada hubiera pasado.

Ahora que lo pensaba mejor, cada vez que su hermano mayor se traía algo entre manos actuaba como si nada malo hubiera ocurrido.

- ¿Porqué Camus...? - Unas lágrimas brotaban de sus zafiros.

No llegaba a entender la razón por la cual Camus lo había cambiado por Degel.
Por unos instantes pasó por su mente las veces que intentaba insinuarse a Degel.

- Degel... - Se dijo a si mismo con un tono de odio - Algo me dice que te estás aprovechando de lo que intenté hacer contigo y ahora te desquitas con mi copito.

Se acercó al espejo de su tocador, tomó un pañuelo y se limpió sus mejillas después de dejarse llevar por sus emociones.
Observó su reflejo, ahora dibujaba una sonrisa con un toque de malicia.

Mala idea, siempre se había dejado influenciar por su hermano mayor. Aquel Milo tan alegre, simpático y sobre todo muy atento había quedado en el olvido desde hace mucho tiempo atrás.

- Camus y yo tendremos una larga charla cuando regrese del concurso.

Por fortuna para él, logró tomar aquella nota que Camus guardaba en aquella caja. Con ello empezaría el interrogatorio.

Mientras Milo seguía pensando en todo lo que haría, Kardia lo observaba recargado en el marco de la puerta.
Sabía que su hermano haría lo que estuviera a su alcance para arreglar sus temas con Camus.

Sin embargo, Kardia tenía otro plan.

Como se lo había comentado a Milo, él conocía a la supuesta madre de Degel.
Solamente se lo podía entregar en charola de plata a cambio de la cuantiosa suma de dinero que el francés poseía.

Se rió de manera descarada y se fue a su habitación, dejando a Milo llenándose de odio y rencor.

- Degel... Siempre te di todo de mi, lástima que los dos quisieron tomar otro camino muy diferente - Se dijo a si mismo cerrando la puerta de su recámara.

- En primer lugar, Fraille no es tu madre - Kardia sacaba una cajetilla de cigarros de su cajón mientras hablaba solo - Garnet es tu verdadera madre... La pobre quedó loca después de que incendiaran su casa.

Mientras encendía su cigarro, seguía recordando lo que alguna vez Manigoldo le comentó sobre ese trabajo que alguna vez su gente hizo.
Ellos solo siguieron órdenes y nada más.
Que pequeño era el mundo, todo pasaba en ese círculo cercano.

- Krest muerto... Garnet sin poder recordar a su verdadero hijo Degel, Fraille una mujer llena de ambición que le quitó todo a los Faure... Aunque ella necesita a Degel para que se pueda casar y así reciba esa suma de dinero que guardaba Krest.

Al soltar el humo entre sus labios no pudo evitar reírse como un loco desquiciado.

- Te pude haber salvado de ese loco mundo creado por Fraille pero preferiste revolcarte con la pareja de Milo... Que bonito sonarán las noticias en la escuela que un profesor acosa alumnos.

En esta vida así como quedaban personas nobles y buenas, lo había también aquellas que solo buscan su beneficio a costa de los demás...

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Personitas bellas, si lo sé ni el kinktober he terminado pero ya me comían las ansias por darles más de mis copitos.
Para comenzar la parte con la que inicia al principio va conectada con la historia de Más allá de la lealtad.
Por el simple hecho que Camus y Degel en otra vida ya habían coincidido y ahora esta es su nueva vida por así decirlo. 😁 espero que les guste les mando un abrazo los amo 🥰🥰