Capítulo 53 (No estás solo)

144 25 77
                                    

Ya no sabía que hacer, después de que Surt lo defendiera de Milo, Camus salió de su casa para poder ir a la de su amado profesor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya no sabía que hacer, después de que Surt lo defendiera de Milo, Camus salió de su casa para poder ir a la de su amado profesor.
Por más que Surt lo intentó detener se dio cuenta que esa situación estaba muy lejos de su alcance.

Él había llegado a la casa de Camus por la casualidad que sus padres se darían cita con el señor Ecarlate y Mystoria para seguir detallando más sobre los negocios que tenían juntos sin embargo intentaba no imaginarse que hubiera sucedido si no estuviera justo en el momento preciso para defenderlo.

Aquel sobre que Milo arrugó permanecía en el suelo, Surt se acercó para tomarlo y ver de una vez por todas lo que sucedía. Esa ocasión en el hotel donde se llevó a cabo el concurso escuchó a Degel hablando solo diciendo que sería padre, ahora lo había confirmado, esos estudios afirmaron la verdad.

Aunque ahora lo más importante era saber que había pasado con aquel profesor, se guardó el sobre de los estudios de Camus y salió de su casa para poder buscarlo y hablar con él, lo quería mucho y no deseaba verlo sufrir de esa manera, al menos le seguiría los pasos para poder cuidarlo desde la lejanía.

Las llamadas insistentes de Mu, de Shaka se acumulaban en el celular de Camus, no tenía deseos por saber de sus amigos, simplemente sus pasos lo llevaron hasta la casa de Degel, afortunadamente se había quedado con el segundo juego de llaves de aquel lugar; si su querido profesor no se encontraba a su lado por lo menos tenía el cobijo de ese sitio donde ambos se querían y se necesitaban.

Surt llegó a darle alcance, quería suponer que esa casa sería la de Degel; tan solo logró divisar a ese joven de cabellos escarlata entrar  a ese sitio.

— Camus... — Susurró Surt — No sé como pueda ayudarte, detesto verte sufrir.

A los pocos minutos a ese lugar llegó un hombre de cabellos largos azules y de tez morena, Surt jamás lo había visto en su vida y solo esperaba que no fuera hacerle daño a Camus.

Aquel sujeto tocó la puerta y en escasos segundos fue Camus quien lo recibió, Surt los observaba desde la lejanía escondido detrás de un auto; lo que pasó a continuación lo dejó totalmente destrozado porqué miró como Camus soltaba en llanto en los brazos de ese hombre de cabellos azules, ese tipo buscaba darle apoyo en esos momentos difíciles de su vida.
Solo esperaba que Camus estuviera en buenas manos, con mucho sigilo se fue alejando de ese lugar.




Deuteros mantenía contacto con Camus, le había prometido que le avisaría cualquier noticia que tuviera de Degel; justo en el momento que Camus discutía con Milo, el gemelo menor le envió un mensaje avisando que lo vería en la casa del joven profesor para darle detalles de lo que ha pasado.

— Este lugar me trae bellos recuerdos, no puedo evitarlo — Susurró Camus dejando pasar al gemelo menor, cerró la puerta y ambos se dirigieron al sofá para poder seguir hablando de lo sucedido.

— Solo procura no venir solo, porqué no me gustaría que cayeras en una depresión como yo.

— Deuteros... Eres tan cálido y dulce como la llegada de la primavera en tiempos de invierno; espero que muy pronto llegue esa persona especial que te valore y te complemente, realmente lo mereces.

Respondió Camus  con toda la sinceridad posible, a pesar de conocerlo en pocos días descubrió que era una persona sumamente gentil y no se merecía aquella infidelidad que pasó con su pareja y con Kardia.

— Agradezco tus palabras Camus, pero lo primordial es que te cuides ahora que llevas dentro al hijo amado de Degel. Alguna vez me comentó que si llegaba a tener un hijo le gustaría ponerle el nombre de...

Camus no lo dejó terminar, interrumpió completando aquella frase — Isaac, me dijo que ese nombre le gustaba mucho.

—Así es, solo espero que pronto tengamos noticias de el... Por cierto me enteré que Kardia tuvo un accidente en el auto de Degel, todo esto no está bien.

— Lo mismo me dijo Milo justo antes de venir aquí contigo — Agregó Camus mirando a la ventana recordando ese amargo momento con su expareja. Cerró sus ojos para procurar no caer en la melancolía porqué en realidad esas palabras hirientes que los dos se dijeron le dolieron en lo más profundo de su ser, también el hecho de darse cuenta que Milo tenía sus aventuras fue el acabose de todo; en esa relación no quedaba nada, más que los recuerdos de lo que alguna vez vivieron juntos.

— De todos modos la policía ya encuentra al tanto de la situación, con lo que han recopilado es que al parecer con la última persona que se vio fue con Kardia, sin embargo  a raíz del accidente en el auto de Degel, Kardia se encuentra sedado, ha atacado a los enfermeros y médicos que lo atienden... El sería el único que puede revelar la verdad.

"Kardia" ¿Ese era su única esperanza? Nuevamente Camus observó al gemelo menor para pedirle un enorme favor.

— Deuteros... ¿Podrías ayudarme para hablar con mis padres? La verdad no sé como se tomen el hecho de que mi pequeño sea hijo de uno de mis profesores.

El gemelo menor se quedó sorprendido porqué jamás pensó en su vida tener que lidiar con temas así sobre un embarazo, aunque por tratarse del gran amor de su amigo haría hasta lo imposible por ayudarlo en su ausencia.

— Si quieres que vayamos de una vez lo hacemos... No hay que perder más tiempo.

Deuteros tomó la mano de Camus y ambos salieron de la casa de Degel para enfrentar de una vez por todas a sus padres, aunque aún quedaba esa preocupación por Degel, pero lo primordial cuidar de  ese pequeño que viene en camino; y sobre todo la salud de Camus.

❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄

Escondidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora