BREAK MY HEART // SEVERUS SNAPE // EN EDICIÓN

capitulo 82.

Estabamos en la sala de menesteres, mientras yo le ayudaba a los chicos a practicar sus hechizos de defensa en la sala donde todos o la mayoría dormían con miedo.

—Maestra.-dijo Ginny.- se llevaron a Luna, no le quería decir pero se daría cuenta.

—¿Como? Que..

—Se la llevaron por culpa del quisquilloso, no supimos defenderla ni que hacerla.

Agache la cabeza y salí de ahí directo a la oficina del director.  Cuando escuche que tenía encendido el radio.

—¿Ya te enteraste?

—¿Cuando se empezaron a llevar alumnos?

—En el momento que ellos decidieron que ya no les bastaba el ministerio.

Agache la cabeza, entonces empezó a sonar una canción en la radio, el se levantó.

—Perdón.- me tomo de la cintura.- por no poder hacer nada más.

—No es momento de bailar.

—¿Y si es la última vez?

"hey little tren"

—No digas esas cosas Severus.

—Sabemos que es posible, pero te amo Potter, te amo más de lo que podrías imaginar.

—Te amo.

Comenzamos a bailar de un lado hacia otro, me daba vueltas y yo me empecé a reír, entonces le pise el pie h solo se quejó.

—Tu sabes que soy pésima bailando.

—Pensé que tener a la criatura dentro haría que el espacio entre ambos fuera algo grande para que no me pisara.

—Eres un tonto Severus Snape.

—Señora Judith Snape, ¿está ofendiendo al director de Hogwarts?

—¿Y si lo hice que?

El se río

Acerco su pecho a mi y me besó.

—Sabes Severus, si es cierta la teoría que reencarnamos, solo te puedo decir que te encontraré.

—¿creiste que yo no te buscaría? Por favor Judith, está vida no me bastará para estar contigo, necesito más de ti, de tus besos, de tu amor.

Sonrei y nos besamos, esa noche dormimos abrazados, pero sabía que no podríamos la realidad.

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—Feliz navidad cielo.

Tenia ya seis meses, mi panza era enorme y yo sentía que no era del todo normal que tuviera una panza enorme.

—¿Y si es más de uno? .- pregunto Severus.

—Muy apenas pude con Harry y lo crió petunia de pequeño, no se si podría con dos, seamos positivos, no creo que..

—Sabes que serías una excelente madre ¿no?

Puse un gesto de desagrado y sorpresa ante eso que dijo.

—Lo se, pero eso no le quita lo complicado a esto.

Me abrazo y miramos juntos a la ventana.

—Toma.- extendió una caja blanca con moño rojo.

Y al abrirlo era una caja de música con la canción que habíamos bailado el otro día.

—¿Algún día podré opacar tus regalos?

—Cariño, te casaste conmigo y ahora me darás uno o dos bebés, aun no lo sabemos, pero me harás padre y no se como esto podría opacar el regalo tan hermoso que estás a punto de darme.

—¿Dandome comida a las 3 a.m. y masajear mis pies?

El se río.

—Claro que si amor.