Líos de amor de una Malfoy [Harry Potter/Theodore Nott] TERMINADA

Sirius Nott Black en Hogwarts (5° parte)

Sí, estaba enamorado. Mamá me lo decía, papá me lo decía, James me lo decía y hasta la abuela Jane me lo repetía, quien en su vejez aún podía ver el amor en las personas. Y yo, yo lo tenía demasiado claro. Abi era como un golpe de lucidez, un golpe de realidad, uno lindo y potente, uno que te agrada y lo recibes con los brazos abiertos. El problema es que yo estaba preparado para recibir su amor, pero ella era una persona con una vida un tanto difícil antes de mi aparición en sus días, con una vida aparte de mí mientras estábamos en una relación. Abigail tenía problemas, que inevitablemente me iban a afectar a mí.

-El piso está húmedo... -murmuró, agitada.

-¿Y me lo dices después de una hora? -le pregunté en un tono divertido.

-No fue una hora, fueron...

-Mis besos hacen que pierdas la noción del tiempo, ya veo... Eso sube mi ego bastante.

Recibí un suave golpe de su parte que me hizo soltar una carcajada. Me paré de encima de ella y le tomé la mano para ayudarla a pararse. Comenzamos a caminar hacia mi casa en pasos lentos, mientras veíamos el color naranja del cielo volverse oscuro, dejando que la luna hiciera lo suyo. Una luna especialmente bonita.

Era raro apreciar la noche en mi casa, recuerdo que siempre odié la luna en silencio porque sabía lo que provocaba en mi hermana, pero el odio no hacía que no pudiera observar su belleza.

-He estado pensando que cuando Clarisse vuelva a clases, tú y yo podríamos ir a dar una vuelta por el mundo.

Soltó una carcajada, divertida.

-Qué fácil suena.

-Es fácil, ¿se te olvida que somos magos? Además, si es por el tema del dinero, no te preocupes, en serio.

-Odio que digas eso... -soltó fastidiada. 

-Lo sé, pero no lo hago de presumido, ni porque piense que no tienes para pagar, solo lo digo porque es verdad. No te preocupes, hay un fondo enorme en esta familia y...

-Presumido -me interrumpió. 

-Bien... Sí, soy un poco presumido.

Ella volvió a reír, yo pasé mi mano por su cintura y la atraje hacia mí. Habían momentos que simplemente eran perfectos a su lado, donde no había inquietud por mi parte, ni enigma en su mirada.

-¿Qué piensas? -le pregunté -Suena genial, ¿no es así? 

-Sí, suena genial, pero no puedo. Comenzaré a trabajar en un par de semanas, solo algunas horas al día. Pero cuando Clarisse comience las clases haré turnos completos.

La miré desconcertado.

-¿Qué?

-Eso, hay gente que necesita ganarse el dinero para vivir, Sirius. No como otros que nacieron en cuna de oro -dijo y me dio una palmada en la espalda -No te ofendas.

-Muy divertida... Pero, ¿y tu padre?

-El trabaja -afirmó -Pero... Nada, solo, me gusta tener mis cosas. Así que ya he conseguido trabajo en una cafetería cerca de donde vivo. Es linda, y lo mejor es que puedes tomar todo el café que quieras gratis por ser empleado. A Jacob y a tu padre les encantaría.

-¿Abi... una cafetería?

-Sí.

-Eres una bruja.

-Lo sé...

-No, no lo sabes al parecer.

Ella me miró con su ceño fruncido. ¿Acaso no entendía lo ridículo que parecía todo? ¿La poca coherencia que tenían sus palabras?