Líos de amor de una Malfoy [Harry Potter/Theodore Nott] TERMINADA

Capítulo 84

-Dices que tienes la capa y ropa, pero... -musitó Harry mirando ceñudo a Hermione, que sólo llevaba el bolsito bordado con cuentas, en el que se había puesto a rebuscar.

-Sí, sí, aquí están -afirmó ella y sacó ropa para todos y la capa de invisibilidad para Harry.

-Pero ¿cómo diantre...?

-Encantamiento de extensión indetectable -recitó Hermione - Dificilillo, pero creo que lo he hecho bien. Bueno, el caso es que conseguí meter aquí dentro todo lo que necesitábamos ¡A cambiarse rápido!

Hermione me pasó la ropa, me di vuelta y me empecé a cambiar. Cuando me saqué el vestido y mi abdomen quedó al descubierto, lo miré...no podía creer que había algo...o más bien alguien ahí  adentro. 

-¿Listos?

-Sí, listos -contestó Ron.

-¡Harry tu capa! -le ordenó Hermione.

-Pero los demás... toda la gente que estaba en la boda...-dijo mientras se ponía la capa.

-Ahora no podemos preocuparnos por ellos -susurró Hermione - si volvemos, lo único que conseguiremos será exponerlos aún más al peligro.

-Tiene razón -coincidió Ron - casi toda la Orden estaba allí, ellos se encargarán de protegerlos.

-Está bien...

-¡Vamos! Debemos ponernos en marcha -instó Hermione.

Volvimos por la calle secundaria hasta la principal, donde varios hombres cantaban y zigzagueaban por la acera de enfrente.

-Oye, sólo por curiosidad: ¿por qué hemos venido a Tottenham Court Road? -preguntó Ron a Hermione.

-¿Adónde quieres que vayamos, pues? -le contestó irritada -no alquilaremos una habitación en el Caldero Chorreante, ¿verdad?, ni nos instalaremos en Grimmauld Place, porque Snape tiene acceso a la casa. Supongo que podríamos ir a casa de mis padres, aunque cabe la posibilidad de que nos busquen ahí... -Hermione se quedó en silencio cuando unos hombres ebrios empezaron a decirnos cosas -vayamos a algún local -urgió al ver que Ron le iba a contestar a los borrachos - Mira, ahí mismo.

Era una pequeña y cochambrosa cafetería que permanecía abierta por la noche. Me senté al lado de Harry, que llevaba puesta la capa y al frente de Hermione. 

La camarera, que mascaba chicle sin parar, se acercó a la mesa y Hermione pidió tres capuchinos. Poco tiempo después un par de fornidos obreros entraron en la cafetería y se sentaron en la mesa de al lado. Hermione bajó la voz y dijo:

-Propongo que busquemos un sitio tranquilo donde desaparecernos y nos vayamos al campo. Entonces podremos enviarle un mensaje a la Orden.

-Pero ¿tú sabes hacer eso del patronus que habla? -preguntó Ron.

-He estado practicando y creo que sí -respondió.

-Bueno, mientras eso no les cause problemas... 

-Adeline, ¿estás bien? -Hermione buscó mi mirada -No has dicho ni una palabra desde que escapamos de La Madriguera.

No, no estaba para nada bien.

-Tal vez le lanzaron un hechizo silenciador...-dijo Ron que recibió un codazo por parte de Hermione.

-Estoy bien...-dije sin mucha emoción.

Harry, por debajo de la capa de invisibilidad, tomó mi mano y la apretó.

Ron se siguió quejando del café, que según él estaba horrible, mientras que Hermione pensaba hacia dónde podíamos ir. Mi mente estaba en otro lado y no era para nada un aporte.