capitulo 22 // tercera temporada.

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"Supongo que no hiciste trampa, pero sigues siendo un traidor

Sigues siendo un traidor
Sí, sigues siendo un traidor

Dios, desearía que hubieras pensado en esto
Antes de que me fuera y me enamorara de ti"
—Traitor, Olivia Rodrigo.


—Deberías ser más rápida.

—Deja de apurarme Severus, sabes que yo estoy más emocionada por regresar a Hogwarts y ver a Harry, pero aún quedan días.

—Eres más lenta que una tortuga.

Rode los ojos, ese día había estado odioso desde temprano, aunque no sabía por qué.

—Hay veces que me gustaría seguir soltera, como no se, este justo momento.

El me miró y puso sus ojos en blanco.

—¿Compraremos los útiles de Harry hoy?

—Algunas cosas, me gusta la idea de que le ayude a comprarles sus cosas, hoy iría la odiosa hermana de Vernon a la casa de ellos, esa mujer es detestable, la conocí en la boda de Lily y James y juro que le quería arrancar sus pelos falsos.

—¡Judith! Ahora veo de dónde sacó Potter el carácter.

—Claro, de su padre.

Sonrei.

—Agh como sea, ya terminarán las vacaciones y milagrosamente Harry se pudo mantener al margen sin meterse en problemas.

Paso el día de los más relajado, Severus quejándose todo el día por estar haciendo cosas que Harry podría hacer solo me estresaba.

Llegue a mi casa y comencé a sentir esa sensación de que Harry estaba en problemas, me limité a escribirle una lechuza.

Severus me dejó, algo molesto, siguió irritable todo el día, limite a ignorar su actitud, estaba así desde que sabíamos que Sirius había escapado, yo quería verlo cara a cara matarlo después de que nos traicionó.

Mi elfa doméstica cocino la cena en ese momento. Me dormi con esa sensación de que algo no estaba bien con Harry.

Me dormi inquieta esa noche, pensando en cómo mi vida había cambiado en un segundo con la muerte de mi hermano y de Lily.

Recibí un  mensaje de que fuera de inmediato al casero chorreante por el ministro.

Al llegar, pase con el ministro directamente.

—Buenos días ministro.

—Señorita Potter, Harry llego anoche en circunstancias extrañas, debería cuidarlo más señorita Potter.

—¿Disculpa? Pensé que Harry estaba en su casa con la familia Muggle, familia que según en la carta Harry infló a su hermana por error.

—Dejemos las cosas en claro, usted y su sobrino deben tener muchísimo cuidado, no crea que el ministerio de magia no sabe sobre su compromiso con Sirius Black, compromiso que no se llevo a cabo solo por que descubrimos que el los vendió a Voldemort.

—Gracias por decirme algo que ya se, y si con tener cuidado se refiere a que yo ayudaré al mal nacido de Sirius, créame que al que deben cuidar de mi es a el, por que si me lo llego a topar, le lanzare una de las tres maldiciones y para ser exactos, es la que lo pondrá bajo tierra.

Me di la media vuelta y salí molesta de ahí, el asistente me indicó el cuarto de Harry al que cuando estaba apunto de tocar, este abrio.

—¡Tía!

—¿Qué te pasa? Por qué no fuiste conmigo antes de venir aquí.

—No me acordé de tu dirección tía.

—Nuestra dirección Harry, por qué es parte de tu herencia igual.

Bajamos al comedor cuando se escuchó las voces de los Weasley, vi como Hermione y Ron estaban peleando, yo pasé de largo y me fui directo a saludar a Arthur y Molly.

—¡Judith! Estas preciosa.

—Molly, un gusto volver a verte, hacia tanto que no te veía, a tus hijos les doy clase.

—Espero que no den mucha lata.

—Hola.- Fred se paró frente a mi, en unas vacaciones la pubertad les había pegado a ambos gemelos.- cada día que pasa, me acerca a la mayoría de edad y así poder casarnos maestra Judith.

Su mama le pegó en la cabeza con el periódico y nos empezamos a reír los demás.

—Demasiado confianzudo como para hablarle a tu maestra así, no me extrañaría que te reprobara, por cierto Judith ¿Ya compraron todos los útiles de Harry?

—Aún no, me faltan..

Antes de que pudiera terminar Harry me interrumpió.

—El ministro me compró tía, no te preocupes.

Me sentí mal en ese momento, sabía que no era de importancia pero era la primera vez que yo lo llevaría a comprarlo, ya que los anteriores años habían sido otras personas.

–Judith.- dijo Arthur.- ¿Ya sabe Harry lo de Sirius?

—Aún no hemos hablado de eso yo..

—Ven Harry.

Arthur se paró y se alejó con Harry, yo me sentí levemente molesta por esta acción ¿Quién se creía el? Tal vez era padre del mejor amigo de Harry pero nada más.

—Maestra.-dijo George.- cuando termine con el profesor Severus yo voy siguiente, no se le ocurra saltarme.

—No puede ser.

Empece a reírme, estos comentarios me hacían sonrojarme. Ginny se acercó a mi y comencé a trenzarle el pelo.

—Me encanta tu pelo Ginny, siempre quise tener una hermana para hacernos este tipo de cosas.

—¡Yo tambien!.- dijo ella.- pero supongo que después del año pasado nadie querrá ser mi amiga.

—Me encantaria que fueras a mi habitación.- le dije a Ginny.- después de clases para Pintarnos las uñas y hacernos mascarillas y esas cosas.

—¡Va!

Dijo ella emocionada, sentí la mirada de Hermione.

—Por favor Hermione.- dije de inmediato.- me harías el honor si tu también vas con Ginny para pasar tardes de chicas, aunque yo ya pegue para canas.

Se empezó a reír y asintio, cuando Harry se acercó a mi todo serio.

—Tía ¿tu conociste a Sirius Black?



BREAK MY HEART // SEVERUS SNAPE // EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora