BREAK MY HEART // SEVERUS SNAPE // EN EDICIÓN

capitulo 32

Narra Severus Snape.

Estaba llegando al cuarto de Judith para verla antes del partido cuando vi que Lupin estaba apunto de tocar su puerta.

-Por favor, evitate la pena de ser rechazado por Judith ya que yo estoy llegando a verla igual, deberías venir otro día o no volver a venir a verla.

-Tan inseguro eres Snape que no puedes verme cerca de ella, sabes que me llevaba bien con su hermano, sabes que Harry y yo nos llevamos bien, sabes que probablemente yo si la haría feliz, eres tan egoísta como para no ver que tu no podrías hacerla feliz y quererla para ti a pesar de que eso la hará sufrir más adelante.

Empuje mi varita y probablemente le hubiera lanzado un Sectusempra para verlo morir desangrado, hasta que escuche su risa, respire y pensé que solo la dañaría a ella si le hiciera algo a aquel imbecil.

-¿Enserio piensas que a ella le importa la opinión de los demás? Dices que yo soy quien la podría dañar, pero al menos no tengo que tomarme el mata lobos cada luna llena para dañar a mi alrededor.

Apretó el mentón y se fue de ahí, claro que Temia que un día Judith lo prefiriera a él, sabía que la versión miniatura de James era a la persona que más amaba, más que a mi, y que entre ellos tres harían una familia excelente, pero era mi Judith, mía y no la quería con nadie más.

Toque la puerta y se escuchó un "pase" de su parte, cuando entre vi a la niña Weasley haciéndole unas trenzas y a Luna una niña de Ravenclaw haciéndole una pulsera, ella se veía hermosa con el pelo de aquella manera y las mejillas rojas por que se había reído recientemente.

-¿Ya empezará el partido?

Asenti, no pude decir nada, me sentía nervioso de solo verla de aquella manera tan deslumbrante, ella me sonrió.

-¿Como me veo? Le digo a Ginny que tiene talento para estas cosas, ojalá mi Harry se hiciera tu novio, así en las reuniones de familia me ayudarias con mi pelo.

La niña Weasley sonrio.

-Bueno Luna, Ginny un gusto, cuando tengamos tiempo libre en común hay que reunirnos.

Las niñas de segundo me hicieron un saludo cordial y se fueron corriendo de ahí.

-Si te peinas de esa manera el día de nuestra puede que me desmaye en cuanto te vea.

Ella sonrió, se paró y me besó, no podría describir cuán adictivos podían ser sus besos de Judith Potter, pero si podía saber que nunca podría renunciar a ellos.

-Eres un exagerado, pero mira Luna me hizo una pulsera de la amistad, creo que tengo más amigas en Hogwarts de lo que podría esperar.

-Seras una gran madre.

Ella sonrió y asintio.

-Es que soy buena en todo lo que hago.

Llegamos a nuestros asientos había mal tiempo y eran Gryffindors contra los hupplepoffs. Todo el partido hubo lluvia, así que la mayor parte me la pasaba tratando de tapar a Judith quien se la pasaba inquieta echándole motivación a Harry.

-Me siento mal.-dijo de pronto, ella se mareo y puso su mano en el pechp-Harry, algo no está bien con el.

Albus me miró y supe que tal vez tenía razón Judith.

En ese momento miramos y Harry estaba cayendo sin su escoba, judith gritó y se desmayó, a tiempo la pude sostener para que no se golpeara. Y Dumbledore evitó que Harry también lo hiciera.

-Llevala a la enfermería, hoy no dará clases cuidarla por mientras.

La lleve cargando a la enfermería y veía que tenía lágrimas en sus ojos, lo que me daba impotencia verla de aquella manera.