La sospecha

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-Sirius, te petrificaré si no dejas de tirarle el cabello a tu hermana.

Adeline quedó mirando con los ojos entrecerrados a su hijo menor, esperando que él tuviera alguna reacción, pero no, el niño la miraba fijamente con una sonrisa traviesa en su rostro.

-Gris contra gris -comentó Hermione -¿quién morirá primero?

-Yo puedo hacer magia, él no -dijo Adeline sin despegar los ojos de su hijo -acomódate, Hermione, podemos tener esta guerra de miradas toda la tarde.

-Es un poco infantil pelear con tu hijo, ¿sabes?

-No estoy peleando, le estoy enseñando a que me debe hacer caso.

El niño seguía con la misma mirada y con la misma sonrisa, su mano se movió a la pequeña mesa donde su mamá había puesto galletas, cuando tomó una se la llevó a la boca lentamente, y cuando estuvo apunto de morderla, Adeline se la quitó de la mano.

-No habrán galletas si le sigues tirando el cabello a tu hermana.

Sacó la varita y con un movimiento hizo desaparecer el plato junto a las galletas, provocando que el niño pusiera cara de espanto y empezara a llorar.

-Vengo a tu casa porque quiero prepararme para cuando nazca Rose, pero...-Hermione quedó mirando a Sirius -no creo que se parezca a él, ¿verdad?

-Me gusta pensar que no es así, que es el azúcar que tienen las galletas lo que lo hacen algo hiperactivo, travieso y llorón. 

-¿Y qué haces para que se calle? -preguntó Hermione haciendo una pequeña mueca de disgusto.

Adeline quedó mirando a su hijo, su llanto era escandaloso, pero ya se había acostumbrado a él.

-Puedo petrificarlo o ser una buena mamá.

-¿Cuál eliges generalmente?

-Ser una buena mamá, Hermione, por supuesto.

Adeline tomó a Sirius y lo abrazó mientras se movía de un lado a otro, el niño poco después dejó de llorar, siempre lo hacía cuando lo tomaba su mamá. Lo dejó en el piso para que siguiera jugando y fue a buscar solo una galleta, explicándole que no le dará más porque en pocas horas debe dormir.

-Ser mamá puede llegar a ser divertido -le comentó Adeline -siempre puedes ganar.

Hermione soltó una pequeña risa y negó con la cabeza. Estaba muy nerviosa, en un par de meses daría a luz a su hija y no sabía muy bien cómo manejar esa situación, iba a ser una experiencia nueva para ella, y aunque sentía que tenía todo en orden, una parte de ella sabía que planificar todo no significaba que las cosas fueran a salir de esa manera.

-Ayer fui al hospital -comentó.

-¿En serio?, ¿por qué no me visitaste? -preguntó Adeline tomando asiento al lado de su amiga.

-Fui a tu consulta, pero al parecer te habían llamado de urgencia.

-Oh, sí -rio Adeline -fue muy divertido. Un idiota le intentó sacar el caparazón a un Cangrejo de fuego, tenía todo su brazo y abdomen quemado.

-¿Cuál fue la parte divertida, Adeline? -Hermione la miró espantada al verla reír.

-Todo...-murmuró.

-Por Merlín -dijo Hermione mientras la reprochaba con la mirada.

-¿Y qué tal te fue? -inquirió Adeline.

-Bien, todo va como corresponde -contestó con una sonrisa -cuando iba saliendo de la consulta vi a Pansy Parkinson de lejos, también está embarazada.

Líos de amor de una Malfoy [Harry Potter/Theodore Nott] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora