𝓔𝓵 𝓻𝓮𝓰𝓻𝓮𝓼𝓸 𝓭𝓮𝓵 𝓱𝓮𝓻𝓮𝓭𝓮𝓻𝓸 || 𝓣𝓸𝓶 𝓡𝓲𝓭𝓭𝓵𝓮

SIETE

Dormí muy poco y me levanté muy temprano, pues necesitaba saber qué había sucedido. Me vestí y salí. El primer lugar al que me dirigí, fue a la enfermería, pues sabía que Ginny podía estar ahí. Quien estaba era Harry Potter, rodeado por los Weasley y Dumbledore. Lo pensé dos veces antes de acercarme, pues la conversación que estaban teniendo parecía bastante privada, por lo que preferí quedarme en la puerta. El primero en verme fue Dumbledore, esbozó una sonrisa amable y me indicó con una seña que me acercara.

—Señorita Malfoy —dijo. Caminé despacio hacia el grupo y me detuve a unos pasos.

—Yo... no quiero interrumpir, ni molestar —dije—, solo quería saber qué había sucedido con Ginny.

Al nombrarla, una expresión de dolor apareció en los rostros de todos y la señora Weasley rompió en llanto. Con eso tuve suficiente para saber que algo muy malo había pasado.

—Ginny murió —dijo Harry y yo sentí como si me hubieran golpeado muy fuerte con algo.

—No puede ser —murmuré, incrédula. Miré a Harry a los ojos y supe que no estaba mintiendo. Todos estaban sufriendo y eso era cada vez más visible. Sentía que no debía estar ahí, que era mejor dejarlos solos con su dolor, pero era incapaz de irme, necesitaba saber cómo había sucedido semejante tragedia.

—El recuerdo de Tom Riddle, que estaba guardado en el diario, logró salir gracias a ella —explicó Harry en voz baja. Al escuchar ese nombre, sentí un fuerte escalofrío y el recuerdo de un atractivo rostro llegó a mi mente—. Tomó su vida para convertirse en alguien real.

—¿Quién es Tom Riddle? —pregunté.

—Lord Voldemort —me respondió Dumbledore con voz serena—, su nombre real es Tom Riddle. Cuando estuvo aquí en Hogwarts, abrió la cámara de los secretos por primera vez, pues es el heredero de Slytherin, hechizó su diario para mantenerse dentro de las páginas con la edad que tenía en ese entonces y que un día, alguien terminara lo que él empezó y abriera de nuevo la cámara. La señorita Weasley encontró el diario, comenzó a escribir en él y ese recuerdo, se hizo cada vez más fuerte. Durante todos estos meses, la controló y la obligó a abrir de nuevo la cámara y soltar al monstruo para que atacara a los estudiantes. Ayer, por fin tuvo la fuerza de salir de las páginas y hacerse más fuerte. Harry fue a buscar a la señorita Weasley y la encontró, pero ella estaba ya a un paso de la muerte. Tom le ordenó al basilisco que lo matara, por suerte Harry pudo matar al monstruo, pero salió herido y casi muere también.

—Riddle salió de la cámara convertido en alguien real —terminó Harry—, había tomado mi varita y se fue, no pude hacer nada para detenerlo.

No podía creer lo que estaba escuchando, entonces ese chico con el que me había cruzado la noche anterior era el mismísimo Lord Voldemort. Jamás lo hubiera imaginado. Sentía tristeza por la muerte de Ginny y mucha confusión. Pensé en que lo mejor sería quedarme callada y no decir que lo había visto.

—Eso quiere decir que él ha regresado —murmuré.

—Está en lo cierto, señorita Malfoy —dijo Dumbledore—, aunque esta es una versión un poco diferente de él. Anoche, recuperó su cuerpo, o el cuerpo que tuvo cuando era muy joven, además, también tiene sus poderes. Todos corremos un gran peligro, estoy casi seguro de que reanudará lo que planeaba antes de su caída.

—¿Saben si aún está en Hogwarts? —pregunté.

—En este momento están registrando el castillo, pronto llegarán los aurores del ministerio, pero él no sería tan tonto como para quedarse aquí. Ya debe haber hallado la manera de salir e irse quién sabe a dónde.

—Siento mucho lo sucedido —dije, mirando a los Weasley uno por uno—, yo tuve la oportunidad de hablar con Ginny, era una gran persona y la echaremos mucho de menos. Sé que no hay palabras que puedan aliviar lo que están sintiendo ahora, y que el vacío que ella ha dejado es imposible de llenar, pero espero que encuentren la fuerza necesaria para sobrellevar esta pérdida.