I know I can save you {Luke Hemmings}

Capítulo Setenta y Dos.

Capítulo Setenta y Dos:

Cuando terminamos de comer y pasear un poco por el lugar -tomados de la mano, lo que me hizo estremecer cada vez que el chico acariciaba mis nudillos-, con Luke salimos del shopping, y nos dimos cuenta de que llovía fuertemente. Volvimos a entrar por las grandes puertas, y comencé a pensar qué podríamos hacer ahora. ¿Quedarnos ahí hasta que pare la lluvia? ¿O salir y esperar a que pase un taxi, mientras nos mojamos por completo y posiblemente pescamos un resfriado?  

De repente, mis pensamientos fueron interrumpidos cuando sentí que Luke tomaba mi mano y abría las puertas del sitio de dónde estábamos. Corrió, -arrastrándome a mí también,- saltó los charcos de agua que se habían formado, y paró en seco cerca de un árbol. No debajo de él, por lo tanto la fría agua de lluvia nos humedecía por completo.

Miré con el ceño fruncido a Luke, él, sólo sonrió, y me habló, entusiasmado.

Luke: Siempre quise hacer esto. –Y sin dejar responderme, juntó sus labios a los míos. Éstos se movían desesperados sobre los míos, rogándome que le siguiera el beso. Lo hice sin siquiera pensarlo. Una fría y mojada mano del muchacho estaba posada en mi mejilla, mientras la otra se encontraba en mi cintura, apegándome más a su cuerpo.

Se separó de mí, y miró atrás de su espalda. Las personas que se encontraban dentro del shopping para no mojarse nos miraban extrañados, a lo que Luke se sonrojó un poco.

Luke: P-Perdón. –Tiritó un poco debido a que nos estábamos congelando debajo de la lluvia. Abrió su boca para disculparse de nuevo o para decir otra cosa, pero no se lo permití. Lo callé de la mejor forma que existía.

Rodeé su nuca con mis helados brazos, atrayéndolo más a mí, y lo besé fuertemente. Sentí como sonreía en medio del beso, y luego movía sus labios sobre los míos.

Al separarnos, noté como todo mi cuerpo estaba frío y tiritando. Menos mis labios.

Luke: A-Am. –Tartamudeó un poco. No sé si por la vergüenza o por el frío.- S-Si queres… p-podemos ir a mi c-casa y… -Hizo una pausa, sonrojándose levemente.- Quedarnos ahí, h-hasta que pare l-la lluvia. –Bajó su mirada, y se pasó las manos por su cabello, tratando de peinarlo.

_____: S-Sí, claro. ¿Cómo vamos? Me refiero a que, no pasan muchos taxis por acá y por el clima los pocos que pasan ya deben estar llenos. –Pregunté, mirando a la calle, comprobando que los pocos taxis que pasaban ya llevaban personas en ellos.

Luke: Tendremos que caminar. –Alzó los hombros, y yo lo miré con los ojos abiertos como platos. <<Oh no, maldito rubio>>

~•~

Cuando Luke abrió la puerta de su casa, los dos ya casi no podíamos caminar de tanto frío, y temblábamos a más no poder. Sentía que en cualquier momento me moría.

La casa estaba totalmente vacía, por lo tanto, estaba completamente en silencio. Lo único que se escuchaban eran las gotas de lluvia chocar contra el techo del lugar.

Subimos como pudimos, -Luke casi se cae por las escaleras a mitad de camino,- y apenas entramos a su cuarto, nos tiramos al piso, con nuestros pechos subiendo y bajando fuertemente.

De repente, el rubio se paró del suelo, y abrió su armario. Sacó dos mantas color gris claro y volvió hacia mí. Se sentó en el piso nuevamente, y me hizo una seña para que copie su acción. Acto seguido, me rodeó con una manta, y luego él se cubrió con la otra. Lo miré sonriente.

_____: G-Gracias. –Sonreí mirándolo a los ojos.

Luke: De nada, hermosa. –Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo. Y no estaba tan segura de que fue porque estaba helada de pies a cabeza.