capitulo 70

4K 356 86
                                    

Estába con Minerva mientras hacíamos un plan de aprendizaje ya que Albus quería que los alumnos sintieran el año lo más alegre que se pudiera.

Estas vacaciones Lucius Malfoy había sido encerrado, así que aunque no me gustara del todo, sabía que Draco Malfoy no estaría bien y necesitaría el apoyo que se pudiese.

—Por fin se hizo Severus.- dijo Minerva con un leve torno de burla.- ser maestro de defensa ¿Quien tomará tu lugar?

—Albus lo presentará en la cena, por cierto ya me tengo que ir a mi puesto, love.

Me dio un beso muy sonoro en la mejilla y se fue.

—Me hubiera encantado poder casarme con alguien a quien amara, pero no me quejo, no me trataba del todo mal pero murió joven y sin darme hijos.

—Yo quisiera tener hijos con Severus.

—¿Y que los detiene?

—Todo lo que pasa ahora, es imprudente traerlos ahora sabiendo que podríamos ponerlos en peligro.

—¿Y que pasaría si Severus muriera y te dejara sola? ¿Quién llenara ese vacío?

—Los hijos no son para terapia Mine, si tengo hijos será de manera segura.

Desde ayer que había llegado a Hogwarts tenía un mal presentimiento de que algo le había pasado a Harry con los Weasley, pero Remus no me había notificado de nada ni Albus.

Fui a mi habitación y vi una caja de regalo con cosas de sortilegios Weasley, sonreí al ver que los chicos me las habían mandado.

Cuando note Severus estaba entrando al cuarto, ya que ahora tendríamos el mismo cuarto en Hogwarts.

—Tengo que hablar contigo, antes de que lleguen los chicos.

Se asomó en la puerta y la cerro, susurró algo apenas audible y se terminó el hechizo.

—¿Qué tienes?

—Ayer cuando nos separamos, Narcissa Malfoy fue a mi casa.

—¿Y?

—Hice un juramento inquebrantable.

—Te dejo cinco minutos solo, cinco Severus y te metes en problemas, y..

—Bella amenazó con matarte y yo accedí rápidamente, tengo que ayudar a Draco Malfoy en lo que te dije.

—Es solo un niño Severus, no creo que lo logre y tu podrías morir si no mata a Albus y..

—Tranquila amor.- dijo abrazándome. - Albus siempre tiene un plan, estoy seguro que sabrá que hacer ahora.

Asenti y nos besamos, en ese momento el reloj sonó y el bajo a la reja donde dejaban sus pertenencias los alumnos mientras yo me dirigí al comedor. Los alumnos empezaban a llegar al gran comedor y yo le guardé un asiento a Severus, noté como Hermione y Ron llegaban sin Harry y frunci el ceño con preocupación.

Los alumnos comían y Harry no llegaba, Severus se sentó a mi lado con un gesto serio.

—Harry llegó con la nariz rota, casi al mismo tiempo que Malfoy, es fácil deducir que el chico anda enojado.

—Lucius se buscó su propia tumba.

—¿Pero quien lo puso en ella?

—Su idiotes claramente ¿quieres culpar a Harry?

—No quiero, que te pongas en el lugar del rubio y no te molestes con el.

En ese momento Harry llegó y noté que se tapaba la nariz, gruñi de enojo.

—Me molesta.

Albus presentó a Horace a quien no había notado por andar pendiente de Harry, sonreí al darme cuenta que el habia sido mi maestro en pociones junto con Lily.

—El puesto de defensa contra las artes oscuras lo pcupara el profesor Snape.

No aplaudi pero le dije un felicidades maestro, cuando vi que los alumnos no aplaudían los mire de manera muy seria y todos comenzaron aplaudir y yo solo sonreí.

Tal vez habia sido por que en clases les decía que si los miraba sería los reprobaria y que Snape se quedaría corto con lo que yo les haría, tal vez solo por eso.

Albus explicó el registro, y la historia de Tom Riddle y siguió.

—...Fuerzas oscuras quieren penetrar el muro de este castillo, al final nuestra arma más poderosa son ustedes, quiero que piensen en eso, a la cama vamos.

Me robé unos panes que habían sobrado y los puse en una servilleta, el hambre siempre me invadía a media noche y no estaba en mi casa para poder ir a cualquier hora a la cocina.

—¡Maestro Horace!

—Oh mi querida Judith, que gusto me da verte, Lily y tu siempre eran mis favoritas en la clase y sabia que serías grande.

—Gracias maestro, Harry no es tan excelente pero lo intenta, ojalá y entre en su clase.

El sonrio y asintio, me platicó unas cuantas cosas más hasta que Severus me llevó casi a rastras a nuestra habitación.

—Luego haces que las hormigas se suban a la cama.

—Por eso necesitamos una mesita para comer en el cuarto.

—No es normal comer a esa hora.

—Para mi si.

Severus se río y me quito un pan y de un mordisco se lo metió a la boca.

—¡Noooo! Mi pan, ahora que comeré.

—A mi por supuesto.

—Te voy a morder haya abajo, haber si es tan comestible.

El se río y me hizo dormirme luego de eso.

BREAK MY HEART // SEVERUS SNAPE // EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora