Líos de amor de una Malfoy [Harry Potter/Theodore Nott] TERMINADA

Capítulo 48

Dejé mis libros en el escritorio y salí de mi habitación para dirigirme a cenar. Al salir de mi sala común sentí los gritos de una mujer, miré para todos lados, pero no veía nada. Seguí avanzando por las mazmorras para ver que ocurría, pero me detuve al ver que del despacho de Snape salió él junto a Harry...

-¿Qué sucede, Aurora?-preguntó Snape que tenía su varita en alto.

-No lo sé...-miré a Harry, hace unos días que no lo veía tan de cerca-acabo de salir de mi sala común.

Snape empezó a caminar y Harry y yo lo empezamos a seguir. Este me miraba de reojo y yo igual.

-¿Qué estabas haciendo con Snape?-pregunté sin mirarlo.

-Profesor Snape, Aurora...

-Lo siento, profesor...-no podía creer que me había escuchado, si había hablado bastante bajo.

-Y sobre la pregunta que le hiciste a Potter, no te incumbe.

Bufé al escuchar las palabras de Snape. Así que miré a Harry para ver si lo podía convencer que me dijera lo que estaban haciendo, este me miró dudoso. Eso me molestó un poco, más que nada porque demostraba la desconfianza que tenía él hacia mí. Seguíamos caminando detrás de Snape, hasta que un tirón de mano hizo detenerme.

Me quedé unos segundos observando la mano de Harry agarrando la mía, el mismo calor de siempre comenzaba a subir por mis dedos hasta desparramarse por todo mi cuerpo, pero eso me incomodaba, porque en mi mente aparecía Theo y todo el daño que le puedo generar si seguía dejando que Harry invadiera cada uno de mis sentidos.

-¿Me vas a contar?-dije mientras sacaba mi mano de su agarre.

-No debería...

-Entonces no lo hagas, es bastante simple-dije sin darle importancia, aunque por dentro me moría por saberlo.

-Quiero decírtelo, Adeline, pero...

-No confías en mí...tranquilo Harry, eso siempre lo he sabido.

-No...-agarró nuevamente mi mano-yo sí confío en ti.

-Claro...-saqué una risa amarga.

-Es enserio, lo que pasa es que me dijeron que nadie lo podía saber.

-Lo entiendo-volví a sacar mi mano de su agarre y seguí caminando.

-¡Adeline!-me giré- Oclumancia...

-No tenías que decírmelo, Harry, pero supongo que gracias...

Harry me sonrió, pero yo no respondí a su sonrisa, seguí caminando hasta llegar al vestíbulo, me di paso entre los estudiantes que estaban amontonados, hasta llegar al lado de mi hermano.

-Pese a que es usted incapaz de predecir ni siquiera el tiempo que hará mañana, debió darse cuenta de que su lamentable actuación durante mis supervisiones, y sus nulos progresos, provocarían su despido-Umbrigde le hablaba a la profesora de Adivinación con cierta crueldad en su voz.

-¡N-no p-puede! -bramó la profesora Trelawney, a quien las lágrimas le resbalaban por las mejillas por detrás de sus enormes gafas- ¡No p-puede despedirme! ¡Llevo d-dieciséis años aquí! ¡Hogwarts es m-mi hogar!

-Era su hogar hasta hace una hora, en el momento en que el ministro de la Magia firmó su orden de despido -la corrigió la profesora Umbridge.

-Toma, Sybill, toma... Tranquilízate... Suénate con esto... No es tan grave como parece... No tendrás que marcharte de Hogwarts...

-¿Ah, no, profesora McGonagall? -dijo la profesora Umbridge, y dio unos pasos hacia delante-¿Y se puede saber quién la ha autorizado para hacer esa afirmación?