Atentamente, Adeline Black

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Theo llegó tan rápido como pudo a la casa del lago, llevando su recuerdo en el bolsillo. Cuando observó a su alrededor no vio nada ni escuchó a sus hijos, lo cual era muy extraño, salió al jardín y tampoco había nadie.

¿Qué estaba pasando?

Fue al segundo piso y escuchó ruidos extraños provenientes de la habitación de Adeline. Se acercó lentamente ahí y pudo escucharlos con claridad, sintiendo una horrible angustia en su pecho.

No podía creer lo que estaba escuchando.

¿Se estaba volviendo loco o Adeline realmente...?

Abrió la puerta despacio y confirmó lo que sospechaba, ahí estaba Adeline, llorando de forma desesperada.

(se asustaron, lo sé. jiji)

Estaba sentada en el piso con la chaqueta de su papá en sus hombros, ni siquiera se inmutó cuando sintió la puerta abrirse, es que estaba sufriendo. Theo no entendía qué le pasaba, pero cuando entró a la habitación lo comprendió.

Rubí estaba muerta.

Adeline estaba desconsolada, tanto que cuando se percató de Theo no hizo nada, ni siquiera intentó dejar de llorar. Y a él tampoco le importó que en ese momento ella pensara que era un infiel. Sin pensarlo dos veces, se sentó a su lado y la abrazó.

Ella recibió su abrazo y apoyó su cabeza en su pecho.

-Ya, cariño, ya... -Theo besó su frente -ya va a pasar...

Theo se quedó ahí, en una posición bastante incómoda, pero no le importaba. Estaba abrazando a Adeline, cuánto tiempo soñó con hacer eso, y además, ella lo necesitaba. Es que no sólo era Rubí, era la conexión que tenía la lechuza con su papá.

Adeline se tranquilizó después de un rato, pero se quedó ahí con su cabeza apoyada en Theo. Este seguía abrazándola y pasando su mano por su cabello.

-¿Y ahora qué, Theo? ¿y ahora qué?

Theo se quedó en silencio, observando como ella lo miraba con sus ojos llenos de lágrimas.

-¿No lo entiendes, verdad? -Theo negó -en la vida sólo dos personas me han hecho sentir paz: mi padre y tú... Y con Rubí muerta es como si cada vez estuviera más lejos.. -murmuró -y ahora no te tengo... yo...

-No, no -Theo tomó su rostro -Adeline estoy aquí...

-Theo, tú...

-No... -negó -no te engañé.

-¿Qué?

-Es una larga historia, pero te lo juro, Adeline -Theo la quedó observando -tengo mi recuerdo de esa noche embotellado aquí en el bolsillo, como prueba de que entre Ginger y yo no pasó nada.

Adeline sintió que le volvió el alma al cuerpo, era como si por fin después de un tiempo estuviera respirando aire puro.

-Theo... -sus ojos se pusieron llorosos de nuevo, pero esta vez era de alegría.

-Estaría loco si te engañara, Adeline, tú... tú eres el amor de mi vida, ¿entiendes?

Adeline sonrió y volvió a apoyar su cabeza en el pecho de Theo.

-Ginger es una perra -masculló ella, recordando lo que le dijo cuando vino a su casa.

Theo soltó una pequeña risa y besó la cabeza de Adeline.

-¿Te sientes mejor? -le preguntó.

Adeline asintió con lentitud y se giró para observar a Rubí.

Líos de amor de una Malfoy [Harry Potter/Theodore Nott] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora